miércoles, junio 20, 2012

Indecisos en la hierba



Fotografía de "Esplendor en la hierba"



No creo en elefantes blancos ni en unicornios que, no sé por qué, me parecen un invento modernista (del Modernismo,vamos) aunque me consta su antigüedad. No creo en esa cosa tan atroz de “te quiero como amigo”. En esto soy muy solidaria con los chicos. Más vale un NO rotundo que andar pelando la pava. Cuando alguna comadre me pregunta sobre temas amorosos (soy como un cura pero al contrario, incito siempre al pecado) recurro al genial Ray Bradbury: “Ve al borde el precipicio y salta. Constrúyete las alas mientras caes”.  Las cosas claras.  En el amor, en la cama y en las declaraciones de intenciones. ¿Por qué? Pocos poseen la habilidad de mentir eficazmente ¿Ejemplo? El señor De Guindos. Al igual que confesaba la inexperta Cecille de Volanges en “Las amistades peligrosas”, él decía que NO todo el tiempo pero sus actos le contradecían. El arqueo de sus cejas, su dedo autoritario; el nerviosismo colegial del que acaba de mangar en El Corte Inglés. La escenificación de la quiebra económica española es de un songorjismo sonrojante. Digo yo que para estos menesteres podían traerse a Sandokan –cabello azabache, ojos verde mar— o al bueno y humilde Nadal. Qué contraste su: “Lo hemos conseguido” con el: “Yo he presionado” de Mariano y sus pareados. Sólo faltaba la traca final: ¡España ha muerto, vivan los bancos!. Pero no quería escribir del rescate, ni de los cristos vividos el pasado fin de semana. Mi artículo versa sobre el riesgo de vivir, de evitar a toda costa el amor de invernadero que cantaba Sabina y, como decimos en clave un grupo de amigas, de “glorificar al señor” adecuadamente.   Y esto lo escribo para ti, sí, no mires detrás. A ti, amiga, amigo, que estás en esa situación tonta de las indecisiones. El amor es un bien escaso. Encontrar una persona que te cuadre de arriba a bajo es una lotería, la vida es compleja, el romance casi un suceso en extinción y, queridos, “Tempus fugit”. El tiempo decidirá finalmente si te convertirás en “the one” o en una/o más de la lista. Eso nunca se sabe. Porque, indecisos del mundo que teméis ser despreciados como un kleenex, quizá seáis vosotros quien prescinda primero Amados míos, amigas del alma ¡Glorificad al señor! Ahora que las carnes están en su sitio, prietas y turgentes. Dejaos de elefantes blancos y de unicornios porque no hay mañana, porque esto se va a tomar por saco y ¿Qué imágenes os quedarán de vuestro paso por la vida? Quedaos con esta otra frase de “Esplendor en la hierba” (hoy estoy frasística, lo siento. A joderse por indecisos): “Aunque mis ojos ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba. Aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor en la hierba, de la gloria en las flores, no hay que afligirse. Porque la belleza siempre subsiste en el recuerdo”.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa frase de "Esplendor en la hierba" siempre me pone triste.
I.

ASV dijo...

Me gusta(s).. "¡Glorificad al señor! Ahora que las carnes están en su sitio, prietas y turgentes".

Te encontré de causalidad, y me parece que ha sido un bonito hallazgo, te seguiré leyendo.

www.menteajena.com

lola-gracia.blogspot.com dijo...

Gracias por vuestros comentarios. Hombre I. Es cierto que esa frase tiene un mucho de nostálgico...pero más vale vivir para luego poder recordar que lamentarnos por no vivir ¿verdad?