sábado, marzo 31, 2012

Espejito, espejio: los cuentos tradicionales más vigentes que nunca



Lo confieso: vivo atrapada en los espejos, sueño con atravesarlos y colarme en el país de las maravillas. No soy la única. Somos legión y, al contrario que la madrastra de Blancanieves, secuestrada por su narcisismo, vanidad y ambición sin límites, nosotras somos prisioneras de nuestro reflejo por pura inseguridad. La marquetería audiovisual repite una y otra vez los arquetipos de la doncella y la górgona y, claro, nadie quiere ser la reencarnación de medusa. Ser doncella eternamente es imposible y ser doncella flaca no está al alcance de todas. La cenicienta nos enseña que seamos hacendosas y buenas, pero, sobre todo, flacas, para que nos quepa ese zapatito de cristal.

Reconozcámoslo: la presión brutal ejercida en las mujeres en pos de una perfección ultraterrena se sumerge en la noche de los tiempos. Y desde entonces, los espejos son nuestros aliados, nuestros coroneles de acero. Nos castigan, nos besan, nos maltratan, nos premian. Me miro mucho en los espejos y no siempre me gusta lo que veo. En ocasiones caigo en un trance extraño y soy de nuevo aquella niña rechoncha llena de complejos, aislada a la que el destino jamás le dio una palmadita en la espalda. Pero ahí estaba mi espejo, aguardándome en la penumbra del cuarto de baño, en la sala de baile, en las películas de Rita Hayworth. El espejo era la puerta a un mundo feliz. Cuando leí “Alicia” todo me resultaba familiar.

¿Qué es el arte si no un reflejo? La pintura es un espejo; la música llena nuestra mente de imágenes. La buena literatura nos devuelve una y otra vez a nosotros mismos, al Quijote idealista, a la niña mala, sin compasión del enamorado; a la casquivana Madame Bovary, estúpida, que confía en el cobarde equivocado, que se sumerge en libros-espejo, a la búsqueda de otras vidas posibles.

Los cuentos de hadas se reproducen con precisión milimétrica, ahora, en estos momentos. Hay manzanas envenenadas con aspecto jugoso, como las famosas modelos y actrices que no comen pero sí beben, víctimas de una nueva patología denominada alcohorexia; y late, como un compás inextinguible, esa pregunta: “Espejito, espejito, ¿quién es la más bella?"

Las señales son inequívocas: todo nos empuja a ser las eternas doncellas encerradas en lo más alto de la más alta torre por las que no pasa el tiempo. Por las que no pasa nadie, dicho sea de paso. Enclaustradas con nuestras pociones (las cremas antiarrugas) con nuestros elixires de la eterna juventud (vitaminas, antioxidantes), esperando a un príncipe gilipollas que nunca llega. Pero es que nunca. Chicas, desde aquí os lo digo: a tomar por saco el príncipe. Tacones sí porque nos gustan; rouge- Blancanieves también porque nos otorga valentía, y espejos para traspasarlos, para jugar sin morir en el narcisismo, que, total, no nos lleva a ninguna parte. No esperéis a ese idiota apollardado de sangre supuestamente azul. Mejor divertíos con los enanitos, que son más cachondos; no nos exigen ser frías como el mármol – a mí no me sale—, y repetid conmigo el mantra de Meryl Streep: “La inseguridad es mi amiga”.

lunes, marzo 26, 2012

Primavera

Cantada hasta la saciedad por vates, orates, prosistas macarras, cursis y snobs, la primavera se ha celebrado desde que el mundo es mundo en todas las culturas y civilizaciones. Yo la celebro con música y dietas, qué se le va hacer, siempre nos pilla con los deberes sin hacer.
Más luz, menos ropa, época de aparearse. No lo digo yo, lo dice la naturaleza, que siempre es un milagro.
Os dejo con algunas muestras musicales de esta tortuosa pero deslumbrante primavera



