sábado, septiembre 29, 2012

La riá

Esto es un mero desahogo después de seis horas pegada a twitter leyendo sobre las riadas, algo tan antiguo como imperecedero, aquí, en esta tierra. O como decía mi abuela Micaela, la riá.
En ese mundo mítico de la infancia, siempre exisitió la riá. Todos los otoños se temía  el agua. Como un Dios justiciero, llegaba para arruinar un poco más la vida a la pobre gente de la huerta.
Quería enfadarme otra vez con  los políticos que rentabilizan las desgracias con esas fotos absurdas que no sirven para nada (a las pruebas me remito); Quería solidarizarme otra vez con mis compañeros de 7RM que podían estar ofreciendo información casi al segundo y tienen que tuitear lo que oyen por Onda Regional, lo que ven en los diarios digitales desde casa. Podría escribir de lo cohesionada que está una población ante el dolor. Como, incluso sin tele autonómica, incluso sin tener tantos testimonios como sería deseable, los periodistas, la gente de a pie, han ayudado a conformar el mapa de un día triste para la región. Lo hemos visto en las redes sociales, en esa estructura horizontal a la que todavía no se acostumbran muchos. “Toc, toc ¡Estamos aquí, hoy todos informamos!”.

¿Saben qué? He pensado incluso que es narcisista y algo inútil esto de poner negro sobre blanco lo que uno piensa: impactada como todos por esa imagen que envió el conductor de la empresa LVT. El puente partido en dos, abocado al abismo, construcciones como un lego endeble ante la fuerza de la naturaleza. Hoy más que nunca, un puerte partido en dos es de un simbolismo descorazonador.
No nos acordamos de Santa Bárbara hasta que truena. No nos acordamos de las ramblas hasta que llega la gota fría, pero las ramblas son con como ese novio vengativo del que te olvidas y, el día menos pensado, saca tus trapos sucios. Todos de golpe. Y como en Murcia nunca llueve no les tenemos respeto. Luego pasa lo que pasa.

Lo ocurrido en el centro no es de recibo:60 litros por metro cuadrado no fueron los 140 de Lorca: el puente de El Rollo, la moderna Avenida Juan de Borbón, más conocida como la milla de oro (tiene guasa después de verla ayer como si fuera una plantación de arroz) o el desborde de la Rambla de Espinardo. La ciudad y muchas poblaciones limítrofes convertidas otra vez en Venecia porque caen cuatro gotas, así de claro.Algo que se nos olvidará en un mes hasta que Santa Bárbara vuelva a tronar ¿No es hora replantearse las infraestructuras de a ciudad de Murcia, de sus pedanías?

Siete fallecidos . Una niña de 10 años entre ellos. 
Las palabras no sirven de nada ahora. No hay vuelta atrás. Por eso, todo esto es inútil.

Los compañeros que tienen la posibilidad de tener un micro o escribir en este periódico se felicitan por el trabajo hecho. Han echado el resto. Pues sí, igual que la gente del 112, que bomberos y policías. Igual que Luis Gestoso, que la gente de AEMET, que los políticos que viajan en su coche oficial hasta el lugar de los hechos. Todo eso está muy bien. En esta lista todos son vocacionales y por eso mismo, uno adora lo que hace y no espera compensación, porque no vendrá, porque esto es así. Sin embargo, todo este esfuerzo será en balde si no logramos, de una vez, que las cosas cambien. Que la gente de Lorca no sume más dolor a su dolor, que la ciudad no se convierta en un pantano cada vez que llueva.
La riá era un Dios justiciero para la entrañable Micaela. En los días de tormenta se rezaba a Santa Bárbara y se sacaba una cruz de Caravaca de latón a la puerta para proteger el hogar. Remedios de hace más de un siglo.
Como cantaba Mecano: desde Kunta Kinte a nuestros días, pocas mejorías.

jueves, septiembre 27, 2012

El poder del culo




Un buen pandero es capaz de mover montañas. Es la llamada de la selva. Es el origen del mundo. Sofía Vergara, más lista que el hambre, enseña el tanga en twitter. Nadie olvidará su nombre en la entrega de los últimos premios Emmy. Viggo Mortensen cae al suelo, desnudo, en una sobrecogedora escena violenta de “Promesas del Este” y  yo, ¡Ay, bendito! No puedo quitar los ojos de esas nalgas de acero, perfectas, níveas, como moldeadas por un Dios.


La culografía humana es variopinta. No hay dos culos iguales. Incluso uno mismo, en función del estado de ánimo –apagado, alerta, a la búsqueda, acomodado – se mimetiza con un trasero diferente.  Lejos de querer ocasionar un altercado público, les sugiero que aprovechen un día de paseo, uno de esos días en los que  no van con demasiada prisa, y estudien las asentaderas de los viandantes.

Personalmente, desconfío de los  huidizos. Mala señal. Poco ejercicio, dejadez y, quizá, igual que huye el culo, huye su poseedor cuando surge un problema. No olvidemos que sobre la nalga hay un tronco, sobre este unos hombros y sobre ellos la noble y testaruda cabeza. O alocada, fulera, débil, venerable, obtusa cabeza.

