domingo, mayo 25, 2014

Placer y dolor (corazas y miedos)





La vida y sus contrapartidas. La vida te da y te quita. La gloria siempre aparece acompañada de un peaje siniestro. Pero todos merecemos la gloria y, sí, la felicidad. Tan sencillo. Tan aplastante. ¿Por qué no lo creemos? Una señora anciana cuando veía a toda su familia reunida en torno a una mesa, exclamaba: ¡Ay, que no nos pase nada malo! Los pensamientos negros de la España negra. Yo lo afirmo: nos aterra la felicidad. En nuestro fuero interno creemos que no la merecemos. Que la dicha indescriptible vendrá acompañada de un nubarrón tormentoso y negro que llenará de ponzoña nuestros días. Para siempre.

¿Tiene usted una vida gris? Felicidades, en el fondo es lo que desea porque los colores le cegarán, porque pondrá en duda cada instante de éxtasis completo de sus horas. Lo analizará, lo descuartizará, lo tirará a la basura. Y, añadirá: virgencica, que me quede como estoy. Así disfrutará de una existencia  monótona, plúmbea, asfixiante . Enfangado hasta las cejas en su zona de confort. Porque alguien le metió en la cabeza, le grabó a fuego --probablemente con la mejor intención del mundo-- que es mejor conformarse, agachar la cabeza, recubrir el corazón de una masa pegajosa, viscosa, letal, que se llama monotonía que le inmovilizará  para el resto de sus días. El miedo es el que nos sepulta. No la vida que, aunque a veces cruel, es un regalo. Cada día es un regalo. Nos tenemos los unos a los otros en un intercambio, una armonía perfecta de estima, afecto, de lazos indestructibles. A veces creados sin ton ni son. Nosotros somos el regalo cada día. Y lo despreciamos.

El placer y el dolor van unidos en el amor, en nuestra concepción, barroca, tortuosa, culpabilista del romance. Un amor que vivimos en nuestro país aún como en el Siglo de Oro. Pero nos equivocamos. Hasta la ciencia nos demuestra que el placer es sagrado, es positivo, es benevolente.  El profesor Barry Komisarukhas de la Universidad de Rutgers (Nueva Jersey) registró la imagen del orgasmo femenino. En el momento del clímax lo que apareció ante sus ojos fue una especie de atardecer ¿Hermoso, verdad? Pero no sólo eso,  según sus estudios, esa fuerza invisible que estimula nuestras hormonas, esa capacidad para el placer anestesia en parte el dolor de mujeres con importantes lesiones medulares, que, por increíble que parezca, sentían placer aunque su cuerpo estuviera terriblemente paralizado.

 Pero aún iba más allá. Gracias a esa mezcla de placer y dolor,  las mujeres de todos los tiempos han podido traer niños al mundo. Es decir, que al espantoso sufrimiento del parto sin epidural siempre le acompañaba una oleada de placer (que la parturienta no podría sentir, claro) pero que sí anestesiaba en parte ese lacerante dolor. Gracias al placer estamos en este mundo, señores.

¿Por qué tenemos tanto miedo a la libertad? ¿A la felicidad?
Cada vez estoy más convencida de que ciencia y poesía son una misma cosa. Un arte en sí mismo, porque la ciencia nos descubre el milagro de vivir. El placer es un regalo. Como lo somos nosotros para nosotros mismos y para los demás. Komisarukhas ha abierto una nueva línea de investigación: ¿Por qué hay personas que son incapaces de sentir el orgasmo? ¿Qué patología física o psicosomática les bloquea?

Yo también podría preguntar ¿Por qué hay personas que bloquean sus emociones?

La ciencia está tan cerca del arte de vivir como lo estaba Shakespeare. O como lo estaba Camarón cuando cantaba aquello de "Enamorao de la vida, aunque a veces duela".

Las corazas son muy cómodas hasta que llega ese momento en el que eres consciente de que tus días se han agotado y te mata la tristeza.

domingo, mayo 18, 2014

Conchita Salchicha y Geena


Geena Rocero, modelo transgénero




Conchita Wurst



Cierto. Conchita conquistó a Europa gracias a una barba. Pero sobre todo, porque salió a un escenario vestida de mujer. Lejos de causar repulsión --mi amiga Silvia Arenas me recordó un antiguo refrán: a la mujer barbuda de lejos se la saluda--  se metió en el bolsillo gran parte de los espectadores que contemplamos Eurovisión pero sobre todo, le dio en las narices a Rusia y Bielorrusia que pretendían dejar fuera a Thomas Newirth, nombre real de Conchita.

