martes, mayo 19, 2009

Especiales


Nos creemos especiales pero somos la misma masa gris para otros que se creen especiales. La individualidad y el resto. Nosotros, los especiales, y el resto. Sin embargo, podemos ser el resto. Incluso un dividendo, una adicción a tontas y a locas. Podemos ser incluso nada. De la potencialidad al hecho hay un trecho ¿Y si no lo salvas? ¿Y si te quedas en potencia pura?¿Sólo en potencia, en posibles? Hay gente tan imprescindible que no podrías vivir sin ella. Sin su voz, sin sus manos, sin su risa. Pero, a la vez, nos aislamos de la gente. Nos encerramos en el huevo. Nos aterra lo desconocido. Y eso que todos los humanos estamos hechos de la misma pasta. Unos dicen que fue barro. Otros, que conservamos la costilla del macho. Otros, que evolución de los homínidos. Miradlos en el zoológico, cómo se balancean en sus jaulas. Cómo se rascan, se lavan, se acarician unos a otros. Tan parecidos al hombre que asusta. Y nos creemos especiales. La luz habita en todos los seres, hasta en las plantas y en la verdura que ponemos en la mesa. Y lo olvidamos...tan fácilmente. Es un milagro cada día, cada hora. El ordenador, el insomnio, los personajes de la clase de guiones con su consistencia y sus paradojas ¿Acaso no estamos plagados de ellas? Y quien nos entiende. Y quien tiene siempre absoluta y diáfanamente claro qué es lo que quiere DE VERDAD en la vida. Quien tiene el valor de aceptarlo y apechugar. Quien la osadía de descubrirlo. Especiales. Todo es especial, todo puede ser todo y puede ser nada. Somos como personajes de un guión. El escritor loco transforma nuestro destino. Nos lleva al pasado con el flash back de los olores. Y vemos que siempre fuimos especiales. Pero que todo y todos a nuestro alrededor también fue especial. Desde la partida de dominó de los domingos, hasta los paparajotes del viernes santo de la abuela Lola. Los veranos en la playa en una casa inundada de adolescentes y niños. Y más domingos y el tocadiscos del tío Antoñín y los cafés del abuelo,Los coloretes de Micaela. La brevas recién cogidas, el brazal de agua que corría junto a la puerta. Esos otros veranos sin playa, en la huerta. Y el papá, como siempre fuera de la película.
Funde a negro y fin del capítulo.


Imagen de Germán Saez

6 comentarios:

Celestino dijo...

Sin lugar a dudas sois tremendamente especiales...y algunas aún lo sois más.

Anónimo dijo...

lo suyo es vivir, si saberme especial me ayuda a vivir, bienvenido saberme especial, eso o la tristeza, y prefiero eso

josejimenez dijo...

fuego al registro de la propiedad¡¡¡¡

a las barricadas¡¡¡

Camille Stein dijo...

quizá barro en proceso continuo de evolución... teorías sobre la persistencia del instante, palabra para definir/atrapar lo intangible... momentos que en suma no admiten los verbos, salvo ese sabor agridulce de la vida que nunca podremos nombrar...

Emma Núñez dijo...

Especiales, únicos e irrepetibles... así somos.... pero ninguno más o menos que otro.
Besos Lola.

LOLA GRACIA dijo...

Emma...eso creo que todo es especial, todos lo somos y somos tantos!