de hierba
verde
con aquel vestido
rojo
¿Lo recuerdas?
(Si querías
impresionarme
lo has conseguido)
Yazco a seis pies
por encima del suelo
por encima del suelo
(A veces fantaseo
que soy
yo la que está debajo)
Y mis ojos
(no hay ojos, sólo
la memoria de ellos)
(no hay ojos, sólo
la memoria de ellos)
están cerrados.
No hay color
puertas adentro.
Muerta,
con tan brillante
mortaja.
No hay pulso
sin tus manos.
con tan brillante
mortaja.
No hay pulso
sin tus manos.
Yazco, amapola
olvidada, húmeda,
víctima
víctima
del frío
amanecer.
Y la niebla es una
emboscada de
llanto,
que me envuelve
de tu ausencia
que me envuelve
de tu ausencia
lejos de aquel
despertar
del regocijo,
del calor y las sábanas.
Del milagro de
estar vivosImagen Steven Meisel
1 comentario:
Bonita poesía Lola, alegoría de tus sentidos supongo, añoranza y melancolía, que también son necesarias de vez en cuando.
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