lunes, septiembre 28, 2009

Ángela Vallvey, el miércoles en Escritores en su tinta


Fragmentos de "A la caza del último hombre salvaje".


"La abuela apenas come nada, excepto jamón o montaditos de lomo de forma ocasional; nos sale más barata que un canario disecado"

"tengo el transtorno mensual transitorio"

"Se dirige a la puerta dando unos pasitos de bailarín con hemorroides"

"Cuando el señor Oriol dice que ya se ha ocupado del cuerpo, utiliza una delicada metáfora para no tener que explicarme con detalle el penoso, largo y elaborado proceso que consiste en tratar las horrorosas erecciones post mortem de algunos difuntos. Lo cierto es que a las familias de los finados les resultaría un trago bien amargo verse obligados a contemplar a sus seres queridos empalmados debajo de los pantalones de vestir ...tiesos en toda la generosa aceción de la palabra, incluido el cadavérico ciruelo.
Un día le vi utilizar, al borde de la desesperación, un bote entero de pegamento rápido industrial Loctite (acción instantánea, pega con eficacia incluso el hierro y los metales pesados) con la entrepierna de un militar de mediana edad sorprendido por la muerte en una de esas casas que antes se decía de licencia y lenocicinio y que ahora sólo se llaman de putas;


Ángela Vallvey

Escritores en su tinta

Miércoles 30 de septiembre

20,00 horas

Biblioteca Salvador García Aguilar

Molina de Segura.

sábado, septiembre 26, 2009

Síntomas


La foto Halloween de las hijas de Zapatero me hace albergar serias dudas acerca del futuro de nuestra juventud. Chavalas que están en la flor de la vida parecen las primas terceras de Demis Roussos pero con la diferencia de que el cantante del Triki Triki llevaba túnicas de colores, incluso doradas. Que lo suyo era una cosa hippy pero lo de estas mozalbetas...Ays. Cuando me la comparan con Morticia Adams, o la señora Munster, esa maravilla de personaje interpretado por Ivonne de Carlo (creo) me parece injusto. Lily Munster tenía estilo. Ese pelo, ese tipazo, ese maquillaje cuidado
Me preocupan las hijas de Zapatero...pero me preocupan las mujeres que están en esa edad. Cuando era un pimpolla, si una estaba rellenita, apechugaba con lo que tenía pero no se ponía túnicas. Nuestras ropas eran fucsia, blancas, rosas...
El afán por lo mortuorio de los jóvenes me desasosiega. Debe ser verdad de que no se ven en un futuro...Al pobre Michael Jackson le sucedía igual. Con esa cara tan blanca y esas gafas tan negras parecía al final la careta de Scream (1,2,3 y hasta la infinitud).
¿Ellas son representantes de esa juventud intelectualoide y amargada?.
Por un lado, visten túnicas hechas a medida (esas princesas no entran en Bershka, que me caiga redonda al suelo si miento). Por otro, se ponen muñequeras de ¿motero? de diez euros la pieza, lucen colgantes celtas y se pintan ojeras para dar aún más miedo.
Más que preocuparme las hijas de Zapatero me preocupa la adolescencia entera sumergida en el mundo manga...que no es el fantástico mundo de colores de la abeja maya, por cierto; me preocupa el sobrepeso notable de muchos de ellos, carne de colesterol y de otras temibles enfermedades...porque no son unos kilitos de más, no. Y me aterra que les guste tanto la muerte.
En lo del negro y las molonas botas, no les pongo pegas, pero el resto del conjunto me deja meditabunda, cabizbaja ¡Diantre!, creo que he entrado en el mood, voy a pintarme unas ojeras, a ver si así lo entiendo mejor.

martes, septiembre 22, 2009

Lastdays


Sólo queda en la
retina
el instante del
adiós.
Cuídate, come
algo, el viaje
es largo.

Sólo queda
en el silencio
la voz rota
al otro lado.

Un abrigo
naranja,
unos zapatos
de cebra.
El desenfado
por fuera.
La añoranza
por dentro.

En la retina,
apenas la media
luz. Las cuatro
de la tarde.
Se escapa el día.
Se va mi tren.
Come algo,
cuídate,
vuelve pronto.

