sábado, febrero 26, 2011

110 Kilómetros por hora


Por los clavos de Cristo. Y que me perdone Cristo. O sea, que nuestra Región estará aún más lejos de Madrid, de Barcelona, del Norte, del Sur. Añadimos a nuestra incomunicación, otra más. Imagino que esta es una estrategia para poner todavía más multas y recaudar y recaudar antes de que se celebren las elecciones generales. A este sin vivir de nuestros días -- con la peor crisis económica de la historia de la democracia española-- a este sufrir diario de incertidumbres, de rebajas de sueldos y subida de los precios generalizada, hemos de añadir una losa más a la incomunicación que padece esta pequeña comunidad autónoma, uniprovincial pero peleona. Y menos mal que somos peleones, porque es fácil meterse con nosotros. Muy fácil. En los informativos se acuerdan poco de nuestras apuestas culturales y nos recuerdan todos los días a nuestros psicópatas, como si sólo vivieran aquí. Qué estigma. Imposible sacudírselo, oye. Nadie lo ha conseguido todavía. Ningún director de comunicación, ninguna institución. Sólo salimos en los papeles cuando hay hostias, con perdón. Y ahora encima esto. Esta ignominia de tener que circular por las autovías a una velocidad absurda y ridícula. En Francia, la autovía es para ir a 130 kilómetros por hora, una cosa razonable. Últimamente me ha tocado viajar. Y lo siento, prefiero ir en mi coche. Llego al punto de destino, no tengo que cargar con equipajes, no tengo que estresarme por la hora de salida del tren y, sobre todo, no he de viajar en los cada vez más incómodos ferrocarriles y añadir al coste de mi billete el de un taxi que me transporte en la ciudad de destino y en la de origen. Los trenes que cuando los he cogido en los últimos años van llenos a rebosar, que rezuman suciedad y antigüedad y que son incómodos, a no ser que vayas en preferente. Pero intenten viajar de Murcia a Andalucía. Casi como si quisieras irte al Tíbet.

Murcia, todavía más lejos. Pretender vivir y trabajar en este país, desde esta Región es casi imposible. Cuando esté en marcha Corvera no creo que haya muchas mejorías, porque un billete de avión para ir a Madrid es tan caro que a ningún empresario le compensará esta vía. Limitar, limitar, cercenar. Tenemos una madre castradora y no un gobierno que gobierna. Si Freud levantara la cabeza se lo pasaría en grande analizando el subconsciente que late tras tanta medida cohercitiva.

