Desde esta semana el doble check azul del whatsapp nos
avisa de que tu mensaje ha sido entregado y LEÍDO. El azul dejará de ser el
color del PP para convertirse en el color del miedo y de la humillación que
generará sentimientos encontrados, iras y discusiones. Cuántas parejas se dirán
entre ellas ¡¡Ya no me lees como antes!!. ¡¡Es que por un ojo te entra y por el
otro te sale!!. Ay, doble check azul, cuánta intranquilidad vas a generar en
las mentes calenturientas.
Pero señores del Whatsapp ¿Qué necesidad había de esto? Saber
que él ha leído tu mensaje y no se molesta en contestarte, ni un mal emoticono,
ni ná de ná ¿No es mucho mejor vivir en la ignorancia?. ¿Y lo mal que quedas
con ese amigo que te envía todo lo que encuentra en ese basurero gigante que es
internet con la peregrina intención de ligar contigo? ¿Qué hacemos con él?
Criaturica. Antes le podías decir: "ya sabes lo liada que estoy, o
sea" pero ahora el doble check azul te delata...Aunque tengo mis dudas.
¿De verdad que siempre que leemos un whatsapp estamos con
los cinco sentidos puestos en ello? ¿Cuántas veces nuestros ojos descansan
entre líneas y no terminas la frase, o te quedas sólo con el 30% del contenido?.
En ese bombardeo constante que nos ametralla la vida desde el móvil
(notificaciones de Facebook —el puto messenger con su timbre — avisos de
Twitter, de Linkedin, de Instangram, los correos electrónicos) ¿Estamos siempre
al 100% listos para captar con atención? Pues no, es imposible.
Al doble check azul habría que añadir un tirabuzón triple
que nos garantice que el destinatario del mensaje efectivamente lo ha
comprendido. Esto es, que el proceso de comunicación se ha desarrollado
eficazmente. Que tu sentencia, con todos sus matices e intenciones, llega limpia
e inmaculada a la mente del otro receptor. Para esto, nuestro móvil tendría que
incrustar sus microondas en nuestro cerebelo y en el del emisor. Vamos, más que
un móvil debería ser un milagro prodigioso porque si hay algo complicado en
nuestros días es descodificar la
realidad y su compleja maraña.
Si yo te envío un
whatsapp con una cita de Wittgenstein, ¿La asimilarás en toda su amplitud? Si te
escribo, por ejemplo: "El sentido del mundo tiene que residir fuera de él
y, por añadidura, fuera del lenguaje significativo" ¿El doble check azul
me asegura que sabes lo que es el lenguaje significativo?
En este mundo donde Google controla mis pasos desde que
salgo de casa hasta que regreso, donde cualquier aparición en las redes sociales
queda registrada ( a no ser que navegues de incógnito) y en la que el control
se ha vuelto una obsesión colectiva, sólo nos faltaba esto.
Detestamos que nos espíen pero estamos atrapados por este
Gran Hermano y vivimos la obsesión de encontrar un espacio con el colchón de la
WI-FI que nos proporciona música cuando paseamos o la posibilidad de escuchar
nuestro programa favorito a tiempo real. Podemos ver series, comprar una
entrada para un concierto o inscribirnos en un curso. Whats app además, nos permite
chatear con nuestros amigos y gestionar en cuestión de minutos citas, entrevistas,
posibles comidas, fiestas. Hasta he cerrado bolos, vía whatsapp. Pero lo que
era un poderoso aliado se convertirá en un tostón insufrible.
Dos trucos para librarte del doble check: leer las notificaciones de tu móvil en esos
resúmenes que te muestra sin necesidad de entrar en la aplicación. O entrar en
ella con el modo avión. Lo de contestar
mensajes lo dejaremos para otro día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario