Ya nada es para siempre. Al menos en nuestro país, y a tenor de los últimos datos sobre divorcios que nos colocan por delante de toda Europa. En España se divorcia una pareja cada tres minutos y medio; en el primer trimestre de 2007 se registraron 37.500 divorcios y a lo largo del 2006, nada menos que 141.000, según los datos que aporta el Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea
Aunque Murcia no está a la cabeza del número de rupturas, tampoco a la cola; En la Región se han realizado 2.316 divorcios consensuados y 1.800 no consensuados en lo que va de año.
Son diferentes los motivos que se apuntan para este repunte inusual de casos de divorcio. Por un lado la simplificación del proceso, a raíz de la nueva Ley de 2005, que evita pasar por el trámite de la separación para llegar al divorcio definitivo; por otro, la incorporación de la mujer al mundo laboral, la baja natalidad y un cambio en la cultura y costumbres.
Asimismo, también se constata mayor número de divorcios a mayor nivel de renta. Lo cual significa, que muchas parejas permanecen atadas por razones tan crematísticas como una hipoteca o la percepción de algún tipo de subsidio.
Desde diversas fuentes también se apunta que este crecimiento disparado de las rupturas se debe a la existencia de bolsas de potenciales divorcios que no se ejecutaban por las dificultades de la antigua ley.
Sociólogos y juristas sostienen que se aprecia una banalización tanto del matrimonio como de la separación; así como una obsesión por perseguir la felicidad y la realización personal, por encima de otros valores como el esfuerzo y la negociación, vitales en la convivencia.
Otro dato interesante es que España ostenta el récord mundial en parejas que se divorcian a los pocos meses de casados; Por lo visto la “temporalidad” se impone frente a la permanencia; la independencia económica lleva por el camino de “no aguantar”, ni cumplir aquello de “Y hasta que la muerte nos separe”.
Aunque Murcia no está a la cabeza del número de rupturas, tampoco a la cola; En la Región se han realizado 2.316 divorcios consensuados y 1.800 no consensuados en lo que va de año.
Son diferentes los motivos que se apuntan para este repunte inusual de casos de divorcio. Por un lado la simplificación del proceso, a raíz de la nueva Ley de 2005, que evita pasar por el trámite de la separación para llegar al divorcio definitivo; por otro, la incorporación de la mujer al mundo laboral, la baja natalidad y un cambio en la cultura y costumbres.
Asimismo, también se constata mayor número de divorcios a mayor nivel de renta. Lo cual significa, que muchas parejas permanecen atadas por razones tan crematísticas como una hipoteca o la percepción de algún tipo de subsidio.
Desde diversas fuentes también se apunta que este crecimiento disparado de las rupturas se debe a la existencia de bolsas de potenciales divorcios que no se ejecutaban por las dificultades de la antigua ley.
Sociólogos y juristas sostienen que se aprecia una banalización tanto del matrimonio como de la separación; así como una obsesión por perseguir la felicidad y la realización personal, por encima de otros valores como el esfuerzo y la negociación, vitales en la convivencia.
Otro dato interesante es que España ostenta el récord mundial en parejas que se divorcian a los pocos meses de casados; Por lo visto la “temporalidad” se impone frente a la permanencia; la independencia económica lleva por el camino de “no aguantar”, ni cumplir aquello de “Y hasta que la muerte nos separe”.
15 comentarios:
!Qué decir cuando en tu texto ya está todo dicho!...sin quitar ni añadir coma.
Al fin y al cabo el matrimonio es un invento humano contrapuesto a las leyes naturales.Su tendencia es la desaparición..pero !qué pena!
Quizas se quiere ver la vida en pareja como una utopía, luego resulta que hay problemas,no era lo esperado y a la minima adios muy buenas...es una lastima no entender las etapas de cada estado vital.
No hay solución tal y como está planteada actualmente la sociedad.
El concepto de pareja ha cambiado.
Ya ni siquiera vale decir está cambiando, no, es drásticamente, ya ha cambiado. Hasta los niños se extrañan en el cole cuando uno dice que vive con su padre y con su madre juntos. Ya son mayoría los que tienes dos casas y dos ambientes... Y no pasa nada. No es malo ni bueno. Es simplememte diferente. El concepto de familia ha cambiado.
Besos
Menudo peliculón has elegido para ilustrar el tema de los divorcios. Por no hablar de la preciosa canción de Henry Mancini del mismo título, que me flipa. Creo que encontrar a alguien con quien te merezca la pena pasar el resto de tus días (no hablo ya ni siquiera de amor), tal y como está hoy el mundo, es un reto comparable al de los salmones cuando remontan el río y vuelven a casa para desovar. Pocos tienen éxito y la mayoría quedan en el camino, pero ay de aquellos que lo logran. ¡Qué felices serán para el resto de sus vidas! Yo soy de esos que se estrellaron en la última presa, casi a punto de llegar a su destino, pero cuento con toda la ilusión del mundo para volverlo a intentar. Así que:
"If you're feeling fancy free,
Come wander through the world with me,
And any place we chance to be
Will be our rendezvous.
Two for the road, we'll travel down the years,
Collecting precious memories,
Selecting souvenirs and living life
the way we please".
Besos, Lola
Es que eso de la mujer abnegada se lleva muy mal, la verdad.
(besitos, niña, que ya estoy de vuelta)
Estoy con poco tiempo, por ello dejo el mismo mensaje en varios blogs, pero no quería estar ausente
de los lugares que tanto quiero.
Pronto recuperaré las horas libres y las dedicaré a visitarlos y dejarles mis palabras.
Mil gracias, les dejo un enorme abrazo.
MentesSueltas
Todo cambia, nada permanece igual, ni siquiera el clima, aunque el primo de mister Rajoy lo ignore.
Un saludo.
Es bueno no atarse a nadie contra la propia voluntad. Es bueno hacer fácil romper algo que hace daño.
Es duro, estoy con Celestino, que las parejas se rompan.
Me da ganas de ver esa película también, la de DOS EN LA CARRETERA.
A mí estos datos me ponen triste, soy una cateta en cuestiones del amor, el romanticismo está pasadísimo de moda; así de mal me va, que no encuentro lo que busco :(
El matrimonio, desde el punto de vista legal y aséptico de religiosidad, no deja de ser un contrato.Punto. No es que la gente ahora se quiera más o menos, el ser humano no ha sufrido ninguna mutación genética en los últimos años que lo alejede la especie, lo que pasa es que ahora el amarse o no lo saben también los sociólogos y lo contemplan sus estadísticas.
Periodista, escritora y, además, guapa.
Antes se aguantaba todo... y la mujer mas.
Ahora...Tu penultimo parrafo (el de la banalidad, etc...) da que pensar...
y, no hay que casarse...
Yo creo que sí... que la causa es esa banalización y ese "no aguantar nada" motivado quizás por asignarle al matrimonio (o a la pareja) más expectativas de las que pueda tener en realidad.
Ya es que no nos aguantamos ni a nosotros mismos, y en fin, al final es que lo de "hasta que la muerte os separe" estaba muy bien cuando la edad media de vida eran 45 años... y la vida no era tan vertiginosa.
Como dije una vez y una amiga se encarga de hacerme repetir de vez en cuando "se acaba el petróleo... ¿no se va a acabar el amor?"
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