jueves, febrero 24, 2011

Cosas raras IV



Borges decía que el tiempo es circular y creo que tiene razón. De mis seis meses en el paraíso a la conversación en mi coche con Vila-Matas han pasado 17 años nada menos. Y cierro el círculo. Antes me sucedían cosas sensacionales, como encontrarme con Sigourney Weaver por una avenida vacía cerca de Columbia University con un frío que pelaba;  bailar en un musical de Londres (sacaban a bailar al público), o encontrarme con mi compositor favorito por una calle de Madrid una tarde muy especial. Una tarde de brisa mágica, de summer wind.  Ahora no. Nada de eventos sensacionales. Aunque vivo en un microcosmos, como en Puerto Rico. Y toda mi vida parece una fantasía una animada. En apariencia mi vida es mágica y maravillosa pero es un espejismo. Un microcosmos de pequeñas labores que alumbran esta oscuridad. Y sí, puede ser sensacional, aunque no impactante el hecho de trabajar como una fantasma en proyectos fantasmales. Porque nunca cuajan. En vivir rodeada de una aureola “chic” y cobrar una miseria por hacer un programa. O hacer mil cosas que me solicitan y que nadie cobra. Y porqué las iba a querer cobrar yo también, habráse visto, qué codiciosa soy.
Rodeada, eso sí,  de amigos maravillosos. Exitosos, encumbrados, de esos que pertenecen al 1% y sentirme una garrapata a su lado. Porque no se me pega nada de ellos por más que yo me pegue a ellos. La garrapata literaria, parece el nombre de un club fantasma. El club de los escritores que nunca terminan su primera novela, casi como los Baterbly de Vila-Matas, y volvemos a la visión circular, a los circunloquios de momentos y vida, de letras y muerte.
Pero no desesperemos, que estoy escribiendo mi primera novela y he de sentirme segura de terminar y de su éxito posterior, pero, hoy por hoy, vivo una realidad fantástica. Exactamente igual que en Puerto Rico. Sólo que allí todo aquello tenía una fecha de caducidad muy clara, la de mi regreso. En estos días no sé cuando acabará esta sin razón de cobrar como una becaria y contar un un prestigio que me sobreviene, que no busco, que me dan los demás y que agradezco, pero que no paga mi hipoteca ni me da independencia para poder comprarme un bolso Gucci, si se me antoja, o un Birkin, que es una inversión (Haber porque iba a ser mejor inversión una vaporetta que un Birkin, que alguien me lo explique, aquí y ahora. Y si no, que calle para siempre).
En este circunloquio de miserias con lentejuelas, cobro como cuando trabajaba en Radio Universidad de Puerto Rico, tengo tres amigos gays, como allí, y me pierdo en la magia de las letras y las palabras, como en Puerto Rico. Sólo que allí, vivía en el paraíso y, hoy, hay días en que mi vida me parece un auténtico infierno. Aunque lo disimulo muy bien, la verdad. Tan bien, que incluso a veces me creo la mentira de mi personal branding y de pronto hago una locura y me compro un abrigo Custo (de rebajas, por supuesto) que es muy celebrado por todo el mundo. Ay qué ver lo chic que soy, lo moderna, decidida y poderosa que le parezco a todo el mundo. Cuando sólo soy una niña en cuerpo de adulto --como dijo mi querida Encarna Talavera, cuyo personal-branding, responde a su realidad verdadera al contrario que yo— una mujer al borde de la indigencia económica que odia  ser mantenida, controlada en las cuentas y en los gastos y que ya no puede justificar un gasto “extra” porque no se lo ha ganado. Odio esta dependencia. Una mujer a la que ya no le pasan cosas extraordinarias como cuando vivía y estudiaba en Madrid. Extraordinarias y terribles pero también extraordinarias y maravillosas.
Pero no quiero parecer aquí una impostora. En mi fuero interno, ese que es inviolable, insobornable e inasequible al desaliento (por más que parezca lo contrario, a tenor de estas pobres palabras) ese personal-branding existía antes incluso que yo misma. Antes que existiese esa terminología tan moderna. Tener un poderoso personal-branding es una ventaja para muchas cosas pero una enorme desventaja para casi todas las demás, sobre todo aquellas relacionadas con el mundo laboral, donde tanto sello personal está mal visto por los jefes, que imponen su sello y que para eso son  jefes; o por las grandes empresas, que para eso arriesgaron su capital un día, para que su marca sea poderosa y no tú, claro. Es lógico. Pero que me pierdo y no quiero, porque me he propuesto, por más que algún lector muera asfixiado por este rollo enfermizo, terminar mi novela. Y si algún lector muere abotargado entre estas letras, son males menores. En la guerra lo llaman daños colaterales y en el amor, en la literatura y en la guerra, todo vale.

lunes, febrero 21, 2011

Arco y Cibeles: el juego del genio



Artículo dedicado al director de ARCO, Carlos Urroz
que me hizo la entrevista más contemporánea de mi vida laboral:
 En una peluquería y con el papel de plata en las mechas.
Al final, no fui la elegida, pero esto no es vendetta, es cariño.




Dos imágenes de ARCO 2011

Tengo algunos amigos artistas y, aunque cada cual es profundamente diferente del otro, todos tienen algo en común. Nada de lo que se presupone importante para el mundo es importante para ellos. Si acaso --por aquello de que el genio se tiene que sentirse estimulado--la gloria, pero, ésta es una chuchería que se deshace en sus bocas transcurridos pocos segundos. 
Mis amigos artistas, los auténticos artistas, no prestan atención al dinero, salvo porque saben que lo necesitan para pagar algunas fruslerías. No les interesa la lógica aunque sí el posible legado. El que les vino dado y el que pretenden ofrecer a los demás. No les interesan las facturas, los seguros de vida y ni tan siquiera la moda, salvo que la necesiten para no hundirse en el profundo anonimato. Y a veces hay tanta moda, tanto absurdo detrás del presunto talento, que he decidido rastrear desde este blogs a los que presumo auténticos artistas.
 Ya, ya. Sé que se celebra ARCO en estos días. Puede que todo no sea talento. Cierto. 


