lunes, agosto 31, 2009

El mamífero que escapa

Un mamífero
perfecto.
El niño de
mis ojos.
Que sigue mi
estela.
A veces los hijos
se nos parecen,
decía, Serrat.
En el gesto
remoto.
En la rabia
y el llanto.
En su lucha,
en su desidia.
Quiero al
animal de mis
entrañas, con su
resplandeciente
sonrisa.
No heredes la
tristeza.
No te quedes con el gen
del infortunio.
Vuela, mamífero
perfecto.
Escapa, escápate del
miedo

7 comentarios:

nomesploraria dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
nomesploraria dijo...

Yo en cambio a veces invoco a san Herodes. Hace dos o tres post puse unas fotos de mis nenes para que lo entiendas.

rubencastillogallego dijo...

Bienvenida después del mes de agosto, campeona.
Besitos.

José Alcaraz, 1983 dijo...

Los últimos ocho versos, el mejor deseo que puede pedirse para alguien nuevo. Me los quedo también para mí, a ver si me libro del gen del infortunio. Muy bello.

(Salud)os!

Maripaz dijo...

He llegado a tu blog por casualidad y me ha encantado...permitemé sér una más de tus seguidores.

Un saludo

Txe Peligro dijo...

mamífero perfecto. Eso mola.

hippie pirata dijo...

A veces sí, invocarías a Herodes; pero pronto se te van las ganas, por lo menos a mí, que me dan gustos y disgustos por igual. Y en eso los muy taimados se turnan, que parece que se pongan de acuerdo, para que no pueda salir del asombro ni entrar en el aburrimiento.