Lo cierto es que hay una confusión inmensa en todo lo relativo al transgénero. Los heteros nos quedamos en la superficie; En las frases de las pelis de Almodóvar "No puedo con las dragas, me parecen todas unas mamarrachas" (Agrado) O en comparar a el/la participante austriaca con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús. Así que, para que todo quede claro: un transexual puede ser hombre o mujer pero se siente del sexo opuesto. Un travesti es alguien que se viste del sexo contrario. Una dragg queen es una versión más sofisticada del travesti. travesti y draggs no tienen por qué ser transexuales.  O si.

Tom quedó segundo en un Talent Show con su alter-ego. Yo diría que se siente mujer pero no lo sé a ciencia cierta. Habría que preguntárselo cuando se baja de los tacones.

Hay un ejemplo de transexual que me resulta especialmente emocionante y hermoso. Ella se llama Geena Rocero. Nació niño en Filipinas, se convirtió en reina de la belleza transexual y cuando se mudó a Estados Unidos, después de someterse a varias operaciones, se sentía orgullosa de que en su carnet de conducir, figurase el género "F"

Es modelo de éxito y sólo hace unos meses le descubrió al mundo su secreto. Confesó sentir miedo por la forma en que la sociedad trata a todos aquellos que quieren liberarse. Y esto me vale para todos aquellos que nos negamos a aceptar el rol, el destino, o lo que los demás consideran que debemos hacer, decir y pensar para ser "comme il faut".

Es más fácil quedarse en la superficie que ahondar en la realidad.
Es más sencillo ver a los transexuales como frikis, raros e inadaptados que ponerse en su piel y comprender su gran conflicto interior. Un conflicto que les lleva a ser uno de los colectivos con las tasas de suicidio más altas (un 8% más que el común de los mortales) .  Es infinitamente más simple dar por hecho que el género es una realidad inamovible cuando, tal y como explica Rocero, es algo complejo y misterioso. Algo que incluso algunas religiones han contemplado, como la diosa budista de la compasión o la diosa hindú de los hijras.

Rocero salió del armario siendo ya una top model bellísima y conocida para combatir el desprecio al que son sometidos muchos transexuales.  Explica que cada 20 de noviembre se celebra una vigilia global para conmemorar el Día Transgénero y añade que hay personas fundamentales que decidieron un día levantarse y luchar por sus derechos. Por el derecho a ser como son: Martha P. Johnson y Silvia Ribera.

Conchita o Thomas creo que quiso epatar y lo consiguió porque no había necesidad ninguna de convertirse en mujer barbuda pero ya sabemos que la tele es espectáculo. Rocero, sin embargo, es un ejemplo a imitar. Hay que eliminar las barreras mentales para ser feliz. Hay que reinvindicar nuestro derecho a pensar y sentir diferente. Tendremos que soportar que nos etiqueten. Es inevitable. Es fácil.

Lo difícil, auténtico, valeroso y digno de respeto es tratar de conocer al que tenemos en frente antes de juzgarle.





El color de mi vida







Un hombre y una mujer desnudos. Ella recuesta la cabeza en su pecho. Pocas veces hizo algo similar con esa confianza. Con esa seguridad. Ella se siente feliz, aspira su olor. Se queda enganchada a los sentidos. Él mira al techo. Se abandona a cierta paz. La acaricia. La piel es suave. Le gustan sus pechos, le gusta su culo. Poco a poco la va descubriendo. Antes se derramó sobre ella casi con desesperación, casi con aullidos. Se escapa de sus ataduras volcándose sobre ella, que le dice que le quiere "Pero si no me conoces".  Claro que le conoce. La cama es el mejor sitio del mundo para conocerse a la velocidad de la luz. Porque lo de ellos va la velocidad de la luz. Él a veces duda. Ella se siente desbordada. Cada vez que están juntos es mejor que la anterior. Todo es hermoso, tan frágil. Los humanos lo somos. Gracias, le dice él. ¿Por qué? Pregunta ella. "Porque le das color a mi vida. Antes todo era en blanco y negro".

