Este año, Molina de Segura recibe al controvertido y genial autor francés Michel Houellebecq, en una jornada que tendrá el encuentro con los lectores, habitual en Escritores en su tinta, y alguna que otra sorpresa que todavía no podemos desvelar.
Para ir haciendo boca os pego algunos fragmentos de una de las novelas que más me han impactado hasta el momento, se trata de "Plataforma". Aunque también me ha encantado toda su poesía, "Las partículas elementales". "La posibilidad de una isla" casi me ha convertido en una adicta a su prosa diferente, especial, incisiva e incluso dañina
"Es imposible hacer el amor sin una cierto abandono, sin la
aceptación, al menos temporal, de un cierto estado de dependencia y debilidad.
La extaltación sentimental y la obsesión sexual tienen el mismo origen,
proceden del olvido parcial de uno mismo; no es un terreno en el que podamos
realizarnos sin perdernos. Nos hemos
vuelto fríos, racionales, extremadamente conscientes de nuestra existencia
individual y de nuestros derechos; ante todo, queremos evitar la alienación y
la dependencia; para colmo estamos obsesionados con la salud y con la higiene:
ésas no son las condiciones ideales para hacer el amor".
"¡Ven!" haciendo un amplio gesto con la mano. En
ese momento, el sol se filtró entre dos nubes y la iluminó de frente. La luz
resplandeció sobre sus pechos y sus caderas, centelleó en la espuma de su pelo
y su vello púbico. Me quedé clavado en el sitio durante unos segundos,
consciente de que nunca olvidaría lo que estaba viendo, que aquella imagen
sería una de las que volvería a ver, según dicen, en los segundos que preceden
a la muerte".
"Ella sabía las cosas que mantienen el deseo de un hombre. A
menudo, cuando estábamos en un restaurante, volvía del aseo y ponía encima de
la mesa las bragas que se acababa de quitar. Y entonces me deslizaba una mano
entre las piernas para aprovechar mi erección. A veces me abría la bragueta y
me masturbaba de inmediato, al abrigo del mantel. Por la mañana, cuando me
despertaba con una felación y me tendía una taza de café antes de metérsela
otra vez en la boca, yo sentía vértigos de agradecimiento y dulzura. Ella sabía
parar justo antes de que me corriera, podría haberme mantenido al límite
durante horas. Yo vivía dentro de un juego, un juego tierno y excitante, el
único juego que les queda a los adultos; un universo de deseos leves y de
momentos de placer ilimitado".
"Es falso que los seres humanos sean únicos, que lleven
dentro de sí una singularidad irremplazable; en lo que a mi concierne, no
percibía la menor huella de tal singularidad. Lo más normal es que uno se agote
en vano intentando distinguir destinos individuales, caracteres. La idea de la
unicidad de la persona sólo es un pomposo absurdo. Shopenhauer escribió en alguna
parte que uno se acuerda de su propia vida un poco más que de una novela que
haya leído".
"Sin embargo, existía un sistema avanzado de redistribución
fiscal que permitía mantener con vida a los inútiles, los incompetentes y los
perjudiciales;
Él sabía que íbamos a volver pronto a casa para follar, y
que íbamos a follar con amor.
¿Con qué se puede comparar a Dios? En primer lugar, con el
coño de las mujeres, es evidente; pero también quizá con los vapores de un
hammán. En cualquier caso, con algo donde el espíritu pueda llegar a ser
posible porque el cuerpo está saturado de contento y de placer, y toda
inquietud ha sido abolida. Ahora estoy seguro de que el espíritu no ha no ha
nacido, que quiere nacer, y que su nacimiento será difícil, porque la idea que
nos hemos hecho de él hasta ahora es insuficiente y nociva. Cuando llevaba a
Valérie al orgasmo, cuando sentía su cuerpo vibrar bajo el mío, a veces tenía
la impresión fugaz, pero irresistible, de entrar en un nivel de conciencia
completamente diferente, exento de todo mal. En esos momentos suspendidos, casi
inmóviles, en que su cuerpo se elevaba hacia el placer, yo me sentía como un
Dios del que dependiera la serenidad de las tormentas. Ésa fue la primera
alegría; indiscutible, perfecta".
"Los hombres que conozco son un desastre, no queda
ninguno que crea en las relaciones amorosas; y se traen un todo un teatro con
la amistad, la complicidad, todas esas cosas que no comprometen a nada. He
llegado a un punto en que ya ni siquiera soporto la palabra amistad, me pone directamente enferma. O
bien tenemos a los que se casan, se colocan lo antes posible y ya sólo piensan
en su carrera. Obviamente no era tu caso, pero también supe enseguida que nunca
me hablarías de amistad, que serías
vulgar hasta ese punto".
Todos los textos pertenecen a Plataforma
Michel Houellebecq estará en Escritores en su tinta el 28 de abril a las 20.00h.
Biblioteca Salvador García Aguilar de Molina de Segura
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