Betty Carter
Spring can really hang you up the most



In Trutina
Carmina Burana, Carl Off




Aguas de Marzo
Antonio Carlos Jobim, Elis Regina



Así se siente Abril
Antonio Flores

miércoles, marzo 21, 2012

Lucía Etxebarría “en su tinta” mañana en la Biblioteca Salvador Aguilar


·        La autora será investida como  “Asteroide del meteorito” en la rueda de prensa que ofrecerá en el Pub Celeste de Molina de Segura (18.00 horas)

El ciclo “Escritores en su tinta” que organiza la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Molina de Segura, acoge esta semana la visita de la escritora Lucía Etxebarría, cuyo encuentro con los lectores se desarrollará en la Biblioteca Salvador García Aguilar (Carretera del Chorrico S/N 20,00 horas) de dicha localidad, como viene siendo habitual.


Asimismo, la escritora será nombrada “Asteroide Honoraria” de la Muy Noble y Muy Leal Orden del Meteorito en el transcurso de la rueda de prensa que ofrecerá en el pub Celeste de la ciudad (c/ Jesuita Hernández Pérez, junto a papelería Cantero en la Plaza del Ayuntamiento de Molina de Segura 18,00 horas) acompañada de la concejala de Educación y Cultura, Mariola Martínez Robles y la coordinadora del ciclo, Lola Gracia.

Desde unos meses el gran número de vocaciones literarias nacidas en Molina de Segura cuenta con cierta entidad y con su propia leyenda. En la Nochebuena de 1858 cayó sobre la entonces villa un gigantesco meteorito, que hoy se encuentra en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid. Desde entonces, el cráter emite una misteriosa radiación que ha hecho germinar, 150 años después, una generación de escritores como nunca antes se había visto en la comarca.
La autora
Lucía Etxebarría (Valencia, 1966)
Filóloga y periodista, abandonó los gabinetes de prensa poco antes de que saliera a la luz su primera obra, una biografía novelada de Kurt Cobain y Courtney Love. Beatriz y los cuerpos celestes fue Premio Nadal en 1997. Hará incursiones como guionista en la exitosa película “Sobreviviré”, además de I love you, baby, en colaboración con Menkes y Albacete y “La mujer de mi vida”. En 2000 es nombrada doctor Honoris Causa por la Universidad de Aberdeen (Escocia) y un año después gana el Premio Primavera de novela con “De todo lo visible e invisible”. En 2004 se hace con el Planeta por “Un milagro en equilibrio”. Hasta el momento ha publicado un total de 10 novelas. La última se titula “El contenido del silencio”.
Etxebarría colabora con diferentes publicaciones periódicos y es miembro del gabinete del programa de radio “Julia en la Onda” en Onda Cero. Asimismo, es una activa usuaria de las redes sociales. El pasado diciembre anunció su retirada indefinida del mundo literario como forma de protesta contra la piratería. Desde el pasado 14 de febrero gestiona y publica su propia revista  on line www.allegramag.com, un sitio realmente interesante y repleto de reflexiones, información, puntos de vista y opinión, tal y como lo describe la propia Lucía: “actualidad, tendencias, ocio, cultura y mucho amor”.
La imagen es de El mundo

martes, marzo 20, 2012

El abogado de Iñaki y el trato a los periodistas


Más chulo que un ocho. Dice que da vacaciones a los periodistas, que su cliente no va a decir ni mú. Así se las gasta el abogado de Iñaki Undargarin. Un modelo de tacto y cortesía. "Que se avecinan lluvias y no quiero que se mojen". Valiente cretino. Tendría gracia si vistiera camiseta imperio, cadenas y chándal de los moros, tal cual iba ese personaje entrañable de Los Soprano, Pauli. Pero no, que el tío va hecho un pincel, como su cliente y nos mira a la prensa como si fuésemos chusma. Tal vez lo seamos ¿Y saben por qué? Porque estamos permitiendo un retroceso en las libertades y un deterioro en la calidad de vida de nuestra profesión que no es de recibo.

Nosotros somos los primeros en denunciar las injusticias en todos los colectivos menos en el nuestro, salvo raras excepciones; nos convertimos en adalides de causas perdidas pero aceptamos ruedas de prensa sin preguntas, cuestionarios cerrados, desplantes como el de este tipo impresentable.

Reconozco que quizá no sea una periodista moderada, pero es que estoy allí y te juro que le doy con la alcachofa. De acuerdo que la violencia no es el camino...pero, miren, un cachete en el culo no les vendría mal a determinados políticos ¿No creen? ¿Que el consejero llega media hora tarde? Pues nos largamos ¿Que la presidenta no admite preguntas? Pues no cubrimos la información, nos quedamos con nuestros totales y nuestras declaraciones guardadicos bajo el ala. Si no pasa nada, si la mayoría de la veces venden poca cosa, migajas. Si ellos son los primeros interesados en salir en la foto, que se lo digo yo, que me conozco el paño. Pero claro, tenemos un problema, Houston. Que no tienen cogidos por los huevos. Que con esta crisis hay que tenerlos cuadrados para mantener un pulso con el poder y salir ganando. Y ellos lo saben. Ellos que viven de nosotros, de nuestros impuestos, ellos que están ahí porque nosotros, los votantes, los elegimos. A ellos les cantaría el bolero de "Se te olvida" una y otra vez, hasta que les entrase en la cabeza. Un día un ex jefe me dijo: parece que trabajas para los periodistas en vez de para mi. Y yo, que soy más chula que ellos porque mi madre me parió así, le contesté: "trabajo para la Región de Murcia que es la que me paga". En fin, pa qué seguir. Es muy cansado permanecer en esta batalla sin perder la moral. Pero creo que nuestro deber es recordarle a los presuntos poderosos que el poder reside en el pueblo. Y que nuestra obligación como periodistas, intermediarios entre el poder y la sociedad civil es PREGUNTAR. Y, señores, si no preguntamos estamos haciendo mal nuestro trabajo, somos negligentes, pecamos por omisión.


Dedicado a mi amiga Elo por ser la pesá de los Consejos de Gobierno y por recordarme cosas muy importantes de la vida.

sábado, marzo 17, 2012

Un anuncio ANTI LOEWE


Ani Lee Fall Winter 12' from ani lee on Vimeo.

Un vídeo de SITA ABELLÁN, antes de la polémica Loewe


Lo confieso. Ví ese anuncio y no dije nada. En él aparece una chica hija de una conocida mía, Isabel del Rey. Es de Murcia. Muy guapa, con un talento natural, genuino. No dije nada ¿Para qué? Lo mismo le perjudica, pensé. Se llama Sita Abellán y juro por Arturo que los tiene bien puestos y ha hecho vídeos nada pijos, nada monísimos; rompedores, brutales. Si los buscan por internet, verán que es cierto lo que escribo.