Hay culos jamoneros, huertanos, urbanos, lozanos, caribeños, bohemios, burgueses, serranos, generosos, tacaños, peludos, respingones, sofaleros; culos como melocotones y culos como balcones. Algunos con esa redondez lunar, con la perfección del círculo; otros, labrados al gusto apolíneo. ¿Qué me dicen de aquellos marmóreos del Clasicismo y del Renacimiento? Nunca la piedra habló tan alto y tan claro. Estoy convencida de que el síndrome de Stendhal no lo ocasionó la Santa Croce, sino un bello trasero florentino de carne y hueso.

Si los grandes artistas se han rendido ante su magnificencia por algo será. Todos los maestros dedicaron el tiempo preciso para mostrar rubicundos, oliváceos, perfectos, descarnados, sensuales traseros. Desde Rubens a Velázquez. Desde Picasso a Van Harleen. Una profesora de arte neoyorquina sostiene que la sonrisa de la Gioconda no es otra cosa que un culo. Gire la imagen noventa grados et voilà!

Las nalgas son el foco del pecado, el tam-tam, el redoble de tambor. Pulsiones desatadas a cada compás. El culo es Marilyn en Niágara, es Brando en La ley del silencio, es el Bond de las chicas Bond. Es incluso el espíritu audaz y aventurero de 007. Ya lo dijo Dalí: “A partir del culo, los mayores misterios se hacen comprensibles”

Tal y como está el patio, querido lector, para qué le voy aburrir con independentismos, bancos centrales europeos, titulares del New York Times o pactos fiscales. Con la que está cayendo, lo mejor es refugiarse en la belleza castiza, rotunda, visceral de un buen culo. Y que llegue la fin del mundo.

(La imagen es de Robert Mapplethorpe)

miércoles, septiembre 26, 2012

Es la democracia, es la duda

Sólo para que conste, voy a pegar, literal, la definición de Democracia que usted como yo puede encontrar en la WIkipedia: "Democracia es una forma de organización de grupos de personas, cuya característica predominante es que la titularidad del poder reside en la totalidad de sus miembros, haciendo que la toma de decisiones responda a la voluntad colectiva de los miembros del grupo (...) En sentido amplio, democracia es una forma de convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se establecen de acuerdo a mecanismos contractuales". 


 A todo esto añadiré que: 

1) Ganar unas elecciones legitima a los políticos en su toma de decisiones pero, puesto que les pagamos nosotros. Puesto que están ahí porque los elegimos ¿No deberían escuchar a sus votantes? En pocas palabras. La ya famosa frase hecha: ganar unas elecciones no es un cheque en blanco.

 2) La credibilidad de las instituciones está dañada. La de los políticos también. Prometer y no cumplir es algo tan habitual que nadie los cree.

 3) Actuar fuera de este sistema democrático lo pone en serio riesgo. Esto no es un juego.
  
 4) La violencia, venga de donde venga, es un método deleznable para resolver conflictos. Comprendo la rabia. Existen unos punch de boxeo infalibles para descargar tensiones.

 5) El pueblo español se siente defraudado. Las manifestaciones son una muestra de ello. Pero hay mucha otra gente que no se manifiesta y su grado de decepción no es menor. Los dirigentes hacen mal en: 
                         Pretender silenciar lo que es un clamor 
                           Responder con agresividad a las quejas del pueblo

6) La libertad de expresión es un derecho inviolable, sagrado. Me asquean las frases lapidarias vengan de donde vengan. El ataque sistemático a alguien porque no dice lo que tú piensas. Los linchamientos colectivos. La absoluta cerrazón de determinados grupos, sean de derecha o de izquierda, que NUNCA dudan, nunca se cuestionan sus dogmas ni otras posibilidades que las que pueblan sus cabezas. 

7) Pensar es algo molesto. Te obliga a sujetarte los machos del instinto. Te obligan a replantearte tu rabia, a realizar el fatigoso ejercicio de la empatía, a considerar que a lo mejor tú estás equivocado y el otro pueda, quizá en parte o en su totalidad, llevar algo de razón.

8) Para el poder, venga de donde venga, sea de izquierdas o derechas, sea democrático o fascista, le es mucho  más fácil manejar una masa que repiten consignas sin pararse a PENSAR. Sin permitirse el saludable lujo de DUDAR.

Descartes decía: Pienso, luego existo. Añado: Dudo, luego existo.

lunes, septiembre 24, 2012

Niña tonta



No podía mencionar su nombre, recordar su rostro o algunas de sus palabras sin esbozar un puchero, un amago de lluvia en sus ojos. En muchas ocasiones intentó explicarse por qué alguien tenía semejante poder sobre otra persona. Por qué Bill siempre tuvo tanta influencia en  ella.
Atravesaba una enorme avenida de Madrid, probablemente Goya; O Avenida de América, tan inhóspita en los días fríos de viento, sumergida en el tráfico ensordecedor, como un océano donde le faltaba el aire, y ahí estaban sus palabras. Le recriminaban ese olvido feroz, esa distancia radical que puso entre los dos un buen día. 

Un mal día.

Los luminosos en la noche:semáforos, carteles, los frenos rojos de los coches querían advertirle algo. Ser inflexible no la haría más dichosa. No ceder a la compasión la alejaba de personas que quizá la dañaron pero la herían mortalmente. A ella más que a nadie. "Déspota de pacotilla. Evitas un gesto de compasión y te traicionas a ti misma, niña tonta.  Un día descubrirás que no eres ni tu sombra".

Un mal día.

Accedió por fin a reencontrase con él.
Por no escucharle más, niña autosuficiente. Para alejar los sentimentalismos que no hacían otra cosa que perjudicarla. Los afectos. Esos caramelos de barniz rojo y brillante por fuera y podridos por dentro.

Ya no era la niña que conoció.
"Estás muy guapa".
Ya lo sabía. Ella sabía eso, sabía lo que diría y sabía de sus reproches. A punto estuvo de dejarle con la palabra en la boca en aquella cafetería modernilla y pija cercana a Génova. Un mundo que siempre le fue tan ajeno.

"Estoy muy mal".
Cojones. 
Ya sabía también que le iba a soltar algo semejante, apelando a su sentido de la culpabilidad. Cuarto y mitad de chantaje emocional.

--No vayas por ese camino, Bill.
--Va en serio, niña tonta. Creo que me muero. Pero es mejor así. Hace ya tiempo que no tengo  ganas de vivir
--Has vivido una larga y apasionante vida. Puedes morirte tranquilo si eso es lo que quieres.
--Puedes ser muy cruel.
--Adivina quien me enseñó estas artimañas, mi amor.

Parecía una fulana barata de novelón sudamericano. No podía escucharse decir semejantes burradas sin sentirse aún peor en su fuero interno. El rencor seguía ahí, latiendo fuerte. Un motor que jamás se agotaba. 

--¿Cómo puedes ser tan hija de puta?
--Corta el rollo, Bill, dime que quieres de una vez. No tengo toda la tarde. Te recuerdo que me has hecho perder ya mucho tiempo.
--¿No me perdonarás jamás?
Tentada estuvo de mostrarle la cicatriz en carne viva. Los errores abultados que aún se escondían bajo su blanca piel. Las heridas del alma. El secuestro de su ingenuidad, las mentiras, el enfrentamiento descarnado de los deseos con sus ideales. Sus nobles ideales tirados al cubo de la basura. 
 Bill la hizo mala. Le enseñó a robar, a engañar jóvenes incautos como ella; la enseñó a tejer las redes de la dependencia con otros seres humanos. Bill la utilizaba a ella. Ella utilizaba a los demás. Una rueda vampírica de amoríos y chanchullos.

--No era más que una huérfana idiota y tú me tuviste que meter en tu mierda de mundillo. No quería nada tuyo. Era feliz jugando a ser tu hija.  Nos iba bien al principio. Éramos amigos, éramos legales.

--Pero tuve que enamorarme de ti-- le interrumpió él.

Los fríos ojos de Bill se humedecieron ligeramente.

--Exactamente-- asintió con un gesto de hielo-- Hiciste de mi vida un infierno, querido. Estuve a punto de morir en las calles. Me metiste todo tu veneno. Tus business endemoniados, tus manías, tus adicciones. Y ahora que he conseguido remontar quieres sacarme de mi camino.
--Me muero.
--Eso ya lo has dicho
--Quiero que me ayudes a morir.
--Esto es demasiado, Bill. Siempre abusaste de mi confianza. No puedo hacer algo así. ¿No te puede ayudar un médico? Además
A ella se le quebró la voz de un modo insospechado
--Yo no quiero que te mueras. Me encanta saber que estás vivo y que vendrás de cuando en cuando a darme el coñazo, a pedirme cosas absurdas. Tú no te quieres morir, carajo.
--Que sí, niña tonta. Que estoy muy cansado.
--Vete a un balneario. Con la pasta que me sacaste a mi y a todos los incautos que engañamos tienes para vivir como un marajá.

Se hizo un silencio.

--Búscate una novia--sentenció ella
--Pero, niña, mi niña.
--Te equivocas. Ya no soy una niña y nunca fui TU niña, sólo eran negocios...Papi tonto. Cuídate. El mes que viene, en la próxima crisis pitopáusica ¿me volverás a llamar? Creo que te he perdonado un poquito.

Ella se marchó como una exalación. "Tengo hora en la estheticienne". Le pareció una palabra demodé, como él. A él le pareció que, efectivamente, ya no era una niña

Él se recreó en sus piernas y su culo mientras salía por la puerta. Ella le pilló.
--Bill
--¿Qué?
--Como te conviertas en un viejo verde, te juro que no me vuelves a ver.
--Pues lo llevo claro.