Ella siente que merecen ser felices. A ratos sufre por la fugacidad, porque es imposible estar juntos. No quiere atarle a su vida. Quiere hacerle libre. Como lo es ella en esencia. Él tiene demasiados vínculos. No quiere que esté con ella ni por agradecimiento, ni por curiosidad. Ya no. Quiere que la busque. Que sea él quien se atreva a quitarse la venda de los ojos y descubrir que el sagrado amor se ha instalado entre ambos. El sagrado amor. 
A veces tiene que jugar a esconderse para que él la encuentre.
A veces tiene que hacerle ver lo precioso que hay entre ellos. Que lo valore.
Porque no quiere que esté con ella por agradecimiento, por no defraudarla, por un simple afán de aventura. No quiere que esté con ella porque otros hombres la desean y sea él quien se la lleve a la cama.
Quiere que la busque porque sí. Porque, en su libertad, consciente de sus pasos, aunque asustado, la elige.
Decide elegirla.
"Eres preciosa". Le hace una foto desde atrás donde contempla la silueta de su pecho. Qué estampa, exclama. Pero la borra, claro.

Ella siente que la noche de luna llena fue especial. Que ninguno de los dos quería salir de ese paraíso fabricado a medias. Que le podría cuidar como se cuida lo más preciado. Que podría besarle todos los días ¡Tantas veces!
Que podrían hacer el amor todos los días ¡Tantas veces!  "no me iba a poner guapa ni nada". "Este ritmo no lo aguantamos todos los días, corazón". No, claro que no. Ese ritmo es lo que la desquicia. Del todo a la nada en pocas horas. De la nada al todo.
Él se maravilla de lo fácil, de lo natural que es el sexo con ella. De cada minuto hermoso que comparten.
Todo es tan frágil.
Todo puede ser o no ser.
Las promesas están fuera de lugar.
Él la acerca en su moto al coche. Cuando se despiden hay un beso.Un pájaro canta en ese mismo momento.
El pájaro de la mañana. Son casi las cinco. Y él se sonríe. "Si es que encima nos pasa esto". Ella bromea: "El universo conspira a nuestro favor".
Todo es complicado pero, al igual que en el Teatro, ella está segura que todo saldrá bien en el último momento ¿Pero cómo? Nadie lo sabe, es un misterio.
En el Teatro de sus vidas ocurrirá el milagro. Cree que ellos lo merecen. Merecen ser felices.Todo el mundo tiene derecho a ello. Es una crueldad arrebatar si quiera la posibilidad.
Nadie es dueño de nadie pero los seres humanos nos pertenecemos los unos a los otros. Ella le recuerda la frase de Truman Capote. Él no termina de quererse ni creerse merecedor de nada.
Entre las bromas y las burradas hay ternura. La ternura endulza el aire. La miel de sus vidas.

sábado, mayo 17, 2014

MILFS Y DILFS en TerritorioG



Esta semana hemos tenido un #TerritorioG muy entretenido dedicado a las MILFS y a los DILFS por un pequeño problema técnico la parte de los DILFS, con la genial @Miss_Forty, nos quedó un poco coja, pero prometemos dedicar un #TerritorioG sólo a los GUAPAZOS.
Por suerte, a Andrés Guevara lo tuvimos en el estudio y de MILFS y canciones de mujeres maduras sí que pudimos charlar largo y tendido

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domingo, mayo 11, 2014

Bondage bondadoso






Ella estaba iracunda, quería vengarse, así que le prometió un encuentro inolvidable, le ató las muñecas al cabecero de la cama y así, tal y como su madre lo trajo al mundo, se largó. Se largó y lo dejó en su casa solo por unas horas. "¿No quería pensar? que piense, que piense". Mi amiga me lo contaba entre carcajadas malévolas. De pronto, la frené en seco: "¿Qué pasó después?". Después se convirtió en un gatito dulce y complaciente --me dijo-- y lo que comenzó como un: "te vas a enterar de lo que vale un peine", terminó, como se pueden imaginar, con una sesión de sexo salvaje, sudor y felicidad.