Como una es pobre pero tiene un mundo que te cagas, resulta que conoció a la familia Loewe en Madrid cuando estudiaba allí. No, no me hice íntima ni nada de eso. Era amiga de una amiga, Anna, cuyo padre era conde, cuya madre era alemana y cantaba en la coral Bach donde yo también cantaba, por eso la conocía. Por eso, y porque los Loewe tienen origen alemán. Mi amiga como la niña Loewe era muy rubia, guapa, inteligente, solidaria, buena gente. A veces me preguntaba qué hacía una vulgar gordita de San Antolín codeándome con aquel personal. Tenía inquietudes, les encantaban mis parlamentos, era divertida,decían..., fíjate tú, siempre dios me ha puesto en el camino gente que me ha querido. Familias que han cuidado de mi aquí y allí. Con algunas perdí el contacto para siempre, soy un desastre para esto. Dejo que la vida me lleve como un remolino y no me anclo a nada porque al final, nos iremos...Al final, se queda a tu lado quien dios decide, que lo escribo en minúscula porque para mi es como de la familia, también.
Pero a lo que iba, me habla su madre de Sita Abellán, a la semana la veo en una foto de un dominical y después salta esto del anuncio.
Es un spot vomitivo. Lo siento. Lo único bonito son los bolsos volando al ritmo de la música, lo demás es un capítulo de Gossip Girl rodado en Madrid. No va nada con la casa Loewe, ni con la gente que conocí. Familias ricas, sí, pero ricas, cultas, inquietas. Niñas que se iban los veranos a trabajar a fábricas de chocolate en Alemania para saber lo que vale un peine y para perfeccionar los idiomas que aprendían en ICADE. Niñas, como mi amiga, que estuvo un año entero en un poblado de África enseñando a los chavales a leer, antes de incorporarse a un puesto de trabajo normal.
De acuerdo, es gente que tenía la vida asegurada más o menos. Su lugar ya estaba escogido pero no eran capullos integrales como los del anuncio Loewe. Esta gente, los que yo conocí al menos, estaban comprometidos con la sociedad, con la vida, con ellos mismos y se autoexigían una perfección, un camino de rectitud en la vida. Sí, puede que esto se lo marcasen unas creencias muy concretas, pero a mi me da igual: el resultado es que eran personas sin tacha, con modales, cortesía, calidez y que miraban muy bien en qué se gastaban el parné. Vamos, que mi amiga, por muy amiga que fuera de las hijas Loewe, jamás llevó un bolso de 1.400 euros.
Este anuncio, con los tiempos que corren, es sangrante y al creativo lo deberían llevar a hacer un tour por los comedores sociales. Entiendo que hay gente con posibles que quiere darse un capricho ¿Por qué no lo va a hacer? pero también entiendo que se puede vender la clase y la exclusividad con algo más de gusto y estilo. Esto es zafio y vulgar. Señores, esto es anti Loewe.

PD. La familia de mi amiga Anna y parte de los Loewe vinieron a España huyendo del nazismo. Al abuelo de esta amiga, que era juez, lo ejecutaron los nazis en el salón de su casa delante de toda su familia porque estaba en contra del genocidio judío y se negaba a realizar el saludo de Heil Hitler

martes, marzo 13, 2012

Caribe, con c de Calor


Jennifer Lopez - I'm Into You por UniversalMusicEspana


El Caribe está lleno de calor. Quizá por eso eso la c y la r forman parte de la palabra Caribe. El Caribe es humedad, es sexo, es exhuberancia. El canto del coquí, el café más aromático que probarás jamás, los chicos más solícitos y caballerosos del mundo, el verde más verde, el azul más azul. Todo es intenso en el Caribe quizá por eso me guste tanto; quizá por eso vivo enganchada a seis meses que pasé en el paraíso y no podré olvidar mientras viva. Los olores del Caribe, sus sabores, sus contradicciones, sus barrios marginales, sus plazas de abastos de frutos exóticos, sus familias tan parecidas a las nuestras; la importancia de la madre, sacro santa, adorada; el pálpito de la vida; los dependientes con la pistola metida en la cinturilla del pantalón, la salsa sonando por todas partes, a todas horas. Si el mundo fuese el cuerpo humano, el corazón estaría en el Caribe. Toda esa fuerza bombea la sangre de los días y las horas. El riego a veces expulsa a los caribeños fuera de su entorno y germinan calor dondequiera que van. New York, Miami, París…Extremos y valientes, su piel resucita los muertos. Su piel, la piel del Caribe es flexible, eterna e indescriptible. Me doy cuenta que el torrente de las palabras es insuficiente. Respirar el Caribe es padecer una inevitable invasión de los sentidos. Dale candela, Caribe, que este mundo frío y cruel te necesita.

