sábado, octubre 06, 2007

Prejuicios


Los prejuicios nos dejan ciegos. Nos impiden ver a la persona o situación real que tenemos frente a nosotros. Hay determinados espacios donde uno se harta de ver esto a diario. Personas que son estigmatizadas, etiquetadas porque piensan o sienten de una manera algo "diferente" al resto. Mi teoría es que hay lugares que no cambian a mejor porque hay una serie de mensajes instalados en el subscosciente colectivo de la población. Esto limita enormemente. Provoca que las mentalidades no varíen un ápice en 20 años y no se permita la entrada de aire fresco en los mapas de tantas ciudades todavía burguesas....Cuandola burguesía es claramente un invento del pasado. Esta suerte de inalterabiliad provoca el asfixia de la vida. El inmovilismo nos hace sospechar una Pompeya de murales y estatuas. De paisajes inalterables, de gentes, las mismas gentes, pegadas a esos paisajes. La tradición tiene cosas buenas, pero el imperio de la tradición, por cojones, mata.

22 comentarios:

Anónimo dijo...

Lola, ha hecho diana hoy en el tema y el momento en que habla de lo que habla.
Una aspirina que alivia el dolor; un dolor específico.
Gracias.
Un saludo, yo ya cojo el vaso de agua.
armstrongfl

Underworlddd dijo...

Todos prejuzgamos, es nuestra naturaleza de entendernos sin conocernos...¡hola Lola! me llamo Rodrigo... y cruzo tu mirada...segundos después tu cerebro realizara un PRE : sin pedirte mucho permiso, y te será muy difícil cambiarlo a posterior.

Cuando nuestro entorno (familiar, laboral, amigos, etc.) permanece estable, toda marcha más o menos bien...en el momento que llega algo o alguien extraño que modifique nuestra tranquilidad, se produce ese prejuicio, en tanto que nuestro cerebro se pone a trabajar por libre, para analizar: si ese elemento en alguna medida pondrá en peligro lo “MIO”.

Los cambios en el universo son lentos: una montaña se mueve 4 milímetros cada veinte mil años...el ser humano ha metido la directa... los cambios son tan rápidos en cualquier campo: que provocan la desconfianza general y el deseo de cierto inmovilismo que nos transmita seguridad.

Rodrigo

Txe Peligro dijo...

lo difícil es no cambiar.

todo fluuuuye

besos

Anónimo dijo...

Estoy muy de acuerdo con la posición que has expuesto, de manera sencilla y clara.
No creo que se deba despreciar la tradición, o el respeto de las tradiciones, tal y como tú dices; pero es cierto que hay un peligro y mucha injusticia por parte de quienes sólo piensan en clave de prejuicio y tradición. Y me preocupa que en nuestro pais crezca el prejuicio, la intransigencia, el partidismo y diría que el casi fundamentalismo, al menos en sectores muy concretos.
Gracias por señalar este tema, que me parece, como he dicho, muy interesante.

M dijo...

Lola...detras de cada prejuicio, se esconde una buena dosis de miedo.

Y detras del miedo, algo de inseguridad....y detras de la inseguridad, el afan de supervivencia....

Nosotros mismo perpetuamos los prejuicios.

Besos,
Hilda

( me cuentan que estuviste muy biennn en esa tarde de debut. Vida loca pero te llamo sin falta el lunes)

Sintagma in Blue dijo...

A veces parece que fuésemos incapaces de aprender nada.

Landahlauts dijo...

Oye....
¿es que has estado en Granada hace poco?
La has clavado.

Besos.

Ful dijo...

Hola Lola, hacía tiempo que no pasaba por aquí. Tu blog es muy fácil de leer ahora, me gusta el diseño, se hace agradable. Sobre los contenidos este pobre bufón no puede opinar. Mi blog lo estoy definiendo en torno al humor, algo muy alejado del tuyo, aunque te diré algo que seguro sabes: humor y poesía son extremos que se tocan.

alfonso dijo...

Totalmente de acuedo con la viuda... pero
¿y el movilismo a la inversa? ese empeño de algunos en llevarnos a un pasado dónde nunca debiéramos haber estado?
Si Rod, los cambios son lentos pero ¿podemos acelerarlos?. No, debemos apresurarlos, es una necesidad imperiosa guiada por la curiosidad.

Raquel Bermúdez dijo...

Acelerar el cambio, y a la mínima conseguida mejor andar despacio por él, pasearse y disfrutarlo, sin pasar de un stress a otro. Pero vaya q sí, el imperio de la tradición acojona bastante.
Besacho!

Anónimo dijo...

Yo soy optimista y pienso que cada vez más gente se atreve a dar el primer paso, que en definitiva es el más difícil...

coco dijo...

¡Tracatrá!
(es lo único que le faltaba al post, querida).

Tamaruca dijo...

Y tanto. Más de lo que creemos a veces.

nancicomansi dijo...

El prejucio es caasi inevitable. Lo que debemos es "dar el beneficio de la duda" y comprobar nuestra "intuición...que muchas veces falla...

Un beso.

Ansioux dijo...

Creo que el prejuicio surje con el temor al miedo.

Y muchas, muchísimas tradiciones deberían evolucionar o evaporarse para evitar la fosilización absoluta.

Un placer leerte
Saludos

Anónimo dijo...

Coincido plenamente y lo expresas de maravilla

Un saludo,

Mariano Zurdo dijo...

Prejuzgar es muy humano porque economiza esfuerzos. Lo malo es convertirlo en modus vivendi, y lo que es peor, elevarlo a la categoría de certeza.
En resumen, un asco.
Besitos/azos.

El buzon de mi casa dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jónathan Gil Guerrero dijo...

Los prejuicios siempre nos acompañarán pero siempre debemos luchar contra ellos

Luna Carmesi dijo...

¡Que blog tan grande tienes!
Los prejuicios es posible que sean los posos de nuestras miserias pasadas.
Aquello que nos tapona las tuberias donde deberia fluir nuestra vida.
Que palabras las tuyas... describiendo el lastre.

Saludos.

Unknown dijo...

Unos prejuicios sustituyen a otros, Lola; son como las olas que vienen y van: parecen las mismas, pero son distintas, y al cabo van dejando en el fondo toneladas de arena bajo la que siempre acaba enterrada la verdad.

Un fuerte abrazo
Carlos
http://eltorodebarro.blogspot.com/

Meteorismo galáctico dijo...

Vivir en sociedad implica aceptar muchas cosas sin entenderlas o incluso sin estar de acuerdo con ellas. Si uno quiere estar libre de prejuicios o de tradiciones incomprensibles, no le queda más remedio que retirarse a vivir en soledad al monte (cosa muy dura) o pasarse la vida intentando hacer ver a los demás que están equivocados para que, una vez convencidos de su error, adquieran unas nuevas ideas que, al cabo de algunos años volverán a ser consideradas prejuicios y tradiciones.

Siempre es más cómodo decir que se está de acuerdo con lo que otros dicen que intentar formarse un criterio propio y, en ausencia de criterio propio, los prejuicios florecen con alegría y la estupidez se difunde con rapidez.

P.D.- El que esto dice se considera a sí mismo un necio de mucho cuidado. Confío que, gracias a esta aclaración, nadie piense que mis densas e incomprensibles palabras tienen algún sentido, pero me sentiré dichoso si alguien dice eso de “Meteorismo, estoy completamente de acuerdo con lo que dices”.