Desde ese momento, no faltan unas esposas en el kit de supervivencia de la pareja. También vale el cinturón del albornoz, por ejemplo, porque no se trata de hacerse daño. Todo lo contrario. Más daño hace la rutina.

Hace un par de meses salía a la luz un estudio de la Universidad de Nueva York, que revelaba que "las parejas que son estables tiene relaciones en mayor proporción que aquellos que no tienen compañía".  No me sorprende porque, en ocasiones, paso muchas horas en Twitter, donde abundan los solteros,  la disyuntiva más habitual es "O follas, o tuiteas". Total, que los solteros, lejos de saltar de cama en cama, se comen menos roscas que los casados. Y doy fe, porque tengo amigos singles de muy buen ver a los que te imaginas escapando de ventanas de damiselas, como si fueran Romeos y Casanovas, pero dicen que no, que qué va, que ya les gustaría.

La investigación le da la razón a mi soltero:  el 45,8% de las personas con pareja estable practican sexo entre 2 y 3 veces por semana, mientras que sólo el 8% de los solteros iguala esta cifra. Además sólo  el 1% de esos hombres comprometidos, y el 3% de las mujeres en el mismo estado, aseguraron no haber tenido un encuentro íntimo en el último año. El porcentaje de los singles que no se habían comido una rosca durante todo un año se elevaba al 23%, en el caso de los chicos, y al 32%, en el caso de ellas.

Quizás algún casado eleve la ceja ante estos datos. Nueva York no es España, pensarán. Y sí, quizá tengan razón. Porque aquí nos pueden los prejuicios y los miedos. Como decía una amiga: al final, el sexo es sólo sexo y tenemos todo el cuerpo, con sus cuatro kilos de piel para experimentar diferentes formas de gozar y disfrutar. El bondage como tal nos puede sonar un poco duro, pero ¿Quién sabe dónde se esconde el resorte que reactive la pasión de una pareja que ve pasar las días sin saborear la excitación y la lujuria?

Esto es más fácil de lo que parece. Si uno tiene confianza con su pareja, que para eso es su pareja desde hace muchos años, le puede decir con total tranquilidad: "Oye, cuqui, esta noche quiero que me encuentres el punto G, que ya va siendo hora". Y esto también vale para nosotras, especialmente para nosotras, porque ya sabemos dónde está el punto G de los hombres y los terribles prejuicios que tienen muchos heteros acerca de esa zona tan erógena y tan placentera. Y por eso --sepánlo caballeros-- no dejan de ser heteros, sólo más libres para experimentar y ser felices con su cuerpo.

La venganza de mi amiga se convirtió en una salvación dulce para ella y su pareja. La clave es perder los miedos, jugar y lanzarse al vacío del amor.

(NOTA DE LA AUTORA: PERSONALMENTE TODAS LAS IMÁGENES RELACIONADAS CON EL BONDAGE PURO Y DURO ME RESULTAN TREMENDAMENTE VIOLENTAS Y AGRESIVAS. POR SI NO QUEDA CLARO, EN ESTE ARTÍCULO PROPONGO QUEDARSE CON LA ESENCIA, CON LO DIVERTIDO. POR SUPUESTO, NO ME METO EN LAS PREFERENCIAS SEXUALES ERÓTICAS DE CADA UNO, PERO QUERÍA DEJAR ACLARADO ESTE PUNTO)




jueves, mayo 08, 2014

Upskirting y mirones en el #TerritorioG




Esta semana nos quedó un TerritorioG muy divertido. Siempre que colabora con nosotros la gran Valérie Tasso, sobran risas y aprendemos cosas nuevas.

La barrera entre voyeur e invasor de la intimidad ajena es muy delgada, sobre todo desde la masificación de los android.

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miércoles, mayo 07, 2014

EL MÉTODO





Qué lista eres, me decías.  Aunque al princpio la palabra que utilizabas conmigo era la de "talento". Hace falta tener mucho talento para a que a una niña de 14 años le guste Frank Sinatra. Después, pasé la etapa de detective. Podía saber sin mirarte si me eras infiel. Podía saber sin que estuvieras presente, que te tirabas a la gitana que le hacía los coros a aquel cantante guapo que triunfaba a finales de los 90. Me daba igual. No estábamos juntos en aquella época y ya te conocía demasiado bien. Aunque a ti, la que te gustaba era la hija y no la madre. Eso también me lo podía figurar. Lo cabrón que eras.