sábado, marzo 10, 2012

La sobamática. En la era virtual me quedo con la piel



El contacto lo es todo en el ser humano. Abrazos, caricias, carantoñas, besicos, mordiscos, cosquillas. Todo eso. Ante esta crisis que nos obliga a trabajar el doble para cobrar la mitad, nos quedamos sin tiempo para el arte del sobe. Y he aquí que el otro día, tras pasar por el túnel de lavado de mi coche se me ocurrió la brillante idea: un artefacto, como el túnel, pero de sobeteos. Lo llamaremos la sobamática. Uno se coloca en una cinta transportadora y cientos de manos le achucharán, estrujarán, enlazarán su pecho, tomarán la cabeza con delicadeza y llenarán los párpados, mejillas y frente de castos besos, incluso de besos mariposa. ¡Necesitamos tanto amor! Estoy dispuesta a pasar por la sobamática en una apretura, que para eso existen personas de carne y hueso a las que ceñirnos y envolvernos y sentir el calor dulce que alimenta. Pero si vamos a tener muchas contraprestraciones –el arte de la mesura es complicado en asuntos carnales— me paso por la sobamática y listo. ¿Quién me dice a mí que no puedo recrear el momento más bello, aquel en el que estuve en los abrazos más queridos, aquel día de máxima felicidad?
Somos frágiles y poca cosa comparados con la eficacia del tiempo que aplasta las horas una tras otra sin conmiseración; comparados con la precisión matemática de los números, con la inexorable capacidad de los otros para hacernos daño el día menos pensado. Pero, ojo: como señalaba, la sobamática es para momentos de urgencia y en caso de no tener a mano algo mejor. No hagamos como los japoneses, que a partir de los 40 ni se miran, ni se tocan. Prefieren el sexo de cabinas, los vídeos pornográficos y las muñecas hinchables. Eso es más triste aún que andar falto de ternuras. Según una encuesta del 2007, más del 35% de los nipones hace más de un año que no hace el amor en su pareja. Que no follan, vamos.
Pero incluso más que el sexo, lo que necesitamos es el roce de la piel, el calor mamífero, enraizar con nuestro pasado más atávico y animal de machos y hembras, de manadas que, en vez de encabronarse los unos con los otros, se besan y se tocan.
En la era de la cibernética, de las amistades virtuales, reivindico la piel con piel. Por mi parte, todos los ciberamigos no serán amigos de verdad hasta que no los palpe con estas manitas que crecieron en el vientre de mi madre. El contacto es la clave porque la piel es muy sabia y porque si no, nos perderemos en las combinaciones alfanuméricas que son frías y sosas, que son aburridas y eficaces. Como cantaba Serrat: “De vez en cuando la vida nos besa en la boca”. Incluso, a veces, un beso de tornillo. Y si no, para una prisa, siempre nos quedará la sobamática

Déjame entrar




Déjame entrar
Saber tu sabor
comer de tu
mano
beberme
tu amor

Déjame entrar,
sin enamoramientos
ni expectativas,
sin vanidad,
sin cortapisas

Esta niña mala,
Alicia de sus
espejos, sólo
siente curiosidad.

Qué será de tu piel
en mi viente,
Cómo gemirás
al ritmo caliente,
cómo será tu
simiente.

Alicia golpea
en tu espejo y te
pide --sobre el cielo
de tu boca, sobre
tu frente algo cansada,
sobre tu pecho inédito,
sobre la perla
de los instintos--
Déjame entrar, maldita
sea,
déjame entrar.

La imagen es de Stevan Meisel

domingo, marzo 04, 2012

El millás que me gusta



La obsesión por el cuerpo, las enfermedades, las experiencias vicarias, la complejidad que encierran los objetos cotidianos, ponga usted por caso el Fairy; el punto de vista tan especial de un autor que nunca dejó de ser un niño solitario; La constatación de que la escritura y la lectura son un signo de debilidad--cuando no de algo peor-- son algunas de las pocas cosas que me quedaron claras tras leer y conocer a ese genio que es Juan José Millás. Un genio pero que es un tío muy normal en el fondo. Al que le gustan las mismas series que a mi; series incluso pensadas para el público femenino como Los Kennedy. Millás se queda con los olores. Le gustó el ambientador de mi coche, por ejemplo. Se queda con los sabores. Es un cocinillas de cuidado y dice que hace un humus que lleva de todo. A saber. Millás me cayó muy bien, siendo de una normalidad tan aplastante que es anormal. Y odio a Maria José. Los que conozcan "El mundo", saben a quien me refiero.

