jueves, julio 03, 2008

Descubrirse


Uno cree saber quien es por lo que le dicen, por lo que siente, por lo que piensa. La emoción es tan peregrina que no me dejaría llevar por ella. Pero, en ocasiones. Uno se ve a sí mismo, pensando, sintiendo y diciendo cosas que nunca se planteó hasta ese momento.

¿Te ha pasado?

Cuéntamelo.

Imagen
The mermaid
de Manolis Tsantakis

19 comentarios:

supersalvajuan dijo...

Las palabras son siempre mentira.

Anónimo dijo...

La rueda de la vida gira implacable forjando vivencias, tanto al risueño como al triste, al acomplejado como al que no lo es. De día y de noche.

De noche protegidos por la oscuridad y a veces por la soledad, en nuestros sueños adquirimos otro comportamiento diferente al diurno, normalmente más lascivo y sin complejos.

De día, presionados por la socialización del entorno adquirimos un comportamiento más educado, ortodoxo y pulcro......pero la rueda de la vida sigue girando y a medida que llena de años los surcos de nuestro rostro, también los llena de sabiduría y es ahí cuando uno baja la vista y se pregunta:
¿porqué no habré hecho lo que me gustaba? ¿porqué no habré dicho lo que pensaba?

Sí Lola. A mí me pasa continuamente y ya aprendí a lanzar el dardo procurando no traspasar la diana de lo barriobajero y lo maleducado...a hablar sin ofender.

Y no sé qué más iba a decir, pues he mirado hacia arriba y mi mirada se va hacia tan hermoso cabello y mi pensamiento hacia tan hermosas tetas. Perdón.

ralero dijo...

¿Cómo contar tantas veces en las que me dejé llevar por las emociones? Necesitaría cientos de volúmenes para hacerlo y, la verdad, aunque me gusta escribir, tampoco me apetece hacerlo tanto. Yo pienso que sólo cuando nos dejamos llevar por las emociones somos sinceros. Sinceros para con los demás, pero, sobre todo, para con nosotros mismos. Sí, ciertamente así se lleva uno muchos palos e, incluso, sin mala intención o con ella, reparte también algún que otro rasguño a los demás. En cualquier caso, hasta que no nos hemos dejado llevar muchas veces por las emociones no comenzamos a conocernos un poquito, sólo un poquito a nosotros mismos.

Abrazos.

Camille Stein dijo...

no dejo de desmentirme

y no deja de sorprenderme pensar que no es un mal paso cada paso que doy, siempre a tientas, esperando lo movedizo en cualquier momento

... o siempre a lo loco, apurando la punta de las pasiones

porque no soy un férreo pino, sino rama flexible de sauce... y así será, zancadas sobre islas y un inmenso mar en el que caer

sé que aunque mude el pensamiento mi sonrisa está más allá, viéndolo todo desde la relatividad de una perspectiva

un beso

A vista de pájara dijo...

Y yo que te lo contaría todo y me va a faltar espacio...

Luna Carmesi dijo...

Mi interior me da unas sorpresas...
Que ladino...

Mgda dijo...

Si, de hecho es algo que me suele pasar ciclicamente, y me encanta soprenderme amí misma tan amenudo.

Anónimo dijo...

Sí, hay momentos en los que uno parece otra persona y no se reconoce a sí mismo.A veces nos gustaría ser "la otra" (persona, claro).

iketius@hotmail.com dijo...

Sí, me ha pasado. Alguna vez que otra...

Mgda dijo...

Lola! me he pasado todo el fin de semana llamandote, orque he pasado por Murcia hoy!
Fea!

Anónimo dijo...

creo que renegar de nuestras emociones es un sintoma de inmadurez, las emociones son la base del ser humano.
saludos

Anónimo dijo...

Me pasa ahora; un hombre me vuelve loca y, a veces, me olvido de mi "muro", de mi "coraza"; no vale la pena..., pero no puedo evitarlo.

Será posible? Parece que he vuelto a los 18!!!!!!!!!!!

El buzon de mi casa dijo...

La vida es una continua, disparatada y absurda metamorfosis hacia la nada. Controlar y dirigir las emociones es el mejor método para elegir los distintos estados en cada una de sus "fases".

Abandonarse a las emociones es el paso previo para quedar a merced de los avatares del azar.

Decirlo y pensarlo es una cosa, ¡ claro!, luego la amígdala tira por donde ella quiere...

Besos Loli,

PD. Esta, "estáis" guapísimas en la foto y muy a la moda, parece que vuelven los pelos ligeramente cardados, las hombreras, los pantalones bombacho, las toreras.... amo los ochenta.... ¿volverán?, ¿volverá con ellos la inocencia perdida?...

Sintagma in Blue dijo...

O que pensabas que no pensabas y sí pensabas...

alfonsoht dijo...

en definitiva somos una proyección de nosotros mismos, incluso la imagen que vemos en un espejo todos los días forman parte de esa proyección, tal vez no nos conozcamos lo suficiente cuando en una foto nos dicen ¿eres muy fotogénico? tal vez nuestra proyección sea muy diferente a lo que somos en realidad, o lo que los demás quieren ver en nosotros

P dijo...

Me encantó este post. Es una lástima que no lo haya leído.

Jesus Dominguez dijo...

Claro. Me casé el sábado 28 de Junio.

Te parece poco?

Un saludo

Jesús Domínguez

Chema dijo...

Yo soy de amor fácil. De los que saben que quieren a los dos minutos, aunque aún no lo sienta del todo, sé que voy a sentirlo. Y el tiempo suele darme la razón.

También soy de odio fácil. Sé que voy a odiar a una persona nada más verla. Es más complicado que lo anterior, porque al principio no siento nada de nada, sólo lo sé. Y puede pasar más de un año hasta que ocurre. Pero finalmente... el tiempo me da la razón.

Acabo de llegar nuevo a tu blog. Pero mira, ya sé que voy a quererlo. Así que...

Un besazo!

Juan Carlos Garrido dijo...

Nunca la extrañeza impacta tanto como cuando es uno quien la causa, a la vez, es un alivio el hecho de comprobar, de cuando en cuando, que uno es algo más que un conjunto de engranajes que siempre producen el mismo movimiento.

Saludos.