13.00 Los seres humanos, a semejanza de los insectos, atraviesan por tres frases o etapas de desarrollo, si el tiempo se lo permite. A los que están en la primera etapa se les denomina niños, a los de la segunda, currantes, y a los de la tercera, jubilados. Los niños hacen lo que se les manda; los currantes también pero son retribuidos por ello; los jubilados también perciben emolumentos pero no se les deja hacer nada, porque su pulso no es firme y suelen dejar caer cosas de la manos, salvo el bastón y el periódico. Los niños sirven para el carbón de las minas, pero el progreso ha dado al traste con esta función. Ahora salen por la televisión, a media tarde, saltando, vociferando y hablando una jeringonza absurda. Entre los seres humanos, como entre nosotros, se da también una cuarta etapa o condición, no retribuida, que es la de fiambre, de la que más vale no hablar.
14.00 La contemplación de los niños y los viejos y la reflexión sobre mi propia existencia me han acongojado. Vierto copiosas lágrimas
01.30 Me despierta un ruido tremebundo. Hace millones de años (o más) la Tierra se formó a base de horrorosos cataclismos: los océanos embravecidos arrasaban las costas, sepultaban islas mientras cordilleras gigantescas se venían abajo y volcanes en erupción engendraban nuevas montañas; seísmos desplazaban continentes. Para recordar ese fenómeno, El ayuntamiento envía todas las noches unos aparatos, denominados camiones de recogida de basuras, que reproducen bajo las ventanas de los ciudadanos aquel fragor telúrico. Me levanto, hago pis, bebo un vasito de agua y a dormir”.
17,00 No hay en todo el Universo chapuza más grande ni trasto pero hecho que el cuerpo humano. Sólo las orejas, pegadas al cráneo de cualquier modo, ya bastarían para descalificarlo. Los pies son ridículos; las tripas asquerosas. Todas las calaveras tienen una cara de risa que no viene a cuento. De todo ello los seres humanos sólo son culpables hasta cierto punto. La verdad es que tuvieron mala suerte con la evolución.
03.41 Al oír el estrépito acude un camarero y me ordena que deje libre la mesa de inmediato. Me informa que esta mesa ha sido reservada por Estefanía de Mónca, su prometido y unos acompañantes. En realidad, añade, la reserva fue hecha el 9 de abril de 1978 y aún no ha comparecido nadie, pero, tratándose de quien se trata, la gerencia de local no ha estimado oportuno dar por cancelada la reserva. Una vez por semana, continúa diciendo el camarero, los manteles y servilletas son lavados, los cubiertos abrillantados, los arreglos florales renovados, las hormigas exterminadas, y los panecillos (de pan blanco, integral y de soja) reemplazados por otros recién salidos del horno. En un rincón hay media docena de fotógrafos cubiertos de telarañas.
21. 00 Desde el punto de vista estadístico, parece demostrado que los ricos viven más y mejor que los pobres, que son más altos, más sanos y más guapos, que se divierten más, viajan a lugares más exóticos, reciben mejor educación, trabajan menos, se rodean de mayores comodidades, tienen más ropa, sobre todo de entretiempo, son mejor atendidos en la enfermedad, son enterrados con más boato y son recordados por más tiempo. También tienen más probabilidades de salir retratados en periódicos, revistas y almanaques.
"Sin noticias de Gurb", Eduardo Mendoza
Eduardo Mendoza será cocinado "en su tinta" esta noche a las 20,00 horas en la Biblioteca Salvador García Aguilar de Molina de Segura, Dios Mediante. O no.
1 comentario:
Qué novela más redonda. Qué lujo para el lector.
Y, sin embargo, ¿por qué me parece que "Riña de gatos" es una novela precipitada, terminada antes de tiempo, que le falta una revisión?... La sombra de Lara es alargada y poderosa...
Besos!
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