Algunos de los apuntes que tomé tras zamparme los Articuentos Completos y el mencionado "El mundo"

"La fiebre tiene que proceder de lo más hondo de uno mismo, como los fantasmas parecen salir del armario, como el terror que emerge de las sombras"

"La gripe (...) es como si alguien hubiera abierto una ventana a la altura de los riñones"

"¿No os ha sucedido nunca que al tocar algunos objetos o al acariciar determinadas personas os atacaba una suerte de inquietante extrañeza, como si estuvierais tocando o acariciando para otro o para otros que quizá se han quedado sin cuerpo y se han visto obligados a refugiarse en algún pliegue del vuestro para continuar teniendo, incluso de forma vicaria, sentimientos corporales?"

"La espalda es un lugar absurdo: un espacio devastado sin vegetación, un desierto en el que es imposible dar con una sombra"

"Tengo que averiguar si los bolsillos, como los armarios empotrados, se comunican entre sí secretamente. En tal caso, igual que ahora puedo entrar en el armario de un hotel para aparecer al instante en el de tu dormitorio, también sería posible que un objeto cualquiera introducido en el bolsillo de mi chaqueta—un anillo, una flor, una postal— cayera en realidad en el de la tuya".

"A ver si puedo confirmar esta hipótesis y encontrar el conducto que une todos los bolsillos del universo mundo, porque de esta manera, al meter mi mano en el bolsillo del pantalón, podría aparecer en el bolsillo de tu falda; así, en lugar de sentir a través del forro mi muslo, presentiría el tuyo, y al rascarme rascaría tu pierna, y al alcanzar con la punta de los dedos mi sexo estaría en realidad rozando el tuyo"

 

"Al final, el juguete que más nos gusta es el cuerpo".

 

"No podrían sin manos una mujer o un hombre sacar un conejo de una chistera ni unas monedas del bolsillo, ni pintarse las uñas, ni clausurar los párpados de los padres fallecidos con los ojos abiertos…Un bebé sin manos no tiene dónde almacenar la memoria de la ropa interior de su madre ni la textura de sus pezones…No hay lobotomía tan eficiente como la de arrancar del cuerpo las manos espantadas".

"Si pensamos en el cuerpo como en una ferretería, resulta que eres tu propio jefe y la abres o cierras (con bisturí o sin él) a la hora que te dé la gana. Siete millones de pesetas por un óvulo, imagínense ustedes. Con que vendas uno cada 28 días te forras y puedes comerte el sobrante para que se reproduzca …Ahora bien, toda esa quincalla orgánica hay que gestionarla. No sé puede ir regalando los riñones y los hígados, por favor, con lo que le cuestan a uno. Personalmente, no soy alto ni tengo estudios y no aspiro a ser una boutique ni siquiera una ferretería. Pero mi cuerpo sería una excelente tienda de todo a cien ¿En qué puedo servirle?"

 

"En un mundo sin publicidad ¿Qué lugar ocuparía Fairy en nuestros corazones?"

 

"Cuando mi psicoanalista me preguntó que de dónde me venía mi afición a las pastillas, recordé una escena de infancia en la que mi madre le decía a una amiga que si en su tiempo hubiera habido pastillas anticonceptivas, no habría tenido la mitad de hijos que había traído al mundo. Hice cuentas y yo comprobé que pertenecía a la mitad maldita (...) Quizá me mato a base de pastillas para compensar la ausencia que habría evitado mi nacimiento".

 

"Era un niño de segunda mano, prácticamente en todos los sentidos"

 

"No podía estudiar…Había en los libros de texto, o en mí, una suerte de opacidad que nos hacía incompatibles. Aunque pasaba mucho tiempo delante de ellos, a los cinco minutos de haberlos abierto ya me había fugado a través de una trampilla imaginaria por la que accedía al sótano, donde excavaba nuevas galerías narrativas, nuevas extensiones argumentales por las que avanzaba a ciegas, como un animal sin ojos".