La imagen es de Germán Saez




sábado, septiembre 22, 2012

Danza de la lluvia



La lluvia en Sevilla es una pura maravilla pero en Murcia es ciencia-ficción. Ya tengo la solución--dijo Gonzalo con incontenible alegría. "Le diremos a Amor que nos enseñe la danza de la lluvia". Quién sabe, yo estoy probando con velas e inciensos de todos los colores. 
 Nos hemos pasado la semana entera esperando las precipitaciones anunciadas por el Instituto Nacional de Metereología. Las nubes han pasado de largo. En twitter había un clamor por la lluvia

 La gente se ha pertrechado los paraguas, ha recogido los toldos, ha mirado al cielo. Pero nada, ni una gota. Mi hijo me miraba con decepción el jueves por la tarde. Apenas un leve chispeo la jornada anterior, ese viento que presagia el agua pero que esta vez no trajo nada. 
 Sólo un niño en Murcia puede desear con tanto entusiasmo que llueva. En mi infancia, la lluvia era una fiesta. Saltábamos charcos como quien salta una catarata. Tenía un impermeable de charol rojo precioso. Demasiado precioso para una niña pobre. Mis tías me mimaban así, con esos detalles de niña rica. Todo estaba a mi alcance. Gracias a ellas nunca tuve conciencia de que me faltase nada. 
 La lluvia me sigue pareciendo un milagro. El delicioso olor a tierra mojada, a hierba mojada. El monte y su frondosidad después de unos días de sirimiri. Bastan unas gotas durante no más de 100 horas y el suelo se tapiza de tréboles. Y adoro empaparme bajo la lluvia. Llegar echa una sopa y cambiarme de ropa y encontrar confortable una toalla. Son placeres sencillos pero raros para los que vivimos en esta tierra. Por si acaso, no paro de cantar "Que llueva, que llueva, la virgen de la cueva" O de cantar, a secas, para que las nubes se amontonen en nuestras cabezas  y nos den una alegría.

En Los Ángeles, como en Murcia, la lluvia es siempre bienvenida. En la ciudad edificada sobre el desierto, nadie podría mostrar la incomparable alegría de encontrar el amor y las precipitaciones como Gene Kelly en "Singing in the rain".

viernes, septiembre 21, 2012

La otra España


Vivimos en el país de “las españas”.  Aparte de las 17 comunidades autónomas, tenemos dos realidades diferentes: la que se muestra de cara a la galería y la que nos callamos. Lo que sucede en las calles y aquel fragmento que deciden los medios que es noticia.

Muy mal tiene que estar nuestro país, sea la España que sea, para esta unanimidad de ofrecernos el 40 cumpleaños de Doña Letizia en todos los tabloides. Casi morimos de sobredosis principesca, casi nos ahogamos en almíbar de familia feliz. Que sí, que estupendo. De hecho, a pesar de sentirlos como algo almidonados, me los creo; me creo a las crías, me creo la unión. No sólo eso, defiendo a Letizia. Si el pueblo tiene que verse reflejado en alguien, lo hará en ella, porque ella, como Evita, vino del pueblo.

Pero mientras los medios nos meten por los ojos esas horas, tan ajenas a la gran mayoría de los ciudadanos, nosotros nos preguntamos quién nos ha robado el mes de abril. Porque esa felicidad tan plena es extraña al común de los mortales ¿Quién tiene hoy día un trabajo para toda la vida? ¿Quién no se ve amenazado por el fantasma del paro? ¿Quién no ha pasado de vivir cómodamente a contar el dinero a final de mes?  Escuche las conversaciones del “Bar Pepe”.  Nuestra situación es tan mala que una parte de españoles renienga incluso del estado de las autonomías. O sea, que menos postales.

Está muy feo desconfiar de la Constitución del 78, que es la que nos metió en este café para todos, pero muchos desconfían. Empezando por Anguita y terminando por el otro extremo ideológico. Cuando las cosas están tan jodidas a algunos les chirría esa estampa monárquica de bello atardecer, jardín con setos, todo verde, muy verde, qué verde era mi valle.

Vivimos una España llena de mentiras, en un sistema que no se sostiene pero, válgame Dios, queremos seguir creyendo estas mentiras: que los políticos serán coherentes y antes de seguir recortando derechos cortarán cabezas; que eliminarán la excesiva burocracia, palmariamente inútil,  y liberarán dineros que vendrán muy bien para restaurar el bono-libro o el bono-bus, por ejemplo.

Igual que la moneda tiene dos caras, nuestra España también. Tanto derechas como izquierdas saben a qué discurso atenerse para no desentonar entre ellos. Doctrina muerta ¿La consecuencia?: un estanque de lodo putrefacto. La realidad no es perenne como un fotograma. La vida es orgánica, flexible, con olor y sabor. Los esquemas ideológicos de cualquier ala, terminarán por sepultar lo poco que queda del genio y la furia de esta piel de toro. Sea de la España que sea.

Bernstein





El autobús pasó a nuestro lado como un enorme animal de fuego. De noche, con el suave viento que precede a la lluvia, podía aislar ese momento. El enorme bicho, ruidoso, con luces rojas, como un dragón de El entierro de la sardina. "Un poco más y nos saca de la carretera".  Dos muchachos agradables me sacaron del pensamiento. Mi hijo: "¿Los conoces?"  

--No, hijo, la gente aquí en La Alberca es así. Hablan con las personas como si las conocieran de toda la vida.

Gonzalo me mira. Sin palabras sé que me dice “eso te pasará a ti, porque lo que es a mi”. Adoro esas calles que bajan del monte, recoletas, estrechas, todavía con el olor a pino Mediterráneo. Vengo de hablar con Silvia.  ¡Experta en tantas cosas! Es un libro abierto. Siempre aprendes con ella: cábala, civilizaciones vetustas, energías. Quiere que me lea un libro que conozco de Laura Esquivel pero que nunca contemplé. Ya tuve mucho agua y chocolate.

