Sara F. está hasta las mísmisimas de trabajar horas y horas en una empresa no le paga mil euros al mes y que la mantiene en precario. Así que, ni corta ni perezosa, monta un blog para ofrecer sexo por un empleo fijo que en el que cobre un sueldo de 1.200 euros al mes. Eso sí, Sara pide a los cibernautas que no se hagan ilusiones, que se trata sólo de una noche. Ni un sobeteo más, ni un restregón de propina que ella no es una prostituta pero que, llegado el caso, a sus 30, no le queda otro remedio que esta medida desesperada para conseguir la ansiada emancipación y las bases económicas para contraer matrimonio, tener niños etc, etc.
Lo mismo Sara se pensó que echaba una lotería y que no iba a tener suerte pero hete aquí que a la llamada de ¡Sexo! los teclados comienzan a echar humo (os recomiendo un artículo en alboraida.blogspot.com en el que se explica un experimento llevado a cabo por unos sociólogos ?? en el que una tía buenísima enseñaba las cachas y se ofrecía gratis porque ya no podía más con sus calenturas).
Total, que nuestra Sara de marras en la primera semana de apertura del blog recibió 2.389 comentarios y fue visitado por 140.000 internautas. No sólo eso, le han llovido una treintena de ofertas de trabajo, una de ellas procedente del Vaticano, pa que la muchacha no vaya por los malos caminos.
Reflexiones:
-La primera y evidente. Lo que tiran dos tetas...
-La segunda: hay que ver a lo que llevan los problemas económicos
-La tercera: en este mundo existe la esperanza. ¿Quieres algo? Pues abre la boca y pídelo. Luego, ya sabes, hay que pasar por taquilla y retratarse.
domingo, septiembre 24, 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Aquí en Argentina decimos: un pelo de concha tira más que una yunta de bueyes. Y, cuanta sabidruría resumida!
Pero que paradoja esta. Dejar atras un poco de dignidad, para recuperar la perdida. Es el mundo de hoy...
Yo, particularmente, no aceptaría la del Vaticano. Primero te dicen que no quieren nada... y luego... ¿quién sabe?
La tercera reflexión de tu post: creo que habría que transcribirla a mármol y colgarla en una plaza importante de cada ciudad.
A ver... negocios interneteros de estos recuerdo: la lesbiana que se ofrecía para ser desvirgada a cambio de dinero, el chico que mataría y se comería a su conejo si no le pagaban cincuenta mil dólares, el otro que vendió su espacio web de un millón de píxels, a dolar cada uno, para colgar publicidad, o el chico canadiense que, a base de trueque, cambió un clip rojo por una casa. Se tratan de cadenas de favores (o de extorsión directamente) que rozan más la leyenda urbana que otra cosa.
Yo creo que es inteligente por parte de la chica aprovechar el instinto animal masculino.
Así es. Sin embargo abres una página web sobre ciencia, arte o espiritualidad y verás que poquitos la visitan al principio.
Publicar un comentario