domingo, febrero 21, 2010

Diccionario animalario: Lady esputo


Hay un especimen juvenil de damisela que deja en paños menores al más machote. Suele vestir de chándal y pendientes de aro gigantes. En ocasiones son vaqueros ajustados del tipo elástico y ojos a lo”gotic”. Y no tengo yo nada contra las vestimentas…salvo si me tropiezo de madrugada con un equipo de mozalbetas de 1,70 con sus diez centímetros de plataforma vestidas como pu…digo ataviadas con ropas llamativas, enseñando aquí y allá, no importa el frío que haga. Dan miedo por las plataformas y el tacón de aguja, las botas hasta la ingle (también con plataformas) y ese lenguaje que se gastan tan “seductor”. “¡Nene, qué bueno estás, te lo comía to!” Dicho por una de ellas a grito pelao en la Plaza de Santo Domingo y acompañada de su clan femenino de guerreras de la noche. Las mozalbetas usan lenguaje de camionero, fuman como si fueran chimeneas y …escupen. Y llámenme antigua…pero entiendo muy bien que los chavales de hoy vayan de sobradillos…porque ellas se les tiran cual tigresas aquejadas de furor uterino. Y todo eso está muy bien…siempre y cuando no salgan malheridas. Porque ellos las tratan como basura. Sí, pregúntele a cualquier macizo de discoteca (tengo un sobrino muy apañao que me ha confesado este particular). Así que, hemos pasado de la cursilería y la tontería de las mujeres de nuestra generación, jugando con el baby mocosete hasta los once años, a estos ejércitos de hembras agresivas. Hombre, ni tanto, ni tan calvo. Eso del punto medio parece que es más difícil de encontrar que el punto “G”.

sábado, febrero 13, 2010

Tirantes


Me compré unos Pepe idealesdela muertequetecagas por un precio irrisorio. No eran vaqueros, eran de lanita, talle bajo y me quedaban un pelín grandes. Por el diseño, que es lo mejor del pantalón, no puedo ponerle un cinturón. Pues bueno, criaturas, en qué me estoy viendo de encontrar unos tirantes que no me cuesten más que los pantalones y que no me cubran media teta...unos tirantes estrechitos, vaya, porque sólo los he encontrado en la sección de caballero de El corte Inglés (un lugar que no visitaba desde hacía años) donde hay variedad de tirantes...bastante pijos y otros estilo Wyoming. Y yo quiero unos corrientes y molientes y baraticos. Vamos, que no valgan más de diez euros.

Pues, chica, no hay manera. Los tirantes quedarían superestilosos con mi estiloso pantalón, que se me cae...y si no consigo tirantes corro el riesgo de ir enseñando las bragas, que siempre son de colorines, porque son las que tienen en oferta en woman's secret (a euro cada una). Y así vamos...que los tirantes están desapareciendo del panorama tenderil español y que son artículos para raros (por lo visto) porque no los venden en ningún sitio.
Imágenes YO DONA

domingo, febrero 07, 2010

Sofía inmortal.


Se levantó tan sola como solía. Intentó pensar positivamente: "Todo esto no me afecta. Todo lo que me rodea es una ilusión. Una mentira. Todo es mentira. Lo bueno, lo malo. No existe. Sólo existe la eternidad, la mente. el alma. Y es lo único inmutable y fundamental".
Sofía vivía para las emociones. Su música, sus grandes sueños, sus interpretaciones grandiosas. Pero le habían dicho que nada de eso era bueno. Que tenía aprender a volar sobre ellas. Sobre las dicultades, sobre la intransigencia, sobre las negativas, sobre la envidia, sobre su vida en llamas o sobre su existencia de pacífico remanso. Porque todo eso eran sus horas. En ocasiones, capaz de todo y, en ocasiones, indefensa como un bebé en medio de una carretera. Muerta por dentro. Con deseos auténticos de morir. Cerrar su boca, sus ojos. Su mente. Cerrar su vida. Engancharle un candado a los segundos y que todo se parase para siempre a su alrededor y dentro de ella. Ya no era tristeza. Había sobrevolado por ella. Había aprendido a sonreir en la tormenta. A animar a los que quizá también se encontraban mal. Pero, algunas veces, se sentía vacía e impotente. Incapaz siquiera de abrir los ojos. Ya no era rabia. No. Era un dejarse arrastrar por el sinsentido pero sin manifestarse. Incapaz de devolver amor por amor. Sólo eran gestos. Abrazos, regalos, objetos que llegasen donde ella no. Sólo era la pura incapacidad de creer en nada más por un segundo más. "Pónganle una lacra a mi boca, corten mis dedos, cierren mis ojos, paren mi corazón. No quiero seguir". El alma de Sofía escapó de su cuerpo. No había miedo. No tenía ansias, ni deseos. No tenía nada. Sólo su mente surcaba los paisajes que siempre soñó en visitar, o en revisitar: el bosque de El Yunque, Nueva York, los prados verdes de Suiza, el parque de la Magdalena...el pecho de sus amados y amantes de ella. Los del pasado. Los que no compartieron su vida con Sofía...sólo anhelos, sólo sueños. Los que la amaron de veras. Y se coló en las vísceras y poros de cada uno de ellos. Y su mente, ajena por completo al dolor, vivió sus vidas. Compartió sus rutinas y ellos sentían algo. Sí...porque el alma de Sofía, que ya no se llamaba Sofía, los sentía sonreir y los sentía desear el fin, ponerle un lacre a sus vidas para existir sólo en el alma inmortal de Sofía. Que ya no era Sofía. Que no era nada y que era todo. Impeturbable e inmutable. La mente, el yo, el Dios, el Buda. Lo que fuera...que vagaba y reinaba en el cuerpo de sus amantes amados.
Raquel & Liya for Lanvin FW0809.
Photography: Steven Meisel