jueves, junio 29, 2017

La lista de Katy Perry





El hombre es ombliguista. No lo puede evitar. Detesta que le hablen de otros hombres. El hombre, me refiero al macho man de toda la vida, vamos. Nosotras iniciamos una relación —o no— y presuponemos que antes hubo otras y que, con toda probabilidad, habrá algunas más después. A todos nos encanta pensar que somos el objeto de adoración de alguien pero en este mundo líquido la adoración es un parpadeo. Demasiadas distracciones para el amor absoluto como el que profesó Tolkien a su esposa desde la adolescencia.

Esta semana la pobre Katy Perry se ha metido en un fango del que no saldrá jamás. Ha cruzado la línea de las que hablan de sus ex amantes en público. En concreto, al mundo entero. Y al hombre ombliguista eso no le mola nada. El culpable es James Corden, un presentador rellenito que ha triunfado con su late show en el que monta a famosos en coche y les hace cantar karaoke. En esta ocasión tuvieron a Perry haciendo un reality de dos días y la despertaron con un suculento desayuno consistente en vísceras, insectos y unas lenguas asquerosas. O te comes esto, o contestas algo comprometido. Vaya con el gordito. No te puedes fiar de nadie que haga televisión con ese share. Siempre acabas jodido.

Tuvo que hacer un ranking de sus amantes y colocó a John Mayer, su novio durante tres años, en primer lugar, después a Orlando Bloom (hummm) y en tercer lugar a Diplo. Un DJ bastante conocido en su casa, los USA, porque a mi me recuerda a nombre de juego de mesa.
Curiosamente, con James estuvo tres años, un año con Orlando y meses con el último ¿No se confundiría la pobre y los clasificó por orden según el tiempo que  estuvo con ellos? Además, es lógico. Los amantes se construyen así: muchas veces y siempre con el mismo. Lo otro casi siempre es frustrante para nosotras. Además, imagino que las relaciones entre celebrities con mega agendas deben ser un poco a salto de mata ¿Concertarán las citas las secretarias de los interesados o quedarán por whasap? Me agoto sólo de pensarlo.

El caso es que el hombre es ombliguista y egoísta. No en balde, Chanel sacó un perfume hace unos años que se denominaba así “Egoiste”. Va en el ADN masculino, como el abrirse de piernas cuando se sientan. Diplo se ha ofendido mucho y ha llegado a declarar que nunca mantuvo relaciones con Perry. ¡Qué mal perder, por todos los dioses!.
El hecho es que si quieres cabrear a un pretendiente o novio, no tienes más que mentarle a sus predecesores. A eso yo le denomino inseguridad masculina porque si una mujer está contigo es porque ya no quiere estar con otro ¿O no?
A determinada edad todos tenemos un pasado y, cómo no, un ránking. Es inevitable. Y algunos chicos, señores, caballeros, esto lo lleváis fatal. Cuando nos enamoramos queremos ser el centro de atención y del corazón del amado. Esto es así. Lo que los americanos denominan “be the one”. Pero, claro, ese puesto hay que ganárselo. Si John está el primero en la memoria de Katy quizá sea porque estuvieron juntos más tiempo y porque se presume cierta admiración mutua e intereses comunes, ya que los dos son músicos. De hecho, el último éxito de Mayer se titula “Still feel like your man”. O sea, “Todavía me siento tu hombre”. Y eso sí que se merece un primer puesto. Un secreto: lo que más nos pone a las mujeres es sentirnos amadas y diosas de nuestros amantes.
Lo otro es farrafulla.

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