Niño Gonzalo, vamos a buscar mi cola de sirena. Convirtámonos en pez alga y sembremos la arena de pipí de monstruo. Salgamos al muelle de atardeceres, pescadores y adolescentes pelando la pava. Siembra de azúcar la orilla, niño Gonzalo. Canta "Los toreadores" conmigo y yo tararearé eso de L'amour est un oiseaux rebelle.
Niño Gonzalo, unos días sin móvil, ni internet ni horarios...Y tu imaginación desbordante de niño solitario.