La bahía era el arco iris de un sueño. Una irreal visión en aquel amanecer caribeño, en el que despertó con un jet lag impropio para un hombre tan viajado. De aquella maraña luminosa le pareció que emergía una Venus de Botticcelli. "Algún día tendré que dejar el whisky", creyó pensar. Porque los vivos piensan, hablan, sienten. La Venus insistía sobre la concha marina. Movía un dedito para atraer su persona adormilada. Al instante, el cuerpo de Íñigo Uturri, flotaba, abandonaba el balcón del hotel y se perdía en la línea del horizonte marítimo. Los viandantes señalaban desde el piso y el viajero presumía que el periplo, todo su periplo, llegaba a su fin. Nunca en su vida soñó con un final tan feliz.
jueves, julio 19, 2007
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17 comentarios:
Vaya lujo el resultar atraído por una
Venus...de Boticelli!!
Encantado de volver a visitarte Lola
Lola...que hermoso texto como para quedar suspendido al igual que Iñigo Uturri...
beso
marcelo
Precioso.
Amo La Venus de Botticcelli!!!!
¿Final feliz?
Qué mejor final, no???
Muy bonito, Lola.
aún recuerdo la emoción en Florencia cuando ví este cuadro, la figura emergiendo libre.
Buena asociación con tu relato.
saludos.
:D
Un final espectacular, sin duda :)
los vivos hablan y piensa, y también los muertos, que sueñan con haber tenido la suerte de escribirse un buen final...
Siempre te digo que me encanta lo mucho que dices en poco espacio (aunque tú siempre me contestes que no es por concisión sino por vaguería).
Besitos.
Siempre dejas con ganas de más...
Un beso
Ni yo tampoco. ¿Pero quién sabe?
La vida es tan caprichosa...
Me alegro de volver a leerte, mi ordenador ha estado enfermo.
Besos!
Te frecuento poco y eso es algo que resolveré añadiéndote a mis links.
la Venus...en mi viaje de estudios a Italia, me tocó presentarla ante el resto de mis compañeros. Saqué cuatro datos básicos de una encicolpedia de arte, aquel año tenía las hormonas muy revolucionadas como para tomarme el arte en serio.
Años más tarde, la tuve en casa (una copia) y no hace mucho he tenido que desprenderme de ella, pero en este tiempo que hemos estado juntos sé mucho más de aquellos 4 datos que aprendí para cubrir el expediente.
Sería casi urgente que visitase, con o sin whisky, este cuaderno virtual del blogger con apellido de trompetista de jazz.
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