martes, septiembre 22, 2009
Lastdays
Sólo queda en la
retina
el instante del
adiós.
Cuídate, come
algo, el viaje
es largo.
Sólo queda
en el silencio
la voz rota
al otro lado.
Un abrigo
naranja,
unos zapatos
de cebra.
El desenfado
por fuera.
La añoranza
por dentro.
En la retina,
apenas la media
luz. Las cuatro
de la tarde.
Se escapa el día.
Se va mi tren.
Come algo,
cuídate,
vuelve pronto.
El bullicio en la
calle. Un taxi
que para.
En la
retina, ella
corre por las
aceras. Con sus
tacones,
valiente coqueta.
Quiere llover,
llega el otoño.
Ella se lleva
el deseo.
Su olor provoca
la añoranza
completa.
En la retina
sólo la melancolía
y la nostalgia
de los instantes
fugaces.
Un taxi que para.
Mi tren que se marcha.
Imagen: Germán Sáez
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3 comentarios:
Ay, esos taxis...
P.D. del post anterior.
que tienen de malo las camisetas de tirantas blancas?
Ay, qué melancólico se nos anuncia este año el otoño...
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