domingo, abril 24, 2011

Lavandería





Miraba hipnotizada el tambor giróvago de la lavadora. La humillación era imposible de limpiar. El cuerpo amado, cortado en daditos, igual que la tortilla francesa del arroz tres delicias, atascaría el desagüe, pero ya tenía preparado el salfumán, los posos de café y el agua fuerte. Estos últimos años se había especializado en ocultar la mierda. Los golpes, los gritos, los insultos. En los últimos meses se adiestró en eliminarla de verdad.

2 comentarios:

Érico Cordeiro dijo...

Olá Lola,
Gostaria de convidar você e seus leitores para as comemorações do 2º aniversário do Jazz + Bossa + Baratos Outros (www.ericocordeiro.blogspot.com).
Abraços diretamente do Brasil!

pazzos dijo...

En vez de hacer la colada, lo dejó como un colador.