Oliva


Jesús del Pozo

También tenemos las Cibeles Fashion Week. Es curioso que siempre coincidan ambos eventos en el tiempo,como si se necesitasen el uno del otro. En las pasarelas a veces, y sólo algunas veces, hay genio. En otras ocasiones, las más, buen hacer y en otras, las menos,  aburrimiento. Con el arte creo que sucede igual. Y lo que echo de menos en el arte y presupongo fundamental desde mi humilde punto de vista, es la necesidad del juego. De lo lúdico.  
El arte no puede crearse con un fin. Claro, los artistas tienen que comer, pero no deberían pensar en las lentejas y la hipoteca cuando se ponen a untar un lienzo, emborronar una partitura o iniciar los primeros capítulos de una novela ¿O sí? De acuerdo, puede que algunos sí, pero no son artistas. Son otra cosa: artesanos, escritores eficaces que saben combinar en las adecuadas dosis suspense, historia, acción y romance; diseñadores que piensan en sus piezas como objetos de decoración y que realizan un trabajo digno pero NO APASIONANTE.  Modistos que optan en tiempos de crisis por tendencias conservadoras para colocar el máximo de piezas posibles, creadores que deciden ir a por lo seguro y dejan la creatividad para otros momentos.
Queridos, si un artista no juega, no se apasiona. Si no hay pasión, no hay emoción. Y dudo que el arte, el auténtico arte, se desvincule de las emociones humanas ¿Qué es el arte? Me preguntas mientras clavas tu mirada en esta pantalla blanca. El arte, creo, es lo que nos diferencia de algunos animales, no de todos, y nos hace profunda y esencialmente humanos. Da igual la tendencia, el istmo, el género. Si es arte, te retuerce por dentro.

viernes, febrero 18, 2011

Cosas raras III



Vista aérea del recinto de Rio Piedras


A mi me daba igual todo aquello porque cada día estaba en el paraíso. Ese campus que olía a melaza, a dulce. El coquí rompía el silencio de las aulas en plena clase. En ocasiones, eran cortinas de agua, la lluvia tropical, a partir del mes de marzo, la que añadía una banda sonora original a cada lección. Las risas y el vigor de los muchachos y muchachas de la UPI retumbaba en los grandes pasillos de aquellos regios edificios. Algunos de ladrillo rojo. Un campus realmente hermoso, donde vivieron José Ramón Jiménez, mi amado Varguitas, y en esos días gloriosos de cielos azules --de verde mar, de verdes campos, de selvas salvajes y juventud-- yo misma. Ahí estaba, viviendo una auténtica película.
Comenzaba la mañana nadando con mi amiga Lisa. Después, clases, trabajo en Radio Universidad, donde inventé una agenda cultural que mezclaba el sentido del humor, las bromas, música de todas las épocas y los efectos de sonido. Y todos trabajábamos en hacer un magno espacio diario. El técnico y Susana, una increíble fotógrafa y artista, que pronto se unió e hizo tanto suya como mía la agenda cultural. En el viejo San Juan me reconocían por la voz. Era la española de Radio Universidad
Y era hermoso lo que hacíamos. Todo ello.





