La nieve, la Gemio y la ministra Cabrera.

Esta mañana Isabel Gemio le ha soltado un rapapolvo monumental a la ministra Cabrera porque ha incumplido su promesa de ir al estudio de Onda Cero que está en San Sebastían de los Reyes. "Que hay nieve", le ha dicho. "Vaya hombre ¿No me diga? No nos habíamos dado cuenta".

La Gemio le ha reprochado su imprevisión y luego le ha recordado mordazmente que está en la lista negra de Zapatero para su próxima remodelación. He sentido un poco de pena por Cabrera...pero ¡Qué quieren que les diga! Sienta fatal que un invitado te falle. Más, si el invitado es ministro, al que se presupone que precede una entrevista bien preparada y larga. Diez minutos por teléfono no tienen nada que ver con diez minutos en el estudio o el plató.

No os podéis imaginar los sudores fríos que le entran a una cuando un invitado te dice que no va, una hora, o diez minutos antes de programa. Quieres matarle. Sin contemplaciones. Y normalmente son excusas tontas. Los peores son aquellos que se hacen los longuis. Te dicen que sí con la boca pequeña y luego te dejan tirada. Sí, el odio de un conductor de programa al que le falla un invitado es tal, que podría patirle en dos (al invitado, claro). Te acuerdas de su cara y la de toda su familia y tú te sientes absurda después de anunciar una entrevista, supuestamente importante.

Gemio...demasiado fina has sido. Que la Cabrera se irá, pero tú llevas mucha mili a cuestas para que te deje tirada nadie. Pero te dejan, por desgracia. De eso no se libra nadie.