lunes, junio 30, 2008

Adiós a 20 minutos

La crisis económica barre a muchos columnistas de 20 minutos. Servidora incluida. Una pena perder el privilegio de asomarse cada semana por entre sus líneas. Espero pronto volver a este medio o a otro/s
Os pego el enlace de la última columna
Chau
PD. Gracias a Tania por confiar en mi, en su día. Hasta pronto, guapa.

miércoles, junio 25, 2008

Violeta y su autora


Violeta era en extremo impaciente y echaba todo a perder. Después de una velada maravillosa, quería otra y otra. El amante, in extremis acorralado, huía a todo huir. Y vuelta a empezar. Como quien teje la gigantesca colcha del amor, noche tras noche y un ratón roe, desde la otra esquina, hora tras hora. Una lucha estéril. "Si pudiera aquietar esta ansiedad --se decía Violeta para sí-- él se relajaría y yo también". Pero Violeta era en extremo insatisfecha. Nunca era suficiente para ella cuando se la llevaban los demonios de Cupido ¿Quién podría aguantar tanta intensidad? Le cuestionaban sus amigos. "Debes de calmarte, Violeta, el amor no se puede precipitar, ni provocar y tú buscas imposibles, chica. Eres demasiado idealista".
Violeta decició cambiar el rumbo de su vida. Se propuso con voluntad de hierro calmarse, dejar de perseguir al enamorado, dejarle manga ancha, cuerda larga, no atosigarle con sus requerimientos. Y dio resultado. En pocas semanas, su amor, su loco amor, se arrodilló ante Violeta con un anillo de compromiso, pero tanto había ahogado nuestra protagonista sus sentimientos, que se dio cuenta de que ya no sentía nada.
Es que ahora, ahora ya no te quiero, querido y loco amor.
¿Acepto tu anillo y te miento?

Un narrador consciente y sensato les contaría el final de esta historia. Pero, ésta que les escribe prefiere los finales abiertos, aunque disguste a editores de marca pública y no sea la elegida entre los autores de su comunidad. Lástima. Cuando venga el hado, las mieles del reconocimiento, la narradora, al igual que Violeta, dirá a los editores. Pues no, ea, ya me da igual ocho que ochenta. No saltaré de alegría por un libro en el mercado. Y colorín, colorado, esta historia, ahora sí que se ha acabado.

domingo, junio 22, 2008

A la hoguera


El mundo está lleno de tipos cuyo ego no cabe por el marco de una puerta. No citaré nombres pero vaya por delante mi derecho al pataleo. Hay sopla pollas con alzacuellos a los que les encanta escucharse a sí mismos, sin el más mínimo atisbo de caridad cristiana . Y ojo, que lo de alzacuellos no es ningún símil o metáfora.
Hay creadores incapaces de bucear en su océano interior...porque, símplemente no lo tienen y se pasan la vida vampirizando otros océanos y dejando a personal hecho unos zorros.
Hay otros creadores que desconocen que existe el champú, el agua y otros aditamentos del aseo personal y confunden la bohemia con la guarrería.
Hay escritores que tras escribir su primer libro se creen con derecho a un Cervantes o Nóbel. No sólo eso, sino que ellos mismos califican su obra como un hito en la historia de la literatura.
Hay escritoras que miden su talento por el tamaño de su escote. Y han de ser la novia en la boda y el muerto en el entierro.
Hay superiores que no dejan que abras la boca, no aceptan un consejo, no se dejan asesorar. No importa la materia de su titulación. Ellos siempre tienen la razón. Ya sea el corpúsculo de su ocupación el tangram o el bolillo. Da igual. Ellos lo saben todo.
Hay mucho falso por el mundo. Mucho fariseo sin corazón. Muchos ingratos que se consideran merecedores de todas las gracias.
Pero TAMBIÉN hay gente maravillosa. Amigos que aúpan y que pengan un empujón cuando hace falta. También que te hablan clarito, con esas verdades que duelen para que uno deje de engañarse contiuamente.
Así que...ahora que llega San Juan. A la hoguera con todo lo viejo y lo malo. Con las actitudes caducas que nos amargan la existencia. Arriba, con el corazón limpio, blanco neutrex, como un lienzo a estrenar. Los tipos detestables seguirán existiendo pero es cuestión personal que nos afecten....o no.
FOTO DE ANTONIO CARLOS CASTEJÓN

martes, junio 17, 2008

Valor


Me atrapa el espíritu de los suicidas.
Bellos, valientes, jóvenes.
Sin embargo, me aferro a la vida.
Bella entre bellas.
Dolorosa, sí, como el
parto de una virgen.
Deslumbrante como
nieve al sol.
El romanticismo es
el vicio peligroso al que
precipitarnos
en los días de lluvia.

viernes, junio 13, 2008

El nombre de la herida

Goya, que aunque parecía un mañico muy gañán, era de lo más fino, bautizó como «volavérunt» el aparato genital de su amada, la duquesa de Alba. Un apelativo electrizante, sensual y literario. Eso cuentan las leyendas.
Los expertos afirman que el «capricho» del mismo nombre alude a la inconstancia femenina. Ya se sabe, aquello de la donna é mobile. En nuestra huerta de Murcia, como no podía ser menos, el aparato genital femenino disfruta múltiples acepciones: seta, mersa, flor de té, mondongo, chocho, chichi, raja, conejo, almeja. Véase las similitudes con la flora y fauna autóctonas y exóticas -por lo del té, más que nada-. Imagino que en un intento de sofisticación a ras de acequia. No sabemos qué ocurrirá con esos vocablos, lo único que puedo contarles es que en el cole de mi peque, las niñas tienen «vulvita» ¿Qué pasará con el nombre de la herida en tiempos postreros? La educación sexual es algo sano y necesario, pero se carga de un plumazo todo el misterio erótico y esotérico de las palabras.

Publicado en 20 Minutos, Murcia

miércoles, junio 11, 2008

Lola en literaturas.com


Cristina, siempre Cristina. Gracias por pedir una pequeña reseña para literaturas.com...Entre muchos autores, han sacado una pequeña biografía de esta que os escribe, que, en breve, publicará con Magentha.
Si pincháis el enlace podéis leerla.
También, Cristina, gracias por tu simpatía, por las risas...lo mejor de Zaragoza, maña...y ese Manolete que baila el chiki-chiki, también como Gonzalico.

jueves, junio 05, 2008

Benítez Reyes





Las ciudades sin ti no las recuerdo
Son las flores cerradas del mundo
Las ciudades sin ti no tienen nombre
Las ciudades sin ti no las recuerdo
La noche solitaria que parece
Tan sólo una tiniebla vagabunda
La noche en que no estás tiembla mi noche
Si el vacío me mira con tus ojos
Vale más el vacío que la vida
Si me mira el vacío con tus ojos
La noche en soledad corrompe sueños
La noche en que no estás tiembla mi noche

De «El equipaje abierto»
Fotografía "El País"


Felipe Benítez Reyes. Escritores en su tinta