Quiero romper la imagen que tienen ustedes de Puerto Rico. Una isla turística, sí, pero un auténtico hervidero de artistas, de pensamiento, de creación.  Cierto que la mayoría de ellos marchan a Estados Unidos, sobre todo a Nueva York. Pero Puerto Rico es la gallina que los incuba. Es un reducto absolutamente singular que mezcla la antigua cultura de los caballeros españoles, el caribe y los ritmos africanos de los esclavos que llegaron allá y todo lo procedente de los USA, que es mucho. Desde la mantequilla de cacahuete hasta la política, los dineros que les llegan por ser Estado Libre Asociado y su the way of life. Todo es fácil para quien quiere trabajar y prosperar. Las puertas se abren todo es posible, dentro de un orden, y se vive en una ingenuidad exquisita y perfecta.


martes, febrero 15, 2011

Chicas al poder

CIBORG

Nuevas Tendencias de la Redacción Periodística


Arthur Sulzberger, jr. New York Times. Creador de la idea Cerebral Cortex Edition



Sir Kin Robinson



Simon Sinek

Cosas raras, II


En los USA, en Puerto Rico, me sentía libre, hacía lo que quería y compartía habitación con una francesa de origen árabe absolutamente femenina y espectacular. Vivía por y para el amor. Más que iluminada era una coqueta incorregible. En aquellos tiempos yo no tenía nada de eso, ni de iluminación ni de coquetería. No me creía nada los piropos puertorriqueños de “qué linda tú ereh”, vivía en un permanente estado de fantasía y microcoscomos, el de una española en un campus casi norteamericano, cumpliendo el sueño americano.
Recién llegada tuve mi tarjeta de la Seguridad Social de los USA. Apenas aterrizar, un chico policía me llevo en su carro hasta la Universidad y logramos tras dar muchas vueltas ubicar mi estancia temporal (nos trasladaban al edificio de la Torre Norte un par de días después). Al despertar de un leve sueño hallé la maravilla. Me asomé a un humilde balcón y ahí estaban: los mangós, las palmeras y otros árboles tropicales de difícil catalogación. Un esplendor en la hierba sin igual. La francesa me arrastró a la playa con un Jet Lag de caballo. Era domingo y los domingos se solía ir a la playa en determinados ámbitos estudiantiles. La odié por arrastrarme con tanto sueño, pero ella era así, no escuchaba, no había tu tía. Era sí, o sí. Asi que mejor llevarse bien con ella. Siempre le deberé que conociera a Carlitos aquel día. Carlos Morales. Un muchacho encantador y gay. A partir de ahí empezó mi carrera como mariliendres profesional. Un mariliendres, según mi amigo Alfonso Pérez es alguien que no es del mundo gay pero que hace muy buenas migas con él. Y no sé como me las apaño, pero siempre hago muy buenas migas con ese universo. Me encantan y les encanto. Tenemos los mismos gustos y, después de todo, tanto a los gays como a las mujeres hetero nos gustan los hombres, con lo cual, no es tan raro.
Con Alexis, Carlitos y Joselito me lo pasaba genial. No sólo eso, me animaron a montar un ciclo sobre Pedro Almodóvar en Puerto Rico. Y lo hice. Los de Blackbuster me dejaban los videos  y en Casa de España los proyectábamos. Aquí era todo for free. Todo, todo. Lo mejor eran las caras de los españoles  que frecuentaba tan magno lugar al ver las escenas de "Pepi, Luci, Bomb y otras chicas del montón". En aquella época era tan moderna que mi amiga Lisa y yo hicimos hasta una performance de "Mujeres al borde de un ataque de nervios" sin emitir palabra ni sonido alguno. ¡¡Lo que nos costó encontrar un teléfono rojo en las tiendas de todo a peso!!.
Lo que les contaba, por aquel entonces empatizaba tanto con la causa gay, por aquello de que quizá me siento fuera del sistema, que en dos ocasiones me enamorisqué de dos chicos que resultaron ser gay. Era tan pava en la época de la fakul que tuvo que venir otra amiga a abrirme los ojos: “Oye…¿este te gusta? Hombre, es muy mono pero no te das cuenta?”. Definitivamente no, no me daba cuenta.

sábado, febrero 12, 2011

POR SAN VALENTÍN, FIRMA DE TANTO AMOR EN SAN NONO



EL LUNES A LAS 21,30 HORAS, EN SAN NONO BAR, FIRMA DE "TANTO AMOR", ADEMÁS DE CHAMPÁN, ROSAS Y TUPPERSEX, UN BUEN FIESTORRO PARA CELEBRAR A ESTE SANTO QUE EMPAREJABA A LOS SOLDADOS CON LINDAS DAMISELAS. DA IGUAL SI ESTÁS ENAMORADO O NO, PÁSATE Y NOS ECHAMOS UNAS RISAS

