miércoles, enero 28, 2009

Esa enfermedad

Tengo una amiga a la que no puedo ver siempre que nos apetece. Hacemos planes que nunca se cumplen. Un tratamiento la deja echa polvo. En ocasiones días y días y días. Otra amiga, con la que he compartido risas, tardes de niños y algún proyecto futuro se lo pasa del sofá a la cama cuando le toca tratamiento. Y creía que en unas pocas sesiones se curaría de su mal. Pronto le harán otra intervención.
Hoy me he enterado de algo terrible. Ha fallecido la mujer de uno de mis novietes de juventud. Deja a mi amigo sólo con dos hijos de siete y nueve. "Pero lo llevan bien, no sabes como son los niños para asumir estas cosas". Y mi amigo. Tan animoso como de costumbre. Hoy le habría puesto un monumento.
Otra conocida, una mujer encantadora, llena de vida y alegría, también está enferma. Lo de siempre. Los tratamientos en Pamplona, las secuelas de los tratamientos. El puto tratamiento que no sé si cura, pero que los mata en vida. Todo sea por agarrarse a los días con tesón. Por amor a los tuyos. Porque sí. Porque rendirse es lo último.
Y sí. Es cierto lo que se dice. La impotencia absoluta ante ellos. Que no están para nadie aunque quisieran estarlo. Que están encarcelados en un cuerpo que se les rebela. Que el puto cáncer, la enfermedad innombrable, se está cebando con mucha gente cercana y lejana. Y que, por desgracia, casi nada se puede hacer...salvo luchar.
Les admiro por su entereza. Porque en una sociedad sin valores ellos tienen el valor...el gran valor de resistir. Porque son valiosos con y sin cáncer. Pero yo quisiera que estuvieran SIN para siempre.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu post viene como agua de mayo para mi, en estos momentos estamos viviendo esta enfermedad muy de cerca. Un saludo

Merce dijo...

Son dignos de admirar porque sacan fuerzas para ellas y para sus familias.

coco dijo...

Yo también los admiro, y me busco en ellos. Igual que en los libros. Vivir en el filo es tan incómodo.

LOLA GRACIA dijo...

Es lo peor...Ando ya un poco hasta el moño de vivir en el filo...Sólo quiero vivir con tranquilidad en las entrañas.

Leandro Briscioli dijo...

Hola Lola: No se bien quien es Batiatto, pero bueno...
Pero si me relacionas con un Artista genial, porque ahi esta mi vida y sus matices.
estoy tambien en Facebook como Leandro Briscioli y tambien mi grupo de musica Indios Grises.
Buscame y me encontraras...
Besos guapa

Gio Yakún dijo...

Es curioso. Cuando era niño, solía pensar que el cáncer era una enfermedad "de viejos". Dos abuelos se me fueron así.

Ahora, en plena edad madura, pareciera que el cáncer ha decidido atacar gente cada vez más joven. Escucho relatos como el que cuentas, todo el tiempo.

No sé si realmente el optimismo o la buena actitud sirvan de algo, aunque he escuchado de sus efectos benéficos. Al menos son otras formas de mostrar entereza ante la adversidad...

Abrazo...

Gio.

sushi de anguila dijo...

A la altura de lo más precioso y emocionante que jamás hayas escrito. O al menos, así me lo ha parecido. Nada mejor te puede decir este insomne crítico literario.... un besazo... por ese corazón que, de grande, se te sale por la boca...

Leandro Briscioli dijo...

Hola Lola:
Ok, ya se quien es Battiato.
esta bueno, saludos

Leandro Briscioli dijo...

Hola Lola:
Ok, ya se quien es Battiato.
esta bueno, saludos

Wunderkammer dijo...

Uf, este tema ahora mismo lo tengo tan presente... y es tan injusto, tan incomprensible.

Anónimo dijo...

Y no solo está el cáncer. Mi compañera sobrevive gracias a fortísimos calmantes que la imposibilitan para pensar, reír y hasta llorar. No puedes imaginar lo que significa.
Tengo la habitación llena de fotografías de nuestros hijos para, cuando despierta lúcida, pueda encontrar algo que la mantenga en el mundo, hasta que den con algún remedio.
Es duro y se necesita valor, sí.