jueves, noviembre 02, 2006
SOLEDAD
En los días que olvido respirar,
vuelvo a tí.
En estos días de anuncios bastardos
de felicidad comprada,
vuelvo a tí.
Agarrado a mis tripas,
te sospecho agazapado
con siete brazos,
atrapando mi vientre,
mientras el tuyo se
tambalea.
Pretendes hacer
la nada de este cuerpo.
No he de olvidarte.
Me lo dicen mis pechos.
No he de negarte,
subraya el silencio.
En los días de muerte
y vísceras,
me enfrento a tu olor.
A mis verdades,
a mis vacíos.
Fotografía: Andrés Barquier Rodríguez
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10 comentarios:
Estés ahí,
desamparada contigo.
Un quiebro,
una verdad,
...,
todo
para tí.
Ti nunca lleva tilde :P.
Vuelvo a ti...,
...porque eres la nube lejana
que con su lluvia pasajera
le devuelve la belleza
a un corazón marchito.
...porque eres esencia salvadora
que le devuelve la vida
a un cuerpo despojado...,
...de su alma!
DTB
ok Eddie, gracias
Bueno e intenso.
te he notado un poco triste ultimamente?
fallo mío verdad??
un achuchón achuchable
Almayer...debe ser el otoño sin lluvia...A ver si comienza de verdad. Gracias por el achuchón
Gracias Kray...a ver si me doy una vuelta por vuestros blogs...Tengo el ordenador de casa roto y me resulta muy difícil pasearme por vuestros textos con tranquilidad. Un beso para todos
Sí, de vez en cuando resucitan la maldita víscera.
Preciosísimo poema, Lola. Al menos que el dolor sirva para que florezcan versos como este.
Muy hermoso.
La lluvia ha llegado ya. Ya se lleva el polvo, las tristezas, y rompe esta espera, este silencio.
Luego, cuando acabe la tormenta de lavar lo viejo, solo tendremos que ser capaces de vivir al sol.
Intenso poema de la confrontación entre la cotidianeidad y el miedo que antecede a la visceralidad del deseo. Ha sido muy agradable leerte y descubrir tu espacio literario.
Saludos...
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