Luego te daban los ataques de mi. Y me llamabas a todas horas. Y resultaba que a tus años yo era el amor de tu vida. O te pimplabas media botella de JB y me dejabas diez mensajes en el contestador. Adoraba esos mensajes de lobo aúllando a la luna. Pero la luna no bajaba. La luna eres tú, me decías. "Baja luna, tu lugar está aquí, conmigo".

Después a mi me entraban los ataques de "te quieros" y me pasaba el día repitiéndotelo. Y tú: qué pesada con el amor. El amor sólo trae disgustos y problemas. Lo jodido es que me amabas. Lo jodido es que para cuando te diste cuenta de verdad, de verdad de la buena, tú estabas muy enfermo y tus flores en San Valentín ya no me emocionaban un pimiento.

Y yo era la lista que no sabía mentir. Que te cantaba las cuarenta, que te soltaba las verdades del barquero "pareces vasca, cojones". ¿Para qué mentirte? A veces pienso si todo aquello que hice para olvidarte y la losa que puse a nuestros recuerdos fue una venganza. La venganza de alguien con demasiado orgullo para tolerar que un tipo como tú me camelase, pusiera patas arriba mi vida por un capricho. Porque yo era tu capricho: "Merezco alguien como tú", proclamabas. Igual que si fuese una muñeca chochona de la feria. Qué pesada estás con el amor, decías. Pero el amor te llegó después. Un amor por encima de tu ego, por encima de caprichos. Un amor generoso que quiso ahorrarme todo tu sufrimiento final y que se despidió de mi con una ternura inmensa.

Toda tu dedicación primera tenía como único objetivo componer tu propia imagen, no la mía (aunque la compusiste, casi me creaste de nuevo). El despego de tus últimos años, el que me dejaba respirar, desintoxicarme de ti, ese desapego sí que nació por fin del amor (Qué pesada con el amor).
Y has creado un monstruo. Casi a tu imagen y semejanza. Fascinante pero egoísta. Un monstruo que asfixia a todos sus nuevos amores porque ese fue tu método de conquista.
Entiendo perfectamente el Síndrome de Estocolmo aunque tus secuestros, tengo que admitirlo, siempre fueron  sofisticados y hermosos. Y no importaba estar secuestrada en aquellos lugares donde tu mente viajaba con la mía, donde nuestros cuerpos sudaban y gozaban.
He de desaprender el método o jamás volveré a ser feliz.

lunes, mayo 05, 2014

Mara Torres en su tinta el próximo 9 de mayo






Escritores en su tinta 2014 llega a su última etapa. El próximo viernes 9 de mayo recibimos a Mara Torres, finalista del Premio Planeta 2012 con La vida imaginaria, un libro que, os confieso, estoy disfrutando bastante.



MARA TORRES
(Madrid,1974)
De todos los invitados a Escritores en su tinta, Mara Torres es la que tiene mayor vinculación con Molina de Segura, ya que fue finalista del IV Premio Setenil con la obra titulada Sin ti.
Esta periodista y escritora conoció la popularidad tras convertirse en líder de las madrugadas en la SER con Hablar por hablar (2006). Su primera publicación se relaciona precisamente con este programa, donde recopila anécdotas del mismo. Desde ese año, la encontramos en La 2 de RTVE. En 2013 llegó su consolidación como escritora siendo una de las finalistas más prometedoras del Planeta con La vida imaginaria.

Seguro que el encuentro literario con Mara será muy, muy interesante

Viernes 9 de mayo, 20.00 h. Biblioteca Salvador
García Aguilar
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domingo, mayo 04, 2014

Música y sexo divinos



Leonard Bernstein, uno de los genios del siglo XX












Veamos. Ahora llega el psicólogo Benjamin Charlton de la Universidad de Sussex en Brighton y  dice que nosotras, las mujeres, cuando estamos en nuestro punto más fértil del ciclo,  preferimos compositores de música compleja. Vamos, que en ese momento nos dan a elegir y nos tiramos como posesas a Bach, por poner un ejemplo. Nuestro instinto nos dice que podrían ser considerados parejas más capaces. La teoría de Benjamin funcionaría 100% con el compositor alemán. Por un lado, era un artista prolífico, componía una misa semanal. Por otro, tuvo quince hijos. 