TEORÍAS VARIAS DE POR QUÉ SE CELEBRA SAN VALENTÍN . SEGÚN SILVIA ARENAS

En los países nórdicos es durante estas fechas cuando se emparejan y aparean los pájaros, de ahí que este periodo se vea como un símbolo de amor y de creación.
Algunos creen que es una fiesta cristianizada del paganismo, ya que en la antigua Roma se realizaba la adoración al dios del amor, cuyo nombre griego era Eros y a quien los romanos llamaban Cupido. En esta celebración se pedían los favores del dios a través de regalos u ofrendas para conseguir así encontrar al enamorado ideal.

También, y hace muchos siglos, fue tradicional en Inglaterra la "fiesta de los valentinus", donde se elegían a hombres y a mujeres para que formaran pareja. Muchas de estas parejas se convertían en marido y mujer y conseguían la felicidad de pareja que se espera encontrar y consolidar el Día de San Valentín.

Otras fuentes centran el origen de la historia de San Valentín en la Roma del siglo III, época en la que el cristianismo era perseguido. En este periodo también se prohibía el matrimonio entre los soldados ya que se creía que los hombres solteros rendían más en el campo de batalla que los hombres casados porque no estaban emocionalmente ligados a sus familias.
Es en estas circunstancias cuando surge la figura de San Valentín, un sacerdote cristiano que ante tal injusticia decide casar a las parejas bajo el ritual cristiano a escondidas de los ojos romanos.
Valentín adquiere por proteger a los enamorados y auspiciar bodas secretas gran prestigio en toda la ciudad y es llamado por el emperador Claudio II para conocerle. El sacerdote aprovecha aquella visita para hacer propaganda de la religión cristiana y convencer al emperador para que siga los pasos de Jesús. Aunque en un principio Claudio II se sintió atraído por aquella religión que los mismos romanos perseguían, los soldados y el propio Gobernador de Roma le obligaron a desistir y organizaron una campaña en contra de Valentín. El emperador romano cambió de opinión y ordenó al gobernador de Roma que procesara al sacerdote.
La misión de condenar al sacerdote la tuvo que llevar acabo el lugarteniente, Asterius. Éste, cuando estuvo delante del sacerdote, se burló de la religión cristiana y quiso poner a prueba a Valentín. Le preguntó si sería capaz de devolver la vista a una de sus hijas que era ciega de nacimiento. El sacerdote aceptó y en nombre del Señor obró el milagro. El lugarteniente y toda su familia se convirtieron al cristianismo pero no pudieron librar a Valentín de su martirio. San Valentín fue ejecutado un 14 de febrero

miércoles, febrero 09, 2011

Capítulo I "Cosas raras"


