lunes, enero 17, 2011

Pantalla grande







Cuanto tiempo sin escribir aquí, en este enorme monitor. Me encanta mi ordenador chiquitín, ese que te cabe en el bolso, pero, cierto, cuando una empieza a desplegar ventanas a copiar y pegar, nos quedamos sin espacio. Debe ser parecido a lo que ocurre cuando uno tiene una visión amplia del mundo y se tropieza con personas de mente estrecha. Dan ganas de coger las cabezas de determinados seres y añadirle tres palmos y medio por arriba de sentido común y cuatro por abajo de tolerancia. No quisiera posicionarme aquí desde la superioridad moral que esgrimen algunos y que odio. Eso del buenismo no va conmigo. Además, con estas afirmaciones parece que soy perfecta y no lo soy. Nada más lejos de la realidad. Incluso tengo momentos de cerrazón mental pero me duran poco porque ¿De qué me sirve odiar, desear el mal al que me ha jugado una mala pasada, envidiar o codiciar? De nada. Cada día soy más feliz. Cada día estoy más contenta con lo que soy, con lo poco que tengo y con lo poco que me importan las vanidades ajenas. Incluso las propias. Creo que ahora entiendo el bolero ese de "no pretendo ser tu dueño, yo no tengo vanidad". Pues sí, me ha costado unos añitos pero lo estoy consiguiendo. Quizá me esté ayudando el Yoga, esa mujer magnánima de la que tanto aprendemos todos sus alumnos que es Marisol Suanzes y que nos muestra con cada clase, que somos muy poco si se nos olvida vivir el momento presente. Que es importante para respirar para saborear una infusión, un trozo de chocolate, un beso, el abrazo de un amigo, una risa.
Creo que tenemos que intentar ver la vida en pantalla grande ¿Cómo es posible que la gente se alegre por lo que le ha pasada al consejero Pedro Alberto Cruz? Yo no lo entiendo, para esas actitudes tengo la mente muy pequeña.
También creo que deberíamos intentar cada día, cada cosa en la que nos impliquemos, hacerlo a lo grande. Absolutamente todo. Nuestro trabajo es grande. Nuestros momentos han de serlo. La vida es generosa siempre, siempre, siempre. Como me dijo Laura Wilkis, tú pide. Va a ser verdad eso del secreto. Va a ser verdad y todo.
Las fotos son de Javier Sánchez

4 comentarios:

Beauséant dijo...

lo complicado, me temo, es lograr llegar a ese punto. Esa extraña mezcla de conformismo inconformista que te hace seguir avanzando sin bajar los brazos y sin caer en las depresiones.

supongo que es un camino muy largo al que todos intentamos llegar desde nuestras situaciones y, claro, nuestras limitaciones.

LOLA GRACIA dijo...

Claro, es complicado...no sé, yo creo que me ayuda el Yoga y el penasr "a lo grande". Es decir, no en un pequeño problema que me molesta si no en la totalidad de mi vida y las cosas buenas que tengo, que son muchas, por suerte. Y a ti te pasará igual :)

Unknown dijo...

en pantalla gigante!

aunque es importante recordar que el infinito es infinito hacia lo grande y hacia lo pequeño, si es posible hacer una distinción entre ambos cuando hablamos de infinito...

un abrazo desde el sur del mundo,
Ale.

Anónimo dijo...

sino