miércoles, mayo 13, 2009

Morir

Nos aferramos a la vida como a un clavo ardiendo. Aunque duela. Llega un momento que el dolor es insoportable y decimos adiós ¿Es posible morir sin sufrir? Quien lo sabe. Los que se van no regresan para contarlo. Yo he visto sufrir, y mucho, a seres que se iban ¿Para qué? ¿A quien alimenta ese dolor? Hoy he escuchado tras la mascarilla de oxígeno a mi abuela pedir que, por favor, le pusieran la inyección. Es terrible tanta lucidez. Y terrible la impotencia.

16 comentarios:

Rubén Castillo dijo...

Dios, qué impresionante tiene que ser algo así, Lola.
Un beso conmovido.
Rubén

Cabopá dijo...

Una reflexión muy sentida,un pensamiento ante lo desconocido, una incognita sin resolver por nadie..La muerte debería ser más sutil ya que nos iguala..Besico

Camille Stein dijo...

madre de Dios, es desgarrador lo que cuentas

un beso...

Mayo dijo...

Comparto tu sentimiento.
Al final de una larga vida, no se puede perder la dignidad.¡Qué menos que tener un muerte digna!
Si hay medios para eliminar el dolor, hay que aplicarlos.

Un fuerte abrazo.

Sintagma in Blue dijo...

Sí, poder decidir cuándo irse es una gran cosa.

coco dijo...

Yo lo que no sé es si es posible vivir sin sufrir.

coco dijo...

No tengo palabras para tu abuela. Un besazo.

Antonio Rentero dijo...

Mucho animo.

Un abrazo de los nuestros.

Celestino dijo...

Vida y Muerte.Placer y Dolor.Luz y oscuridad.Una malévola simbiosis de contradiciones.....del Nonaino a la Muerte.
¿No pudo ese gran Hacedor forjar solo felicidad?
Algo o alguien que inyecte sufrimiento a otros no puedo ser bueno y mi opinión solo será cambiada cuando polvo sea y mis dudas sean disipadas.
Nadie merece sufrir y mucho menos en esa recta final.

Antonio Rentero dijo...

Cómo reconoceríamos el día sin la noche, cómo la luz sin la oscuriddd?

¿Cómo apreciaríamos la dicha y la paz y la felicidad sin el dolor, la guerra y el sufrimiento?

¿Qué valor tendría nuestra vida si ni hubiera una muerte?

ana dijo...

Sí, es terrible la impotencia. Hoy no debería permitirse la angustia del dolor, hay mecanismo farmacológicos para controlarlo.
Pero nuestro cuerpo lucha, lucha condenadamente por seguir, incluso, cuando ya el alma, el alma que lo habita, ya quiere irse.

Y... te pediría que transcendieses un poquito tu dolor, si puedes. Una abuela siempre se despide en el cénit de su existencia... ha tenido el privilegio de terminar la tarea de su tiempo creador. Eso es una maravilla...

... pero también hay despedidas jóvenes, con la piel lisa, la sonrisa en los incicios del tiempo, con su proyecto tan apenas iniciado, y con todas las posibilidades de su tiempo creador colgando de una nube. Es entonces cuando la despedida se convierte en un verdadero desencuentro de sentimientos y rebeldía. Absoluta rebeldía.

Esta semana, una amiga, lo único que quería era que le quitasen el dolor y poder regresar a casa al lado de su bolita de cinco años. Pero no pudo. Tuvo que irse...

Sé que el dolor lo ocupa todo, que es como un gas. Intenta ver un poco más allá. Intenta ver lo afortunada que ha sido tu abuela...

Te leo siempre, pero pocas veces dejo un comentario.
HOY QUERÍA DEJARTE UN ABRAZO.

GRACIAS.

LOLA GRACIA dijo...

Gracias, Ana. Gracias a ti. Mi abuela de momento, sigue con nosotros, pero al menos no sufre como hace días...Sí, ella ha pasado ya muchos trabajos...lo menos que puede tener es una despedida sin dolor, rodeada de los suyos y serena.

ana dijo...

Y así será, como tú la deseas, SIN dolor, en silencio y con paz, mucha paz... aquella que tenemos cuando dejamos las cosas tan bien hechas. Aprovecha este tiempo privilegiado para decirle el TODO que tu sientes por el sencillo hecho de haber sido su nieta.

UN ABRAZO.

Celestino dijo...

Sr.Rentero es cierto lo que Vd. dice. Sin conocer el lado negativo nunca sabríamos que hay uno mejor positivo.El ying y el yang.
Pero ¿realmente ha de ser así?.Estoy convencido de que en los parámetros que forjaron la toma de decisiones en el Origen de Todo, había uno donde el dolor desaparecía.
Tan profundo e incomprensible es lo que digo ,que hasta yo mismo me asusto de no entenderlo ;y por tanto no daré más vueltas a lo que mi corta inteligencia no me permite vislumbrar.

Salud.

Antonio Rentero dijo...

Da cosica tener que reconocer que no damos para más ¿verdad?

Celestino dijo...

Es lo que hay caballero.Efectivamente la cosa no da para más.
C,est la vie.

P.D. Entre Vd. y yo y ahora que la jefa del blog no nos ve, le diré que a veces "la cosica" no se porta nada mal, pero solo algunas veces.