Vila-Matas me miró de reojo mientras conducía, cambiando su habitual rictus por una media sonrisa socarrona. Incluso me pareció detectar un brillo algo malévolo en sus ojos. Me dijo: Quizá no te pasan cosas raras porque tú has cambiado. Eso podría ser el comienzo de una nueva novela. Plantearte una novela sobre esa idea de que ya no te ocurren cosas fuera de lo común.
No me lo dijo con esas palabras, porque su gramática, su economía de significados es superior a la mía. Aplastantemente superior, diría yo.
"La novela de mi vida", pensé para mi. Justo ahora que el mundo adora la novela histórica, la fantástica, las ambientadas en la Guerra Civil española o post guerra, me pongo a escribir sobre mí misma. Si Joana Bonet dice que soy anti-narciso, será verdad pero también es verdad que soy incapaz de inventarme toda una vida ajena por completo a la mía. Y conozco muchas vidas. Y muy interesantes, pero a esta anti-narciso y anti-trepa, le sale una voz propia muy identificable. Me lo dijo María Dueñas. Puede ser una virtud y un defecto. Se nota que estoy detrás de estas frases. Quizá se nota demasiado. María es tan encantadora y diplomática que nunca lo expresaría de ese modo. Pero es cierto. Antes, hace unos 20 años, todo lo que me sucedía estaba envuelto en una aureola de realismo mágico. No digamos los seis meses que pasé en Puerto Rico. Me sorprendía a mi misma pensando, mientras iba de camino al Campus cada mañana, que vivía en el paraíso. En el auténtico paraíso. No importaba que el asfalto estuviera rajado, que hubiese cables surcando el cielo azul borícua, que rodeando el recinto de Río Piedras viese la miseria a diario. Sí, pero miseria sin falta. Pobres pero no hambrientos. Gente que vivía del "mantengo" y tan felices. Dependientes de tiendas de "Todo a peso", con la pistola metida entre los pantalones, por si las moscas. Redadas de droga continuas en los bares de aquel barrio, policías barrigones con rifles largos y amenazantes.
A mi me daba igual todo aquello porque cada día estaba en el paraíso. Ese campus que olía a melaza, a dulce, con el coquí rompiendo el silencio de las aulas en plena clase. Con las risas y el vigor de los muchachos y muchachas de la UPI.
Comenzaba la mañana nadando con mi amiga Lisa. Tenía mis clases, mi trabajo en Radio Universidad y hacía lo que me daba la gana y me daba para pagar mis exiguos gastos. Compartía habitación con una francesa de origen árabe absolutamente femenina y espectacular. Vivía por y para el amor (continuará...)

domingo, febrero 06, 2011

"Tanto amor", visto por Joana Bonet


En la presentación de Madrid acompañada por mujeres increíbles y maravillosas a las que admiro y quiero mucho: (De izquierda a derecha) Nativel Preciado, Joana Bonet, María Dueñas, Ana Mª Tomás y la menda. Total, ná....cuanto talento en tan poco espacio.


Una de las principales virtudes de “Tanto amor” de Lola Gracia es, en mi opinión, la interesante mezcla de realidad y fantasía, auténtico eje de coordenadas en el que se inscriben muchos de los textos que componen el libro que propone. En él lo cotidiano y lo maravilloso, como sucediera en el realismo mágico de los García Márquez, Cortázar, Onetti o Carpentier pusieran de moda allá por los años sesenta, no son sino las dos caras de una misma moneda. Y como sucediera con ellas, no se trata de un rasgo estilístico más, de una herramienta literaria, sin de una actitud ante la vida, una forma de mirar (y narrar) . Una actitud forjada con curiosidad, que cristaliza en un punto de vista muy personal. Así, a lo largo de sus páginas, establece un juego de complicidades con el lector ciertamente estimulante (que triunfa sobre el esfuerzo que este debe hacer— por encima de referencias y referentes, imaginarios y gustos particulares de los que hablaremos un poco más adelante— para entrar de lleno en el libro). Y arma fundamental para esto es la utilización de la ironía, un concepto resbaladizo que, en este caso, tiene que ver con un inteligente distanciamiento antinarciso.

Latido poético

Otro detalles muy interesante es su tendencia hacia lo poético. “Tanto amor” es formalmente, prosa, pero a ésta le acompaña un latido poético en todas y cada una de sus páginas. Ese gusto de Lola Gracia podría entenderse, recordando la definición de poesía de Hölderlin, “ un poder superior (…) el más peligroso e importante de los bienes”, como una necesidad. Vinculada, además, por seguir con el romántico alemán, con “el amor que todo lo alcanza”. Precisamente, el tema central de “Tanto amor”. El amor en todas sus expresiones y dimensiones (de la pasión destructora al triunfo del amor, pasando por el sexo o el desamor) es el verdadero protagonista del libro.