Pero le haré caso.  Es una edición minúscula de Grijalbo. La mañana ha sido movida, reunión en la Filmoteca, con Virgina, la nueva directora de la OSRM. Los proyectos bonitos, como el que acaricia Ángel Cruz, siempre parecen algo descabellados. Sonará Bernstein en el antiguo cine Salzillo “Y West Side Story es muy grande dice Virginia”. Toda la percusión, una batería, los timbales “Hasta el saxofón”. Leonard era un puto genio y como los grandes genios algo loco, algo excesivo. Por eso adoramos cada canción de West Side Story. Está llena de alma, de fuego, de misterio incluso.
Hablo con Antonio Cano de un par de ideas para hacer ciclos, después de enero, claro. Voy trazando los caminos para el próximo 2013 que tendrá que ser tan bueno o mejor que éste, a pesar de tanta voz y tanta monserga que nos recuerda cada hora “lo mal que están las cosas”. Vale, pero no nos paremos. No dejemos de soñar y de inventar. A veces me siento como un capitán trazando la ruta de bitácora…pero al ser de letras mis mapas son algo caóticos en la superficie con un fondo de verdad, de mansedumbre, de paz incluso, de armonía.
Mi orquesta afina, justo antes de comenzar el concierto. Gonzalo se deja seducir por un helado de Yogur con lacasitos y negociamos el próximo fin de semana. Sus juegos de ordenador, sus pequeños tics que me preocupan, que se van como vienen, sus enormes ojos, llenos de pestañas. Me perdería en ellos para siempre. Cuánto se quiere a los hijos y qué placer ver cómo crecen, su gran vocabulario su destreza para construir frases, su vida que es tan fresca, tan inocente y tan sabia.

Raquel Sastre en Casual Friday




 La actriz y monologuista Raquel Sastre asegura que aunque se hacen chistes de todos los políticos en el poder, «Rajoy se los gana a pulso» y añade que Zapatero se llevó muchísimos, incluso Hitler, justo antes de gobernar era el bufón del que se reía todo el mundo. Añade que para que alguien se convierta en personaje imitable y en el ámbito de la comunicación televisiva, es preciso ser «muñecable», un concepto que toma prestado del también humorista Juan Herrera. Hitler lo era. Sastre es la primera invitada de la nueva temporada de Casual Friday, que patrocina el concesionario de automóviles Herrero y López y que presenta y dirige Lola Gracia. La humorista comentó también su faceta como guionista de 'El Hormiguero', que cuenta con unos 15 escritores en total y de su trayectoria como cómica. «No es nada fácil para las chicas, piensan que no hacemos gracia y, en general, los humoristas estamos mal vistos, cuando yo siempre he pensado que es mucho más difícil hacer reir que hacer llorar». Asimismo, puntualiza que aunque el humor no cambia la sociedad por sí sólo, sí sirve para centrar la atención en determinados asuntos: «Lo que hacemos es criticar la realidad, meter el dedo en la llaga. A veces hacemos un chiste racista para que la gente se dé cuenta de que todavía existe el racismo». En cualquier caso, expone, hay mucha hipocresía con esto de los chistes y en concreto con el humor negro, su especialidad. Son chistes muy criticados pero que siempre se cuentan en las reuniones de amigos. La monologuista también nos habló de su faceta como bibliotecaria, antes de abandonar su empleo público para dedicarse al humor y a la escritura, así como de sus gustos literarios: «Soy muy de cómic, de novela actual, pero hay clásicos que no pasan de moda y me gustan como son Shakespeare y Julio Verne».

martes, septiembre 18, 2012

Espe



 Como tantas veces que me tocaba acompañar a mi consejero a una sectorial de Agricultura, aquel día madrugamos mucho. A las seis nos recogía Cristóbal. Primero a mi, luego al jefe. Al llegar a Madrid había un cartel de Esperanza Aguirre que me sacó de mi adormilamiento. Ella conducía un Ferrari. No recuerdo el eslogan. Me encantó aquella imagen positiva, optimista. “Sí señor, con un par”, dije en voz alta. En mi jefe vi una cara de desapobración. Yo, en mi infinita ingenuidad pensé que todos los del mismo partido político se apoyaban. Pos no. A Espe no la quería aquella parte para la que yo trabajaba. Primero, era mujer. Y mi jefe era y es muy machista. Reconocido en público y en privado. Y segundo, pues que no, que a Espe no la digerían bien determinados sectores del PP. Que no te quieran los tuyos tiene que doler.

Esperanza Aguirre siempre me ha caído bien. Me hubiese encantado trabajar con ella dos años. Estoy segura de que habría aprendido mucho aunque me sienta muy alejada ideológicamente. Espe siempre ha sido coherente y eso se paga muy caro en política. Es posible que discrepase con ella en muchas cosas pero: 1) Era mujer y yo siempre apoyo a las mujeres, salvo que vayan en mi contra. 2) Siempre ha dicho lo que pensaba, no se ha callado, ha sido honesta. 3) Era ambiciosa.

