martes, mayo 24, 2011

Héroes, villanos y dignidad



Long time ago tuve una asignatura extraña en la carrera que estudié: Periodismo.Esa asignatura se denominaba "Libertades Públicas". Tuve muchos sobresalientes. La única matrícula fue por esta materia que, sencillamente, me apasionó. Tenemos derecho a manifestarnos. A protestar. Cierto que yo he defendido en ocasiones que en nuestro país no existe Libertad de Expresión. Al menos, no del todo. Hay demasiados complejos. Demasiados intereses. Estoy convencida de que por ejercer mi LIBERTAD DE EXPRESIÓN me han cerrado las puertas en muchos sitios. Pero no importa. Mis profes de MARKETING, ÁNGEL Y NÉSTOR, de la empresa TARGET, me han enseñado que quejarse no es bueno. Y tienen razón. Desde hace una semana --gracias a ellos, y gracias a Concha, la gran coach de la empresa TAO--  soy una persona diferente. 
La libertad de expresión ha costado vidas humanas. El derecho al voto, también. Y luego llegan cuatro brutos y lo pisotean todo. Se cagan, con perdón, en todos aquellos que lucharon, de verdad, por conseguir unos derechos.
De acuerdo, estamos de acuerdo LA GENTE TIENE TODO EL DERECHO DEL MUNDO A EXPRESAR SU OPINIÓN. Si en este país fuéramos más SINCEROS, más ASERTIVOS y tuviésemos la LIBERTAD siempre de expresar nuestra opinión sin miedo a las represalias, estos ataques de ira no sucederían. O sí. En cualquier caso, estoy convencida que esto de la acampada es una campaña orquestada y el tiempo lo demostrará.
Señores...¿Por qué no podemos pensar diferente y trabajar con igual eficacia en un sitio o en otro? ¿Por qué no podemos expresar nuestra opinión con claridad?
Cierto que las redes sociales están cambiando mucho esto. Pero expresarse no es lapidar. Opinar no es vapulear. Cierto que la contención es sana. Que hay palabras muy mal sonantes...pero no es menos cierto que hay mucho meapilismo, mucha falsedad, mucho palabrerío de lo políticamente correcto.
Defiendo tanto la autenticidad que, en ocasiones, sé que obro de una manera que a algunos les parecerá suicida...pero admiro tanto a la gente COHERENTE, que puedo estar de acuerdo con los chavales que acampan porque sí, porque no ven claro el futuro y es su forma de protestar, pero que no hacen daño a nadie, ni agitan, ni agreden. Y también puedo estar de acuerdo con aquellos que censuran esta manifestación orquestada, justo antes de unas elecciones (fíjate tú, qué casualidad) Yo, la primera.
No nos rasguemos las vestiduras. Hay palabras muy duras, sí. Pero no aceptar unos resultados obtenidos democráticamente; Saltarse a la torera las normas, nos lleva de cabeza o al fascismo, o a "La cosa nostra".
Manifestarse es nuestro derecho, como votar, como opinar. Agredir al que piensa diferente a nosotros no es nuestro derecho, es robarle al otro parte de su dignidad.
Prefiero creer en Rousseau: "todo hombre es intrínsecamente bueno". Prefiero olvidar a Hobbes: "El hombre es un lobo para el hombre". Ser héroes o villanos en esta vida es nuestra personalisima elección ¿Por qué no intentar se lo mejor? ¿Por qué no respetar al contrario? No digo poner la otra mejilla, no, pero ser dignos. Ser dignos. Incluso cuando te pisotean, hay que tener el coraje de ser dignos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No puedo estar más de acuerdo. Hace algunos años podías discrepar sin que te miraran como a un bicho raro; hoy no. Hoy opinar es una osadía, sobre todo si va en contra del "teórico" politicamente correcto. Y lo peor es que para eso no hace falta discrepar en cosas que realmente importan, sino en cosas tan absurdas como decir que no te gustan los gatos, o que no sabes qué pasó realmente en el 11 M. Esto es lo que hay. Gracias por ser valiente e íntegra.