Desde hace unos años se viene confundiendo, erróneamente, la intertextualidad, entendida en sentido amplio como “el conjunto de relaciones que acercan un texto determinado a otros textos de diversa procedencia: del mismo autor o, más conmúnmente, de otros; contemporáneos o de épocas anteriores; mediante una referencia explícita (literal, alusiva, o “secreta”) o la apelación de un género, a un arquetipo textual o a una fórmula anónima, con la fecunda tendencia, tan de nuestros días, del copy-paste. Nada más lejos de la realidad. “Todo texto es la absorción o transformación de otro texto”, razonaba Julia Kristeva allá por 1967, en la época en la que acuñó el concepto. Y Borges, en el mismo sentido, afirmaba en su “Libro de arena” que “ya no quedan más que citas”. La lengua es un sistema de citas”. Es cierto que la literatura se ha nutrido siempre de modelos y fuentes, pero ha sido en la posmodernidad, a la que pertenecemos tanto lectores como escritores —aunque Lipovesky haya firmado el acta de defunción de ella a favor de su hipermodernidad— en la que la intertextualidad ha alcanzado su verdadero sentido. “Tanto amor” de Lola Gracia se construye precisamente sobre ella, en un diálogo abierto con poetas, cantantes de jazz, ciudades, estrellas de cine, personajes de ficción, celebrities y un largo etcétera.

Desde la inicial –y libre— Rosa de Rilke hasta los diseñadores de moda de cabecera de “La niña Conchita”, Carolina Herrera y Óscar de la Renta, pasando por la voz de Sinatra que entona “look at me, I’m a helpless as a kitten up a tree” (mírame, estoy tan indefenso como un gatito que se ha subido a un árbol) los versos de Ungaretti, las cariátides de vacaciones o el encuentro de Sean Connery y Ursula Andress en aquella playa. Pero Lola Gracia va más allá. Si atendemos a la estructura del libro, ésta nos devuelve a la posmodernidad: novelas cortas, nouvelles, si aceptamos el galicismo; relatos breves que llegan incluso al microrrelato; versos y citas se dan la mano en un índice tan poco convencional como sugerente, dos virtudes que no abundan en nuestros días.

viernes, febrero 04, 2011

Past/Present



El suelo de Los Ángeles

rebosa

de huesos gloriosos,

polvos gloriosos,

quizá enamorados.

L.A. empantanado

de soledad y

abrumador desconcierto.

Es un cementerio gigante,

un camping de

fantasmas que

se recuestan

en las

gráciles palmeras,

entre Olive y La Brea.

En la cutrez

de las esquinas de Vine,

antaño tan creativas

y gloriosas.

A la sombra de

Capitol Records,

mendigos.

A la sombra del

Beverly Hills Hotel,

profesores de tenis

que esperan el bus

para bajar al centro.

Vemos que L.A

es un cementerio gigante

en la huella fósil

de las estrellas

fugaces.

Manos y cemento.

Memento mori,

semen que

se llevó el viento.


El Chinese Theatre,

exhibe asfalto

de señales, huellas y flores,

como lápidas y cenotafios

de lo insabile.


Ni Rita, ni Tyron,

ni tan siquiera

Clooney serán ya lo que

eran.

En L.A hay niñas que mueren

en La bañera

al mezclar

barbitúricos y pena.

El suelo de L.A.

rebosa de

asfalto tembloroso.

Luces brillantes

y oscuridad

de diamantes.

Baches, calles

ocres descampados

turistas,

perdidos

curiosos y colgados.

El suelo de L.A

apenas si recuerda

su épica y su leyenda.

No pregunten a un

empleado del Chateau

Marmont por

Greta Garbo.

Ni en qué habitación

Billy Wilder

habitó cuatro años

en un cuarto de baño.

Indigente y superviviente

gracias a la sopa

en lata.

y latas de sueños.

Y genio, y talento.

El suelo de Los

Ángeles parece

Un suelo muerto.


miércoles, febrero 02, 2011

ESCRITORES EN SU TINTA 2011



Amigos del Blog, me complace anunciaros que mañana comenzamos un nuevo ciclo de "Escritores en su tinta" con un cartel que pa qué las prisas...Estupendo, qué voy a deciros. Detrás de cada gestión hay pasión y hay cariño. El apoyo incondicional del Ayuntamiento de Molina de Segura, su concejala Mariola Martínez Robles y el equipo de Cultura y de Prensa: Manuel Moyano, Mercedes Lacasa y José Luis Palazón.
Espero veros a todos por la Biblioteca Salvador García Aguilar. Nuestra primera cita es mañana a las 20,00 horas con Enrique Vila Matas