Fijaos qué decepción con Gallardón. Imaginad por un segundo todos aquellos políticos que “Donde dije digo, digo Diego” (pobre Diego, como comentaba un chico por Twitter el otro día). A veces, las palabras son muy rotundas. Allí donde otros ponen paños calientes, otros ponen palabras al rojo vivo. Y a la gente le encanta que le mientan.

Las señoras que acompañan a Rajoy en su camino al liderazgo están lejos de la sociedad civil. Ana Mato y Cospedal no me gustan. Pero nada. Soraya es la voz de su amo, así que Aguirre era la única que le podría toser un poco. Pues ya está, ya se ha librado de ella.

Esta sociedad todavía no está preparada para digerir a las mujeres con poder. Todas son un pain in the ass, un grano en el culo para sus compañeros de trabajo, para sus jefes. Ni siquiera para las mujeres que ambicionan la perfección.

Yo me quedo con la imagen de Espe conduciendo el bólido y la cara de disgusto del consejero, cada vez que le mentaba a Aguirre. Tan trabajador, honesto y disparado como ella.

Entiendo que Espe se vaya de un sitio donde no la quieren. Es muy desagradable trabajar así, a pesar de contar con el apoyo una gran parte de los madrileños durante tantos años

viernes, septiembre 14, 2012

Sala de disección


Me topo con una gigantesca armazón de huesos. Yo quería cruzar al otro lado, atravesar Veterinaria en lugar de rodear y me encuentro con esa sala escueta, de apenas 200 metros cuadrados, habitada por una mujer con bata blanca: "Puedes pasar". Es la Sala de Disección.  El olor a desinfectante es evidente pero no abrumador. Otra montonera de huesos, otra estructura que deberán aprender los estudiantes. Un mastín muerto en una camilla, extremidades atadas. Efectivamente, salgo donde quería. Mi sentido de la orientación no es tan malo después de todo. Me tropiezo con María Borgoñós en la puerta del edificio Rector Soler, hablamos del Casual Friday, de una antigua trabajadora de ese lugar, Raquel Sastre. Realmente mi universo es amplio pero siempre se encuentra. Life is a circle. La funcionaria de la UM me atiende diligentemente. Soluciono el papeleo de un modo rápido, eficaz, sencillo y llamo a mi amiga Maria Antonieta. Quiero pasarme a verla al Instituto de Hidrotecnia. Odio el Campus, sus mil revueltas y los rodeos que hay que dar para llegar a todos sitios. Me veo de nuevo en la maldita rotonda de acceso. Unos chavales me paran. Bajo la ventanilla: "¿Nos puedes acercar? Llegamos tarde a un examen". Edificio 30, quieren mejorar nota de Selectividad y el autobús les dejó en una parada remota. Cumplo mi cometido y ya estoy subiendo ese repecho infame que hay para llegar al Instituto de Hidrotecnia. Subirlo es malo pero bajar con tacones es casi un suicidio. Alguien debería pagar por semejante despropósito. Abrazo con cariño a mi amiga. Enmedio de la charla le cuento que un amigo está regular, se le cierra el esófago. Una faena. Ella se acaba de hacer una biopsia. Todavía no sabe los resultados. Llegamos por el camino de los hospitales a una escena que no sé por qué, apareció en la conversación. Mi padre ingresado, con la cabeza ida por una intoxicación sanguínea. Mi padre que reconocía a toda la familia: "Este es el Pedro (mi hermano), este el David (el otro), esta la Loli". Cuando le preguntamos por mi madre: "No sé quien es esta mujer,  no la conozco de nada". Terrible ¿no? Nos echamos unas risas a cuenta de aquella anécdota. El día de autos no nos hizo tanta gracia. A mi madre imagino que menos que a nadie. Pero así son las cosas. La mente, el corazón reaccionan a su capricho. Quizá el poder de la sangre sea más fuerte que el poder de los afectos y los desafectos. 
Me llaman de RTVE, quieren grabar un saludo a María Dueñas para celebrar el 15 aniversario del Canal 24 H. Me llaman de Heineken para una historia relacionada con 007 y de la que, de momento, no me pueden contar nada más. Si nada lo remedia, el 20 de septiembre estaré en Madrid. Llamo a Juan Alfonso, dejo para el lunes montar los últimos Casual Friday que grabamos. 
Recojo a Gonzalo. Calor. Interrogatorio preceptivo: ¿Qué has comido? ¿Qué habéis hecho en clase? La tarde es sencilla. Trabajo, escribo, leo. Meriendo con mi hijo, le aparto de la Wee, escucho a Julia Otero y me monto en la elíptica mientras y veo Casino de Scorssese. Es una danza, es puro cine. Es puro arte. De Niro salta por los aires, Sharon está guapísima con esos recogidos sesenteros, llora el día de su boda al teléfono de su ruín "amor". Pero el personaje que me subyuga por su violencia, su espasmo, su terrible eficacia es Nick Santoro (interpretado por Joe Pesci). 
Convenzo a la familia para salir a pasear. Los arrastro al monte "Odio estos paseos", se queja todo el rato mi hijo. Pero hace una brisa agradable, al final se conforma. En nuestro itinerario, llegamos hasta la sede de la peña "La seda", junto a limoneros. Antes encontramos moras en el camino. Las como con delectación. El cielo está rojo, rosa; un cielo de Manet, un Vanilla Sky. El cielo perfecto para un día surrealista. 