"Mi madre cosía con la radio puesta pero nos prohibía, incongruentemente, escucharla"

 

"Es imposible que este hombre mayor que escucha a Bach mientras golpea con furia el teclado del ordenador haya salido de aquel muchacho sin futuro. O yo soy irreal o el irreal es aquél.."

 

"Escribir bien presupone escribir al dictado de aquella parte de ti que permanece dentro del delirio, cuando la otra sale de él para comunicarse con los demás o para ganarse la vida"

 

"En el abatimiento hay, curiosamente, momentos de enorme dicha, otra vez el bisturí que daña y cura al mismo tiempo: cuando comprendo que si no tengo nada que perder puedo arriesgarlo todo".

 

"La vida es difícil, más que enhebrar una aguja en el cielo o que meter a un camello en un pajar. La vida es dura, sí, sobre todo si uno ha decidido no bajarse los pantalones ni siquiera frente al practicante".

Mademoiselle

Veamos. Que una esté soltera o casada no debería implicar un cambio en el apelativo. ¿O sí? Hasta la semana pasada, en Francia, las solteras eran “Demoiselles”. Hoy todas son Madame, hayan pasado por la vicaría o no. Pero no sólo eso: en el país germen de la carta de los Derechos Humanos todavía hoy muchas féminas son señoras de “Jean DuPont”, por poner un ejemplo. Es decir, no sólo pierden su apellido de solteras, sino que algunas se reabsorben a su esposo. Firmas unos papeles y te endosas al sobaco de tu santo, cual molesto golondrino. Con algo más de suerte, formarás parte de sus preciados bienes: el coche, la casa, los hijos y su colección de palos de golf, al estilo Mad Men. No olvidemos que americanas y británicas pierden sus apellidos originales. Por tanto, el enlace –presuntamente, y según estas reglas del lenguaje— transmuta a las mujeres en elementos que gravitan alrededor de nuestro ídolo, el macho-sol. En los países mediterráneos, por mucho lenguaje sexista que tengamos, si alguien gravita alrededor de alguien son ellos. Es lo que mi humilde experiencia me ha demostrado.   Personalmente adoro la palabra Mademoiselle. Es más: mi perfume es "Mademoiselle" de Chanel – absoluto de Jazmín y Rosa de Mayo con notas de Lirio de Florencia— elegido por mi hijo. Que me apoden señora me horroriza. Me retrotrae a esa canción de Rocío Jurado, cuyas letras sentenciaban: “Ahora es demasiado, tarde, señora. // Ahora nadie puede apartarle de mí”. Señora equivale a cornuda. La primera vez que alguien me tildó del modo innombrable tenía 22 años y compraba en unos almacenes de Madrid a los que jamás regresé. Odio todo lo que se relaciona con las señoras: las perlas, los aromas pesados, los bolsos negros de charol, las manolas procesionales, el pelo cardado, la laca, las conversaciones que versan exclusivamente sobre bienes inmuebles, el futuro de los hijos y los cotilleos estúpidos de vecindario. En definitiva, que si usted me quiere insultar puede llamarme señora con toda tranquilidad. No le volveré a dirigir la palabra. Y no digamos las connotaciones castellanas de la palabra “Madame”. Que la vieja del visillo nos asista. Pero si hay un apelativo más espantoso aún que el de “Señora” es el de “Señorita” (las patatas ya están fritas). Señorita es Gracita Morales con cofia. Es el maletín de la señorita Pepis. Son ejércitos de lerdas que sólo piensan en pintarse las uñas y cazar un marido rico que les pague la peluquería todas las semanas. Si alguien desea provocar mi violencia física que se dirija a mí con la acepción innombrable número dos. Es una desgracia. Con el hermoso caudal de palabras que existe en nuestro idioma, hemos de conformarnos con esos dos horrores que empiezan por “s”. Mujeres independientes, entidades femeninas que gravitan a su aire por el espacio interestelar. ¿No merecemos algo mejor? Que la R.A.E. tome cartas en el asunto o calle para siempre.