domingo, abril 29, 2018

Lugares de encuentro, conexión y excepción









El Whasapp  escupe chistes. Todo el día. A través del móvil llegan memes, videos, gifs, audios. Lo único que me gustan son los enlaces a determinadas canciones. De entre el maremágnum que cada cual recibe en su dispositivo ¿con qué se queda? A veces, con una frase en el momento oportuno. El que está al otro lado sabe que la necesitas.  Y ahí, de 500 contactos de Whasapp nos quedamos con tu grupito de cinco o seis amigos y dos o tres personas especiales. Eso es todo.


Decía Truman Capote que los amigos caben en los dedos de una mano y le sobraban dedos. Luego está ese otro maremágnum, el de los conocidos. Cierto que habrá mucha gente que te estime, que piense en ti como una persona valiosa pero sólo dos tres personas en toda tu vida  te verán como uno entre un millón. Y son esos que te conocen con todas tus virtudes y también con todos tus defectos. Y aún así, se quedan a tu lado. Son esas almas que te dan un lugar de excepción, que comparten contigo lo que con nadie más compartiría.

Y ahí surgen las diferencias entre las amistades y los amigos. Los ingleses hablan de "relations" esa red extensa que te pone nombre y cara y hasta concepto. Por eso relatives tiene la misma raíz. De entre todos tus parientes ¿A quiénes consideras amigos? ¿No es cierto que la mayoría de ellos son amistades/relations? ¿A quién dejarías a cargo de tu hijo en un momento determinado?

Hoy día todo es muy confuso. Conoces a alguien, te cae bien e inmediatamente la colocas en tu estantería mental de la gente que mola. Con esa persona has tenido un punto de encuentro. Los siguientes escalones son más complicados de subir. A veces, no queda más remedio que dejar a la vida que haga su trabajo. Por más que te empeñes o se empeñe el otro, del punto de encuentro no nace necesariamente un punto de conexión y mucho menos un lugar de excepción.

En esta sociedad de solitarios, las redes sociales confunden los roles continuamente . Existen cientos personas con la manita levantada, como si de una gran aula viviente se tratara, pidiendo ser elegidas. Y cualquier detalle es tomado como una invitación a invadir tu castillo. Uno puede ser muy cool pero gestionar este caos es complicado y no hay libros de instrucciones para ello.

Ante esto sólo diré que la vida es una sorpresa. Que es posible que alguien a quien conoces por las redes sociales se convierta en tu amigo del alma, con quien llegas a compartir mucho: sucesos importantes, victorias, el nacimiento de un hijo, un transplante vital, un nuevo amor, un premio literario…pero esto sucede en contadas ocasiones y para eso existen entre ambos, no sólo puntos de encuentro, si no muchas conexiones importantes e insospechadas, quizá milagrosas.

Otorgarle al otro tu lugar de excepción son palabras mayores. Ese otro ha de traspasar la barrera del tiempo, del mal humor, de los días grises incluso de los enfados circunstanciales. Estar tan cerca implica chocar y estallar en ocasiones. No todo es color de rosa.

Así que elige bien a quien das ese puesto en tu vida. Nadie es más que nadie pero tú eres único y maravilloso. No regales tu lugar de excepción. Hazte las preguntas poderosas. Por ejemplo, esa que nos da tanto miedo ¿Quién permanecerá a mi lado cuando mi vida sea un caos? ¿Quién me amará cuando ni yo mismo me ame?

1 comentario:

Beauséant dijo...

Es una reflexión interesante, es verdad que las redes sociales han cambiado nuestra forma de relacionarnos y de ver el mundo. Parece que todo es más superficial, no damos tiempo a asentar las cosas... quizás por eso me gustan los blogs, tienen otro ritmo, ¿verdad?