El misterio

Leo twitter y no me hago una idea la España que habito. Un presidente que no responde, pelea de gatas en televisión –Mariló y Anne– manifestación nacionalista. Toros sí, Toros no. Siendo honesta, nada de esto me preocupa lo más mínimo. Me preocupa mi vida personal, la talla de zapatos de mi hijo, el paro entre la profesión periodística, entre mis compañeros, el horizonte tan incierto y la galopante pérdida de poder adquisitivo, de calidad de vida, de decencia de mi país. 

 Soy una privilegiada. Cuento con amigos estupendos. Con Paco López Mengual y Manuel Moyano, mis meteoritos preferidos, puedo filosofar, hablar sobre la palabra, los personajes, la magia de crear y concluir que la vida es algo muy extraño. Acompaño a María Dueñas en su promo por Murcia que me parece tan lista, tan rápida, tan perfecta. No le encuentro un defecto a la puñetera. Sólo le he pedido un poco más de “pasión sexual” en sus novelas “¿Y qué voy a escribir?” –me contestó– “¿Y de pronto le tocó una teta?”. Pues tienes razón, tus historias no necesitan nada así. 

Hablo la semana pasada con Juan de Dios Martínez. Dos días más tarde me entero de su nombramiento del centro territorial de RTVE en Murcia. Y me alegra horrores. Porque comenzamos al mismo tiempo y recuerdo hasta los cafés que nos tomábamos algunas veces en “Antiguo” cuando yo era una becaria y el hacía sus pinitos en la prensa deportiva, en RNE. Yo sigo de becaria, al menos si me atengo a mis ganancias últimas. Pero no es una queja, que conste. Es casi una bendición esta libertad del “nada que perder”. Como decía mi amiga Mónica Lechuga “The lost to the river” (De perdidos al río en ese espanglish de Vallecas tan suyo). 

 Gestiono el maremagnum de gente encantadora que me contesta por Facebook y Twitter. Disfruto con las risas de Gonzalo, Sandra y Marina y aunque todo es simple y rutinario, en ocasiones me parece escuchar la armonía perfecta en esas notas, entre los compases disonantes, al final, todo encaja. 

 Yo que siempre he sido de letras, me aferro a la ciencia para explicarme los comportamientos humanos. El mío propio también. Yo, que creo que los escritores somos en algunos momentos mediums, correas de transmisión de un no sé qué, afirmo que los investigadores se parecen también a nosotros. Absolutamente todos –en el fragor de los días, de los absurdos, del respiro que otorga la breve compensación de un guiño, de la complicidad– estamos obsesionados por el misterio. Y en ese camino hacia la búsqueda de respuestas, no siempre estamos seguros de querer llegar al final, a la meta. Porque lo divertido es andar. Tardaremos más o menos en coronar la cima, pero esa sensación de felicidad por el logro ¡es tan pasajera! Y conforme pasan los años la gloria en los labios se deshace aún con más rapidez. ¿Por qué? Ah, no lo sabemos. El misterio, siempre el misterio.

jueves, septiembre 13, 2012

Señor, líbrame de los castos




Siempre he desconfiado de aquellos que repudian el sexo. Dios, en su infinita sabiduría, puso pene y vulvita en aquellos lugares para nuestra felicidad. Decía Woody Allen que el buen sexo siempre es sucio. Cierto, pero más sucio es el cotilleo que los tocamientos por los paseos de las delicias. Ese arte tan español. Y tan marrano. El de cotillear, digo.

Hacerse una peli erótica en los 70, podría ser una perversión, por la preparandoria más que nada. Imagino que los amateur del asunto contarían con un armatoste que guardar con esmero en el armario ropero de su casa (por ejemplo) pero hoy día esto de grabarse es de lo más habitual. Como decía la dura entrenadora de Glee, Sue Sylvester: “¿Qué tiene de especial un video erótico? ¡Todo el mundo tiene ya un video erótico!”

Aquellos que arquean las cejas que echen mano de los móviles de sus hijos (si les dejan), seguidores de la moda del sexting. Muchos famosos han sido pillados retratándose como su madre los trajo al mundo para el disfrute de algún particular. Desgraciadamente, nos hemos enterado todos. Ese alarde vanidad narcisista frente al espejo se paga, y muy cara, en esta sociedad postvictoriana.


Si dos adultos intercambian material inflamable entre ellos ¿Qué tiene de malo? Y sobre todo, como cantara Alaska ¿A quién le importa? Que la difusión –errónea, accidental o provocada—  de una grabación de alto voltaje dedicada a un destinatario particular sea noticia nos muestra, hasta qué punto, este país está enfermo y, sobre todo, muy, muy aburrido.

Juzgar a los demás es un pecado muy feo. Entiendo que inevitable en muchos casos pero me parece infinitamente más depravado el pasear la privacidad de alguien en semejante situación que el acto en sí. Dice muy poco de nosotros que perdamos el tiempo en criticar los placeres ajenos en lugar de ocuparnos de los propios.