Todo encaja, el chakra dos, el que denominan sagrado, el svadhisthana, el que rige la intimidad, la vida social, el amor de pareja, la creatividad, las emociones, el placer y el deseo le funcionaba a las mil maravillas. Sólo hay que escuchar alguna de sus cantatas para saber que Bach estaba conectado con lo divino y copulaba divinamente con su señora. Que fue afortunado en el amor, vaya.

Charlton acierta en que quizá los autores de música compleja sean igualmente inteligentes, clarividentes, tengan un poder especial para captar el alma de las cosas y conectar con los demás. Yo adoro a los músicos. Nos hacen sentir emociones, nos hacen volar. Escriben en un pentagrama gloria bendita pero nunca me emparejaría con un músico. Charlton no conoce a los músicos. Salvo excepciones, sus virtudes son maravillosas para el amor, para conseguir un mundo más bello pero también, en algunos casos, les inhabilitan para la vida en su sentido más práctico. Y no puede ser de otra forma. O eres brillante, un puto genio. O, como recomendaba mi abuela Micaela, eres un hombre honrado y trabajador. Los buenos músicos, me consta, trabajan mucho pero su sentido de la fidelidad es muy particular, como el patio de mi casa.

Dicen que la música son matemáticas: tiempos, silencios. Esquemas férreos, unos raíles que nos elevan al cielo. Pero los músicos, los músicos son otra historia. Por supuesto, a todos ellos, el chakra dos les funciona a las mil maravillas. ¿Recuerdan ese músico que llamaban Elvis, la pelvis? ¿Cómo acabó?

Yo no creo que la música sean matemáticas. La música es sexo y el sexo es divino. Por eso la música de Bach está más cerca de Miles Davis de lo que algunos piensan . Y creo también que vivir con el chakra dos activado las 24 horas del día genera enormes desequilibrios. La creatividad es un don y un castigo.

El fenómeno de las groupies, la cantidad de seguidoras que tienen los cantantes están más que justificados según la teoría de Charlton. Un macho músico podría ser, quizá, el mejor inseminador. Garantizará una perfecta cópula porque ya tenemos claro que el chakra dos vale tanto para componer como para crear la armonía perfecta que favorece el amor. Los músicos serán románticos, tendrán el ritmo en las venas, serán incluso muy fértiles ¿pero serán convenientes para perpetuar la especie?

Si la hembra busca un macho capaz de ingresar el mayor número de calorías posible en su manada sólo le valdría un músico súper ventas en este caso. Un figura. En este caso, sí se cumpliría punto por punto dicha tesis.

Los seres humanos llevan haciendo música desde hace al menos 40.000 años.  Como decía un amigo compositor cuando le entraban las depresiones, la música no sirve para nada: no cura enfermedades, no quita el hambre. Tenía razón pero yo no podría vivir sin música. Es la caricia, el abrazo cuando las caricias y los abrazos faltan. Es belleza que duele y enaltece. Y sí, lo repito: la música es sexo y el sexo es divino.

jueves, mayo 01, 2014

El mandamiento de los amantes





Gracias por existir, dijiste, llevado por el resorte de una canción. Como quedamos en que no te recordaría amores pasados, pasé por alto esa frase, exacta, a la que me regaló alguien a quien amé, quizá demasiado.

