sábado, diciembre 17, 2011

Fortyone


¿Y si me paro aquí? ¿Y si no cumplo más? En la Edad Media probablemente ya estaría muerta, o desdentada, o echa una ruina. La juventud apenas duraba 10 primaveras y hoy la sociedad nos exige ser eternamente jóvenes. Por favor, qué trabajera. Que si se nos caen los párpados y el culo. Que si echamos un centímetro de más, que si  nos amojamamos. Qué tristeza. 
Me quiero quedar así...bueno, en realidad me gustaría quedarme en los 30 si del físico hablamos. Pero no hay marcha atrás. Podemos intentar frenar el paso del tiempo con una actitud positiva, con amor, con cuidados, pero el tiempo es terco como una mula. No le vamos a engañar. Llegará un día en que nos caigan todos los años de golpe y ¿Qué va a ser de nosotros entonces? Me lo pregunto a veces.
Honestamente, me da miedo envejecer. Da vértigo lo rápido que pasa todo pero, honestamente diré, que no retrocedería ni un año atrás. Mi pasado nunca fue mejor, salvo si hablamos de esos seis meses que pasé en el paraíso, en Puerto Rico...pero eso no cuenta, aquello  fue como estar en Brigadoon.
Cuesta cumplir años porque aprender la vida duele y quema. Cada época tiene sus cosas buenas y no lo digo como premio de consolación. Es que es verdad. Hoy, ahora, me siento completa y feliz a pesar de los pesares y le joda a quien le joda, dicho sea de paso. He aprendido algo muy importante: no necesitar la aprobación de los demás y el cariño de los demás. He aprendido a querer un poco más sin necesidad de que me quieran. Eso de no esperar nada a cambio, pues no, hasta ahí no he llegado. Tengo el estado evolutivo de una mosca, es posible, pero necesito algo de feedback de cuando en cuando. Además, si me hago más autosuficiente, acabaré encerrándome en una vaina y eso es muy aburrido.
¿Me he vuelto algo egoísta? Sí, sin duda...pero es que un día me cansé de ser paño de lágrimas, de acarrear con los problemas ajenos. Total, no sirve para nada, tú no puedes ni debes acometer lo que a ellos les toca. Dar algo de ánimo sí...pero ¿Y cuando una los necesita, eh? ¿Donde están, eh?
Me gusta esta foto que me hizo Francisco Javier Sánchez en el estudio de Pepe de Pantumaka porque así es como me siento. He pegado cuatro gritos, no tengo rabia dentro, sólo la justa para que nada ni nadie me machaque. Algo se rompió dentro, algo eclosionó en este 2011 que está a punto de terminar. Me quiero un poquito más y hay ciertas cosas por las que me negaré a pasar. Que sí, que en el fondo sigo siendo la que soy: algo chula, testaruda, que se agarra a los amigos como un clavo ardiendo (porque ha días que lo son), luchadora, despistada y con un punto de inocencia que me niego a perder, forever and ever.
Y tengo todavía tanto por hacer, tanto por aprender, tanto que mejorar ¿Me dará tiempo?
El tiempo, ese dueño de todo, inexorable, inabarcable, intangible. Coño, tiempo, no seas así, que todavía me quedan por vivir 70 vidas más. Quien pudiera realizarse en este día y en este momento, aquí y en Londres, o en New York o en el Caribe. Todas la vidas me parecen pocas. Qué avariciosa soy. Tendré que hacer un pacto con el tiempo, no me queda otra.

La foto es de Francisco Javier Sánchez 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicidades Lolica!
Un beso. Isa

Antonio Rentero dijo...

41 besicos, Lolica!!!!

Estoy contigo, "todas las vidas me parecen pocas" y mil años que viviera mil millones de cosas me seguirían quedando pendientes aunque los días me duraran 48 horas.

Quizá esa sea la gracia, la eterna insatisfacción y las listas de "To do" que nunca completaremos, si lo hiciésemos sería todo taaaaaaan aburrido... que inevitablemente tendríamos que inventarnos nuevas ocupaciones, aficiones, viajes, amores... sobre todo amores.

Yo no cambio mi edad, tb en esos 41, por nada. Ni siquiera físicamente pq nunca como en estos años había sido capaz de terminar un maratón :-D

LOLA GRACIA dijo...

Estamos mejor que nunca, yo al menos...pos no he mejorao en todos los aspectos...y lo que me queda...