Da igual el perfecto
ecosistema.
La comida ideal,
los visitantes
que aplauden.
Por mucho espacio
que al guepardo
dejen, no deja
de estar entre barrotes.
Por mucha cascada
y escenarios
de cartón piedra,
el orangután
no está en la selva,
la cebra no está
en la Sabana
ni los delfines en
el oceáno.
No se puede
luchar contra
la naturaleza.
Se puede
engañar con
escenarios de
plastilina.
Pero la fiera siempre
sale del escondite.
La fiera entre
rejas, alimenta
un callado
resentimiento.
Y el miedo a
no escapar del
destino impuesto.
Imagen de Germán Sáez
7 comentarios:
Precioso, Lola.
ays, los miedos...
Desechado el cartón piedra desatemos la fiera
Saludos...
decimos que las rejas son por seguridad, lo que nos hace los unicos animales que ellos mismos se encierran. Poca libertad, pero personal.
Me gusto mucho tu blog :) me encantaria que le pegues una mirada a nuestro, el que estamos recien empezando con Jack, seria todo un honor. Saludos de Argentina. Sally-
Mientras buscamos nuestra libertad, colocamos rejas a libertades ajenas.
Saludos Lola.
Bonito escrito Lola, espero que todo vaya bien, un abrazo. Saludos
Oscar
Lo fuerte de todo es que te venden la moto con la historia de vamos a preservar las especies en estado de extinción etc...
Me gusta tu enfoque de la vida en cautividad.
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