Pablo Gutiérrez Vega ha pasado esta semana uno de los momentos más humillantes de su vida. Le obligaron a bajar de un avión con destino Dortmund (Alemania) símplemente por tener pinta de musulmán. Pablo es moreno, vamos, muy moreno, y tiene una barba rizada de cabellos oscuros pero ,que yo sepa,e so no lo convierte en terrorista.
Este hombre de 35 años, profesor de Historia del Derecho de la Universidad de Sevilla fue obligado por los pasajeros a bajar del avión y a revisar su equipaje. Tres tipos altos como torres, por lo visto guardias de seguridad, le conminaron a dejar el aparato. Cuando vieron que no llevaba nada que lo inculpara como terrorista, ¡hala, pues arriba de nuevo! Sin un "Lo siento, perdónenos".
Lo vergonzoso y aterrador del caso es que a este hombre le hicieron pasar el peor trago de su vida,símplemente por su aspecto. Después, nadie se disculpó. Ni en el aire, ni cuando aterrizaron.
Todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario. La psicosis por el terrorismo puede llevarnos a convertirnos en auténticos monstruos y actuar de forma injusta con personas inocentes.
(Noticia publicada en El País, jueves 28 de septiembre, página 27)
Este hombre de 35 años, profesor de Historia del Derecho de la Universidad de Sevilla fue obligado por los pasajeros a bajar del avión y a revisar su equipaje. Tres tipos altos como torres, por lo visto guardias de seguridad, le conminaron a dejar el aparato. Cuando vieron que no llevaba nada que lo inculpara como terrorista, ¡hala, pues arriba de nuevo! Sin un "Lo siento, perdónenos".
Lo vergonzoso y aterrador del caso es que a este hombre le hicieron pasar el peor trago de su vida,símplemente por su aspecto. Después, nadie se disculpó. Ni en el aire, ni cuando aterrizaron.
Todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario. La psicosis por el terrorismo puede llevarnos a convertirnos en auténticos monstruos y actuar de forma injusta con personas inocentes.
(Noticia publicada en El País, jueves 28 de septiembre, página 27)