Warholl estuvo sembrao con aquello de que todos tendríamos nuestros quince minutos de gloria. En la época de Studio 54 no existían los móviles, por suerte para muchas celebridades de la época. Enseñorearse con el erotismo propio y ajeno no es ninguna novedad. Hacerle un video calenturiento a tu pichurri puede ser un regalo, un estímulo para la sexualidad apagada de muchas relaciones duraderas y un chute de emoción para el destinatario. Puede ser todo eso, o algo sucio y pecaminoso. Todo está en los ojos de quien mira.

Nuestro lado salvaje es nuestro lado más humano. Una faceta que la civilización nos reprime con la rutina, el tedio, el cansancio y esta puta crisis que acabará con todos nosotros. Si nunca ha sido un poco salvaje, malo. Y si nunca le han enviado una prueba de amor apasionado, peor. Por si acaso, yo siempre sospecho del casto, que no del mayordomo, porque sin instinto estamos muertos.

domingo, septiembre 09, 2012

María Dueñas presenta en Murcia y Cartagena “Misión Olvido”





  • La cita en Cartagena es el 11 de septiembre (Facultad de Ciencias de la Empresa, UPCT. 19.00 horas)

  • El paraninfo de la UM acogerá la presentación el 12 de septiembre (19,30 horas)


La escritora María Dueñas presenta la próxima semana su nueva novela “Misión olvido” en la Región de Murcia, de la que se llevan vendidos más de 10.000 ejemplares, desde que se presentase en sociedad el pasado 28 de agosto.

El próximo martes 11 de septiembre, Dueñas se encontrará con su público de Cartagena en el Salón de actos de la Facultad de Ciencias de la Empresa (antiguo CIM) de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), en un acto enmarcado dentro del Foro de Economía y sociedad  a las 19,00 horas con la presentación del director general de Bienes Culturales, Francisco Giménez Gracia.

La cita con Murcia es el 12 de septiembre en el Paraninfo de la Universidad de Murcia (Campus de La Merced, 19,30 horas) en la que María Dueñas estará acompañada por José María Pozuelo Ivancos, crítico literario y catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada y por el rector, José Antonio Cobacho.

En «Misión Olvido» la autora construye una historia entre España y Estados Unidos, y entre los años cincuenta del pasado siglo y la actualidad.  En las propias palabras de Dueñas: «Un tributo a las segundas oportunidades, la reconciliación y la reconstrucción».

La protagonista, Blanca Perea, una profesora española que acaba de sufrir una profunda decepción sentimental producida por la ruptura de su matrimonio, acepta un trabajo en una Universidad de California. El trabajo consiste en catalogar las obras del difunto hispanista, Andrés Fontana. Su labor, a priori tediosa, resultará ser más interesante de lo que esperaba, y durante su estancia en Estados Unidos conocerá al encantador Daniel Carter, un profesor americano que no la dejará indiferente.

Otoño

Llegará sin avisar 
como una brisa 
 inesperada 
en la espesura de calores 
pequeños.

sábado, septiembre 01, 2012

Dieta paleolítica



Me reconozco algo troglodita; Adoro el sushi, el steak tartare y el carpaccio: ese delicioso filete, muy fino, sumergido en aceite de oliva y especias. También soy bruta, a qué negarlo. El instinto me puede. Si tengo hambre o sueño, mejor, evítame, forastero. Y si aguanto el verano es porque puedo ir casi desnuda, soltar las caderas y dar largas caminatas descalza por la orilla de la playa. Total, que me pones un hueso en la cabeza y soy tan feliz como Pebbles Picapiedra. 

 Cuando conocí que existía la dieta paleolítica, me dije: tate, esto es lo mío. Loren Cordain es un científico americano padre del invento. Sostiene que la especie humana ha evolucionado con determinados alimentos durante el 95% de nuestra existencia y éstos son las frutas, verduras, las carnes y pescados criados en libertad. Los defensores de este estilo de vida consideran que hemos de volver a la era pre agrícola, es decir, antes, de la puesta en marcha de los cultivos, antes de la sistematización de la cría y engorde del ganado. Esto no es ninguna tontería. Las grasas del jamón de bellota o del chato murciano son saludables. Las de los bichos que malviven en los criaderos, no. 

 Cordain tira por tierra algunos mitos. Por ejemplo, el buen predicamento que tienen los cereales en la pirámide alimenticia: gastamos demasiadas energías en su procesado y por eso vivimos en una sociedad cansada. Comer varias veces en el día también les parece una absurda pérdida de tiempo. Resumiendo: tírate a lo crudo, muévete todo lo que puedas porque en eso radica la esencia de nuestra especie y lo que nos hizo evolucionar.

A todo esto le encuentro un pero. Por suerte, la civilización nos ofrece grandes creaciones: el croissant, el vino, el arte, la literatura, el cine, la intelectualización de las pasiones o la fascinación por la moda. Sinceramente, no me veo comiendo bayas y viviendo “in the musgo” más de tres días seguidos. Somos depredadores y primitivos, de acuerdo, pero también creativos y sofisticados