No me pregunten porqué, pero esta mascota estrella de la televisión italiana e importada a nuestro país (tuvo sus años de gloria hace un tiempecito) siempre me ha recordado a Matías Prats. Y viceversa. Matías es el Toppo Gigio. Esa dulzura al contar las noticias, los chistes requeteensayados de guión, paladear las palabras como si fuesen chupa chups. ¡¡Esos mofletes que dan ganas de darles un repizco!!
Les aseguro que el estilo Toppo Gigio no es santo de mi devoción pero sí debe serlo de la mayoría de la población. Los tipos que dan las noticias son blandos en comparación con las chicas. A ver, qué tienen que ver una Angels Barceló con un Piqueras. O una explosiva Sara Carbonero con un José María Calleja, por muchos fundamentos que tenga.
Pero a lo que iba. Matías siempre será mi Toppo Gigio y no me digan que no se parecen. Tan blanditos, tan bien recibidos por todo el mundo. Tan colocaditos en el candelero desde que dijeron eso de “Papi, quiero ser periodista”.
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