Todo resultó tan perfecto, tan como estaba en mi cabeza, que me parecía mentira. El vino con la temperatura justa. Nuestros cuerpos con la temperatura justa. Es decir, sudorosos, brillantes, temblorosos porque siempre hubo ese temblor entre tú y yo. Ese temblor que da tanto miedo. El temblor silencioso, como la calma que precede a la tormenta. Los interminables besos, las sorpresas. Mi corpiño, el cubito que arrebaté a la hielera para pasearlo por tu pecho y meterlo en tu boca y comerlo a medias.
Tu ternura, tu dejarte ir, la fiereza acompasada a un ritmo. El medio tiempo perfecto del perfecto acoplamiento. Escuché tus latidos y jugué al tam-tam sobre tu pecho. Tu me imitaste. Eres un gran imitador. A veces pienso que el sentimiento sólo era mio hasta me confesaste que ya pensaste en mi aquel día, el día en que nos conocimos y que no podíamos quitarnos ojo.
La cama se quedaba pequeña, siempre lo es cuando hay tanto amor. Ese amor incontenible. Y, poco a poco, nos fuimos colonizando. En un momento me abarcaste, me sentí pequeña y protegida entre tus piernas y tus brazos. Y volvimos a los besos. Y regresó tu deseo loco. "¿Ves como me pones? Comenzamos con los besitos y no hay forma de parar".

Pero hubo que parar porque cada uno tenía que regresar a su mundo. A su vida. Descubriste una mancha de sol en mi espalda cuando compartíamos la ducha.

Nos quedamos con el número de habitación de hotel, con esa canción que un día nos recomendamos mutuamente, al mismo tiempo. Cifras y letras. De pronto todo cobra significado. Todo encaja.

Como soy una egoísta irredenta, odio devolverte al mundo. Odio terminar las horas del placer, de luna de miel .Siempre insuficientes. Como soy una egoísta, quizá te dejaré marchar para evitar el desgarro que supone la vida en tu ausencia. Que no me enamore, dijiste. Sí, también dijiste eso. Como quedamos en evitar hablar de amores pasados, obvié contarte que alguien me pidió exactamente los mismo mientras me follaba en su piscina. El que se enamoró fue él. Porque, como soy una egoísta, me entrego de una forma que asusta. Pero mi entrega es genuina. No persigue fin, ni interés y quizá nada tenga que ver con el enamoramiento.

Como soy una egoísta, me enamoro del hombre que me demuestra su amor exclusivo, inquebrantable, una y otra vez. Un año tras otro. Así, hasta al menos tres. Así consiguió enamorarme de verdad el único hombre del que me enamoré.

Con los demás me entregué, porque cuando amo, siempre me entrego. Y amé, que el amor es algo sagrado y hermoso. Pero cuando sumas decepciones, ansias insatisfechas o pequeñas deslealtades, la entrega se atenúa y no hay forma de enamorarse...e incluso de volver a entregarse con el mismo ímpetu. Y no es venganza. En ocasiones, incluso en muchas ocasiones, intenté capturar ese sentimiento, ese afán para salvar la relación más larga de mi vida.

Pero quedamos en que no te iba a hablar de mis otros amores. A pesar de tu aparente frialdad, detestas conocer los detalles. Los detalles que me hacen como soy, tal y como me ves. Tal y como me entrego a ti en una habitación de hotel, en un sillón rojo de un burlesque desierto, abrazada como una colegiala en tu moto.

Los detalles lo son todo: What a wonderful nigth!, leí en mi móvil mientras me desvestía, minutos después de habernos devorado.

Esto sí es tuyo enteramente pero no me vale, porque en esa exclamación falta el componente emocional, tierno y exclusivo.

Fue una noche maravillosa porque tú y yo lo somos cuando estamos juntos. Esos momentos son de una belleza tal que casi me enferma. Nuestros momentos son sagrados. Como el sagrado amor, como otras cosas que se presuponen sagradas.

Como soy una egoísta, no aceptaré. NO ACEPTARÉ, un "lo nuestro", que no sea sagrado en sus horas. Hermoso e irrepetible. Porque es distinto cada vez. Y así habrá de ser.

No te recordaré amores pasados pero te diré que sólo sobreviven en mi memoria y, lo que es más importante, en mi corazón, aquellos que trascendieron el sexo aunque el sexo fuese increíble con ellos. Aquellos que me transformaron, que me hicieron armarme de valor, perderle el miedo al miedo, aprovechar el momento (porque es verdad que el tiempo se nos escapa) y aquellos que me demostraron que no hay barrera emocional, psicológica, mental, física o material que se interponga entre dos amantes que se quieren, que están dispuestos a ser amantes mientras se pueda y que sobrevaloran la palabra amante por encima de cualquier otro vínculo terrenal. Porque esa es la fuerza transformadora de la vida.

Y como soy egoísta, no me pienso conformar con menos.