El bullicio en la
calle. Un taxi
que para.

En la
retina, ella
corre por las
aceras. Con sus
tacones,
valiente coqueta.

Quiere llover,
llega el otoño.
Ella se lleva
el deseo.
Su olor provoca
la añoranza
completa.

En la retina
sólo la melancolía
y la nostalgia
de los instantes
fugaces.

Un taxi que para.
Mi tren que se marcha.

Imagen: Germán Sáez

domingo, septiembre 20, 2009

Los Soprano


¿Una serie de tíos gordos con camiseta imperio, pelo en pecho y medallas de la virgen? ¿Eso es Los Soprano? Creo que mucho más...Pero, lo confieso, me la ví este verano de tirón. Estoy con la sexta temporada en Fox...subyugada con la relación entre Tony Soprano y la doctora Melfi. Las complicaciones de Carmela con, ay, Furio, que se fue, se fue, por desgracia.
La calidez y la frialdad de estos tipos que viven, aman y matan con la misma naturalidad. Como si respirasen. Porque son soldados, dice Tony Soprano. Que, pese a ser un mastodonte, te cautiva con su fragilidad...porque, en el fondo, no le gusta...no le gusta nada su trabajo.

miércoles, septiembre 16, 2009

Similitudes


No es lo mismo escuchar música con el móvil a toda pastilla por la calle, que escuchar el transistor. Ya sabéis...esa tierna imagen del abuelito con boina, radio pegada a la oreja ensimismado en el partido. Pero me pregunto por qué esta moda de llevarse el ruido a todos sitios. Lo del partido tiene su lógica. Lo escuchas en directo o no tiene gracia, pero lo del móvil no lo entiendo. Una cosa es ir uno con sus auriculares, ahí de buen rollito, sin molestar al personal...pero lo otro...¿esos humanos a un móvil pegado que portan como si de una antorcha o linterna se tratase? ¿Por qué lo hacen?¿Para fardar de la música que se han bajado? ¿Para llamar la atención? ¿Son adictos a a una canción y no pueden dejar de escucharla? Que alguien me explique estos misterios insondables de nuestras juventudes, en cuya intrincada materia me iré metiendo poco a poco, DM.


Foto de Germán Saez...

Yo de escuchar a alguien por la calle, sería a este (Elvis Costello)

miércoles, septiembre 09, 2009

Aterrizar


Llevo días mirando esta página en blanco sin decidirme a darle contenido. El aterrizaje que supone septiembre se hace más suave con actividades como la de anoche en el Museo de la Ciudad. Allí Sebastián Mondéjar puso música a unos versos melancólicos sencillos y verdaderos sobre septiembre de nuestro genial poeta Eloy Sánchez Rosillo. Había muchos amigos. Soren Peñalver de blanco inmaculado y púrpura fue el maestro de ceremonias y coordinador de este sarao. Lucía Sánchez, la voz maravillosa de la cadena SER en Murcia, Mamen Piqueras, deslumbrante y guapísima. José Antonio con sus versos sobre el mar. Pascual García, José Cantabella, Isabelle (sólo y simplemente Isabelle) y hasta una rapsoda de origen francés y cuyo nombre no recuerdo que cantó al carnicero del superpermercado. No, el tema no tenía nada que ver con el mar...pero el carnicero estaba la mar de bueno.
En otros escenarios, Caro Ceice amenizó el primer Black Coffee con su maestría. Mariano Pérez Ródenas con su gran conocimiento nos recomendó dos interesantes títulos. Rentero nos trajo el cine, como siempre, con su simpatía y buen hacer habitual.

Y parece que se abre una puerta...Y hasta aquí puedo leer. Hay, después de todo, lugar para la esperanza...Aunque haya estrellas que no dejan brillar a nadie más.
Aquí, una en su modestia, tiene el brillo de los buenos amigos, de la vida bella, del amor de tantas personas que se siente afortunada y agradecida (mira tú, como Lina Morgan). Aquí seguimos, lo cual no es poco. Y sin mascarilla.
Imagen: Germán Sáez